Bienvenidos a un nuevo análisis de Arrow. En esta ocasión tenemos un episodio que tampoco es nada del otro mundo, si no fuera por el final. No hay nada como un buen cliffhanger para que espectador tenga la sensación de no haber perdido el tiempo. Os dejo con el enlace a análisis anteriores y a otras series del Arrowverso y vamos al lío, que en esta ocasión divide la trama en 3 partes.
- Análisis anteriores de Arrow
- Legends of Tomorrow
- Flash
- Supergirl
- Titans
- Doom Patrol
- Swamp Thing
- Batwoman
1ª parte: Indiana Arrow y el templo maldito
Oliver Queen ha llegado a Nanda Parbat, hogar de la Liga de Asesinos. Allí se re-encuentra con su hermana Thea (Willa Holland) que no sabemos muy bien a qué dedica el tiempo libre. También pululan por allí Talia Al Ghul y Athena (o Athenea, que lo he visto escrito así en un par de sitios y luego me echáis la bronca). Todos juntos, en desamor y compañía, van en busca de la tumba de Al-Fatih, el primer Ra’s Al Ghul. Unos porque quieren su espada, símbolo de devoción para los asesinos de la liga; Oliver porque tiene la esperanza de encontrar información sobre Mar Novu, El Monitor. Entre peleas y trampas transcurre esta parte del episodio. Al final, Thea se queda con la espada y a medias con Talia deciden reformar la Liga de Asesinos en una Liga de Héroes (¿se puede ser más ñoño?). Oliver se queda como estaba, con información de que El Monitor podría traer la destrucción del mundo o no, que si es lo primero no se entiende que lo haya reclutado.
2ª parte: Mentiras arriesgadas
Lyla y John acuden al rescate de la mujer y el hijo de Ben Turner, quienes han sido secuestrados por Farzad Qadir, el hijo de Gholem Qadir. Se preguntará más de uno… ¿y ese quién es?. Pues tranquilos que para eso estamos. Gholem Qadir era un señor de la droga que, allá por la temporada 2, estuvo a punto de matar a Lyla pero fue asesinado por Ben Turner. Normal que su hijo quiera vengarse. Por fortuna, John y Lyla se meten en su casa al más puro estilo Schwarzenegger y Jamie Lee Curtis, bailando con estilo. Entre medias, John le confiesa a su mujer que eso de ver cómo un mundo se desvanece ante tus narices, le deja a uno marcado. Como es normal, Farzad acaba muerto y la mujer y el hijo de Turner rescatados. Es la primera toma de contacto de John y Lyla con el que será su hijo adoptivo, Connor Hawke.
3ª parte: ¿A quién le importa lo que yo haga?
Mientras, en el futuro, el Baby Arrow Team intenta impedir que J.J. acabe con los miembros del Movimiento para la Unificación de Star City, o algo por el estilo. La verdad, es que me interesa entre poco y nada. Al final, lo único destacable es que Zoe, la hija de Wilddog, muere a manos de J.J. ¿Y qué?, añado yo. La verdad es que damos por supuesto que muere porque, justo al final, se produce un destello blanco en el futuro y en Nanda Parbat y Oliver y el Baby Arrow Team son transportados al bunker de Star City, donde les esperan John, Dinah y René. No sabemos si es el pasado, el presente, o qué pero es el primer encuentro cara a cara entre Oliver y sus hijos ya adultos. Este final es el que nadie esperaba y el que da cierto sentido al episodio, a la espera del siguiente.
De viaje por el Universo DC
El episodio nos lleva a localizaciones del Universo DC que ya habían aparecido en la serie. De Nanda Parbat poco hay que decir que no sepamos ya. Se trata de una ciudad legendaria, situada allá por el Tibet, donde superhéroes y supervillanos van a entrenarse en plan místico. Incluso Batman (en los cómics) pasó por allí para re-encontrase a si mismo. En cuanto a Kasnia, se trata de un un país que parece estar localizado en los Balcanes y que aparecía en varías de las series animadas del Universo DC, como Superman, la serie animada o Batman del futuro. En Arrow ya había aparecido, concretamente en el episodio 17 de la tercera temporada, que es aquel dónde Deadshot se sacrificaba por John y Lyla. También había aparecido en Legends of Tomorrow, aunque en este caso se trataba de una Kasnia alternativa. Podemos destacar también que en este episodio hemos conocido el nombre del primer Ra’s Al Ghul, llamado Al-Fatih. Se trata de una clara diferencia con el mundo del cómic. Mientras que en Arrow, lo de Ra´s Al Ghul es más bien un título, en los cómics se trata de un solo hombre prácticamente inmortal gracias a los Pozos de Lázaro; dichos pozos, llamados “fosas” en la serie, parece ser que al fin han sido destruidos por Thea.
En resumen, de los tres episodios que llevamos en esta octava temporada, este es el más flojo con diferencia. Ha servido para que Oliver pueda despedirse de su hermana y para cerrar la trama de las Fosas de Lázaro, que quedó algo colgando en pasadas temporadas. Los flashforward siguen sobrando, con unos personajes que no le interesan a nadie. Sin embargo han sabido cerrar el episodio de una forma que nadie esperaba. Es más, parece que los Baby Arrow Team no son los únicos que han llegado desde el futuro. Nos leemos en el episodio 4. Un saludo y sed felices.