Ya podemos disfrutar en Netflix de The Gentleman: señores de la mafia, serie creada por Guy Ritchie y basada en su propia película del mismo título en la que se encarga de la dirección de buena parte de los episodios y ejerce además de showrunner.
Si en la cinta de 2019 teníamos a grandes estrellas como Matthew McConaughey, Charlie Hunnam y Hugh Grant de protagonistas, en la serie esta labor recae sobre unos menos conocidos pero muy eficaces Theo James y Kaya Scodelario dando vida a Eddie Horniman y a Susie Glass, los grandes protagonistas de la historia, sin olvidar a Vinnie Jones, un habitual en el cine de Ritchie, que tiene un jugoso papel secundario que le queda que ni pintado.
Hay que dejar claro que esta serie no es continuación ni precuela de la película. Simplemente Guy Ritchie nos cuenta una historia ambientada en el mismo sórdido mundo de la delincuencia londinense en la que como ya pasaba en la cinta, la aristocracia de rancio abolengo inglesa se ve mezclada con unos criminales que en principio ni conoce ni entiende, pero cuyo mundo no tiene más remedido que abrazar.
La historia nos presenta a Eddie Horniman, un soldado de las fuerzas de paz de la ONU que tiene que dejar su puesto cuando su padre, el Duque de Halstead fallece. Aunque tiene un hermano mayor que se supone heredará el título, el ducado y todas sus propiedades y problemas acaba recayendo en él ya que el citado hermano mayor, Freddy Horniman (Daniel Ings) es un pieza de cuidado y el fallecido duque decide con buen criterio que su título pase a manos del hermano menor ante el cabreo del bueno de Freddy.
El problema viene cuando Eddie descubre que su padre estaba asociado con la familia Glass, delincuentes dedicados al narcotráfico de hachís, siendo la hija pequeña de la familia, Susie, quien lleva el negocio ya que su padre Bobby Glass (Ray Winstone) está en la cárcel.
Desde que descubre esa insana relación el máximo empeño de Eddie será desligar a su familia de los negocios turbios de los Glass, aunque para ello se verá primero obligado a colaborar con Susie buscando una solución a sus problemas comunes. Estos incluyen el ataque de una organización internacional traficante de crack comandada por Stanley Johnston (interpretado por el siempre genial Giancarlo Esposito) y las locuras y negocios turbios que Freddy tiene pendientes y cuyos problemas solo se van a poder solucionar con la ayuda de los Glass.
Menos mal que el nuevo Duque de Halstead demuestra tener una inesperada facilidad para moverse en los bajos fondos, teniendo además una química estupenda con Susie Glass y sin olvidar la ayuda del siempre fiel guardés de su finca, un Geoff Seacombe (Vinnie Jones) muy capaz y que oculta algunos secretos familiares que darán un poco de vidilla a la trama.
Guy Ritchie es conocido por su particular manera de retratar el universo de gánsteres que tanto le apasiona. Siempre es exagerado y grandilocuente, con unas espectaculares escenas de acción culminadas con abundantes dosis de sangre cuando es necesario, sin olvidar fuertes dosis de un humor negro que maneja como nadie. Todo condimentado con unos peculiares personajes, que van desde los muy inteligentes y capaces a auténticos bufones cuyas locuras dan vida a sus historias más allá de lo alambicado que son a veces sus tramas. Pues bien, todo esto es lo que nos vamos a encontrar en esta serie, en la que al tener ocho episodios (de entre 40 minutos y una hora), Ritchie puede profundizar un poco más en los personajes y desarrollar de manera más convincente la historia.
Esto juega a veces a su favor y a veces en su contra. Es cierto que la trama está mejor desarrollada que en la película y que los personajes adquieren mayor profundidad y desarrollo, pero a veces el realizador se empeña en alargar demasiado las situaciones. Peca de sobrexplicar las cosas que van pasando y algunas ocurrencias son un poco repetitivas y además, el loco ritmo que siempre imprime a sus películas aquí se ve un diluido por la duración general de la serie.
A pesar de todo la serie funciona y es entretenida y divertida a partes iguales. Gran parte del mérito se lo lleva la pareja protagonista, unos Theo James y Kaya Scodelario que están espectaculares y que demuestran, como sus personajes, tener una química extraordinaria que hace que el espectador se mantenga pegado a la pantalla para ir viendo como van saliendo de los problemas que se les van amontonando poco a poco. Sin olvidar las ocurrencias de un Freddy que cada vez que aparece desata un caos tan imprevisible como divertido.
Y si te gusta el universo de Guy Ritchie tienes que saber que no falta ninguno de sus greatest hits. Desde los gitanos que son muy listos, hasta los boxeadores con mala suerte, pasando por los planes complicados y los personajes y situaciones alocadas y los criminales de buen corazón que no ocultan que hay otros delincuentes desalmados capaces de los peores horrores.
The Gentleman: señores de la mafia es en definitiva una serie entretenida que hará pasar un buen rato a los amantes de las historias de gánsteres, sobre todo si además son fans del cine de Guy Ritchie. Ni más ni menos.
