Introducción
Estoy de nuevo contigo con un nuevo análisis de dos episodios de Saint Seiya: Saintia Shō para ir adelantando material. Se trata de los capítulos 4, “¡Un reencuentro triste! Se cortan los lazos de las hermanas, y 5, “¡Vuela! Como Pegaso“. ¡Vamos a encender el cosmos, que la cosa tiene tela!
Posts de episodios anteriores:
Posts de las 5 Ovas de Saint Seiya:
- Saint Seiya: La leyenda de la Manzana de Oro.
- Saint Seiya: La Batalla de los Dioses.
- Saint Seiya: La leyenda de los Santos Escarlata.
- Saint Seiya: Los Guerreros de Armagedón.
- Saint Seiya: Inicio de la Saga del Cielo.
Posts del Anime Saint Seiya – Alma Dorada:
- Saint Seiya – Alma Dorada: Aiolia de Leo.
- Saint Seiya – Alma Dorada: Mū de Aries.
- Saint Seiya – Alma Dorada: Frodi de Gullinbursti.
- Saint Seiya – Alma Dorada: Fafner de Nidhogg.
- Saint Seiya – Alma Dorada: Heracles de Tanngrisnir.
- Saint Seiya – Alma Dorada: Surt de Eikþyrnir.
- Saint Seiya – Alma Dorada: Sigmund de Grane.
- Saint Seiya – Alma Dorada: Utgard de Garm.
- Saint Seiya – Alma Dorada: Balder de Hræsvelgr.
Valoración de estos episodios
Releyendo el Manga, a la vez que veo el Anime de Saint Seiya: Saintia Shō, he tenido lo que se puede describir como un momento de lucidez, que me ha hecho ver que mis primeras impresiones de esta serie eran demasiado optimistas. Para ser más precisos, me he ido dando cuenta de esto conforme iba viendo el episodio 4, titulado “¡Un reencuentro triste! Se cortan los lazos de las hermanas.
En este episodio el enfrentamiento de Eris llega a su final. Un final que a uno le deja algo frío, por la apresurada conclusión del mismo. Salvo que te estés leyendo el Manga, en ese caso sabes que no es la última palabra de Eris. Pero los que sólo han visto el Anime, seguro que tras este capítulo han dicho: ¿Ya está?
Si esta serie estuviera basada en el Manga Saint Seiya – Episodio G, donde los protagonistas son Los Caballero de Oro de la Generación de Saint Seiya, se entendería que Milo de Escorpio llevara el peso de la historia. Pero es que resulta que este Anime tiene como protagonistas a Atenea y a sus Saintias. Pero, salvo la pobre Kyoko, el resto se quedan como figurantes o su participación no es decisiva. Mal asunto para un proyecto que pretende dar mayor protagonismo a las Mujeres Caballero. Al final parece estar quedándose en una mezcla entre La Saga del Santuario del Manga/Anime Saint Seiya y la Ova Saint Seiya: La leyenda de la Manzana de Oro. Mejor estructurada y con una mayor profundización en los personajes, pero sin aportar nada significativo en el fondo. Es pasar el protagonismo de Los Santos a Las Saintias pero contando lo mismo, en líneas generales.
En lo que respecta al capítulo 5, “¡Vuela! Como Pegaso“, la cosa no mejora en lo que al tratamiento de las Saintias se refiere. En particular de Shoko de Equuleus. Se supone que una vez ganada la armadura ya eres un Saint o Saintia hasta la muerte. Pero aquí Atenea libera alegremente a Shoko de sus obligaciones. ¿Estamos tontos o que? Me he quedado perplejo. Eso no es algo que se pueda dejar y ya está. Sólo el encuentro con Seiya de Pegaso hará que Shoko se de cuenta de que su deber es ser la Saintia de Equuleus. Si este Manga/Anime pretende dar una mayor dignidad a la mujer no lo está consiguiendo. Shoko de Equuleus es un personaje sin carisma ninguno ni interés con el que no logramos conectar porque todo se le está dando sin apenas luchar por ello. Es interesante el entorno que le rodea pero no ella, que sólo sabe reaccionar para demostrar a todos que puede llegar a ser una Saintia.
Aún así, la vuelta a la acción de Shoko no impedirá que Atenea sea raptada por el Santo Dorado Afrodita de Piscis. A él le dedique mi post Saint Seiya – Alma Dorada: Afrodita de Piscis. Se puede decir que se inicia así una nueva aventura más centrada en El Santuario.
Apuntes y Curiosidades
- De la Costelación de Escorpio destaca su enorme estrella roja llamada Antares. Antares, además de dar nombre a la técnica definitiva del personaje, es una palabra de origen griego que significa El rival de Ares, el dios griego de la guerra y hermano de Eris. De ahí podría explicarse que Chimaki Kuori, la autora de Saint Seiya: Saintia Shō, eligiera a este Santo Dorado como rival de la Diosa de la Discordia.
- Entre los episodios 3 y 4 de Saint Seiya: Saintia Shō se presenta a Rigel de Orión. Rigel es un Caballero de Plata, que ha renegado de Atenea para ponerse al servicio de Eris. Idea cogida de la mencionada Ova Saint Seiya: La leyenda de la Manzana de Oro. En ella se presentaba a un Santo de Plata de Orión, Jäger, al servicio de Eris. Su pelea con Milo en esta serie es una especie de guiño a la Mitología Griega, donde el gigante cazador Orión murió por el aguijón de un Escorpión.
- En el capítulo 5, “¡Vuela! Como Pegaso” se presentan a tres Caballeros De Plata. Una es Mayura. Ya la conocíamos pero no sabíamos que era el Santo de Plata del Pavo Real. Los otros dos son Juan del Escudo y Georg de La Cruz del Sur. Al igual que ocurre con Rigel de Orión, ambos están inspirados en Jan del Escudo y Christ de la Cruz del Sur respectivamente, aparecidos en Saint Seiya: La leyenda de la Manzana de Oro. Con la diferencia de que, en dicha Ova, servían a Eris, mientras que aquí son leales al Sumo Sacerdote del Santuario.
- También en el mencionado capítulo 5 se presentan a dos nuevas Saintias. Xiaoling de La Osa Menor y Katya de La Corona Boreal. La participación de esta última al principio de Saint Seiya: Saintia Shō es similar al de Hyōga del Cisne, quien, al principio del Manga de Saint Seiya, es enviado por El Santuario a castigar a sus compañeros renegados. Katya se ha puesto de parte del Sumo Sacerdote y considera a sus compañeras Saintias y a Atenea traidoras también al Santuario. Las técnicas de Katya también son parecidas a las de Hyōga.
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