Durante muchos meses hemos estado con la mosca detrás de la oreja en lo que se refería a la campaña promocional de Han Solo: una historia de Star Wars. Los retrasos en el rodaje provocados por la marcha de Phil Lord y Chris Miller, directores de la película, y el silencio de Disney con la película no presagiaban nada bueno. Sin embargo, a mes y medio del estreno de la película, la compañía líder de la industria hollywoodiense ha puesto en marcha la maquinaria y ya hemos podido ver un trailer con mucha mejor pinta que el anterior.
Dirigida por Ron Howard (Una mente maravillosa, Apolo 13, Rush), que ha tenido que cumplir su papel en un tiempo récord, Han Solo: una historia de Star Wars cuenta con un reparto en el que el archiconocido contrabandista es interpretado por Alden Ehrenreich (las comparaciones con Harrison Ford ya se están debatiendo). El joven actor está acompañado de Emilia Clarke, Woody Harrelson, Thandie Newton, Paul Bettany como el villano y Donald Glover como un acertado Lando Calrissian.
La película explorará los orígenes de Solo, su relación con Lando y Chewbacca y su primer contacto con el Halcón Milenario. Parece enfocada como una película sin sables láser ni poderes de la Fuerza. Ya ocurrió algo parecido (a medias) con Rogue One, y el resultado generó disparidad de opiniones, aunque es algo frecuente desde que Star Wars: El despertar de la Fuerza se estrenó en cines. Prueba de ello son nuestras reseñas positivas y negativas de la película. Algo parecido ocurrió con Rogue One ( críticas positivas y negativas) y Los últimos jedi. Es obvio que las críticas se dividirán entre las excesivamente positivas y las negativas de aquellos que piensan que Disney debió dejar Star Wars en paz.
Por lo que a mí respecta, no tengo un hype especial con la película. Conociendo a Disney, habrá sabido solventar los problemas en el rodaje y nos entregará un espectáculo tan plagado de efectos especiales como carente de alma. Espero equivocarme.
Sed felices!
El problema actual con Star Wars y lo que ha hecho Rian Johnson es que hipnotiza a la masa de gente con humor barato mañosamente colocado, y cosas sin sentido para aplacar a los Politicamente Correctos y los Guerreros Justicieros del Teclado, que a cada rato se quejan de lo que ven y dicen que algo no es incluyente, que discrimina, que quieren un personaje de otro color o de otra orientación sexual solo porque sí, etcétera. En Ep. 8 les aplica lo del beso ridículo e insípido fuera de lugar, y se les olvida que arruinó la esencia de lo que es la forma de ser y de pensar de Luke, que mostró a Yoda como un monigote payaso fuera de lugar (lo cual solo fue justificable cuando recién se conocieron él y Luke, pues estaba probando su capacidad de juicio), una escena absurda de Leia flotando en el espacio como si fuera Mary Poppins, y mil cosas más. Un director puede tomarse ciertas licencias creativas, y ciertas modificaciones, pero hay rasgos de cada personaje (y más cuando es uno ya asentado en la cultura pop) que no se tocan, y si se les mueve en el tiempo se tiene que manejar su personalidad y acciones de manera consistente con lo que él es y piensa. De lo contrario, quitándole algo esencial prácticamente hiciste a otro personaje y aniquilaste al que estás usando, como hizo Schumacher con Batman al quitarle lo oscuro y parco para hablar para convertirlo en un brillante fetiche con patas de cuero y pezones y nalgas resaltados, haciendo bromas tontas. ¿Resultado? Eso NO era Batman, de la misma forma que en la trilogía iniciada por Abrams y arruinada por Rian Johnson, ese NO es Luke, y lo mismo puede decirse de los otros personajes clave, por como los han manejado. Una falta de respeto a los personajes entrañables, reciclaje de escenas y flujo de eventos ya visto en la trilogía original, un villano mal manejado y eliminado de forma muy pronta e inexplicable, y la lista sigue. A estas alturas, los que no se dan cuenta de lo mal que va la saga de SW y siguen defendiéndola, es que no son muy dados a analizar las cosas a fondo, o están ya en un punto de sus vidas que por apatía le dicen sí a lo que sea que les presenten como entretenimiento.