En esta época del más y mejor, parece que la tendencia en el mundo del cine y la televisión estadounidense ya no pasa por las sagas como Misión Imposible, El Padrino, Indiana Jones o A todo Gas. Ahora lo que vende es tener un universo de películas y series totalmente interconectadas, buscando la inmersión total en un mundo de ficción y, sobre todo, el vender más entradas y tener más suscriptores que la productora rival. Maldito Disney y su Universo Cinematográfico de Marvel.
Por ello, no es de extrañar que una franquicia como John Wick, surgida de una productora independiente y convertida en saga de éxito por, como debería ser, el boca a boca, se haya subido al carro. Tras el éxito de su cuarta entrega, estrenada este mismo año, está rodándose su primer spin-off cinematográfico: Ballerina, protagonizada por Ana de Armas y con aparición del mismísimo Keanu Reeves, así como también la miniserie The continental, que profundiza en los orígenes de Winston, el dueño del Continental de Nueva York. ¿Queréis saber qué me ha parecido este tercer y último capítulo?
Análisis del primer capítulo de The Continental.
Análisis del segundo capítulo de The Continental.
Termina la miniserie The continental, una intensa (por corta) experiencia de cuatro horas de duración repartidas en tres capítulos de casi hora y media que narra los orígenes de Winston y cómo llega a ser gerente de este epicentro del mundo de John Wick que es el hotel Continental, lugar de descanso para asesinos que trabajan para la Alta mesa.
En este tercer capítulo, tras plantearse el conflicto con la muerte del hermano de Winston y reunir a un equipo para derrotar a su mentor Cormac, asistimos al final de la serie, que sabemos que emparenta con la saga John Wick. Vamos, que Winston es el melenas con clase que dirige el hotel. Por tanto, desconocemos la forma pero tenemos claro que Cormac morirá y Winston vencerá. Lo importante es el cómo.
Este último episodio de The continental mantiene el tono equidistante entre una trama más o menos previsible, que busca profundizar en la psique y motivaciones de sus personajes, y un enfoque de la acción basada en unas coreografías elaboradas de combate en planos largos, a la manera de la mítica saga protagonizada por Keanu Reeves.
De hecho, probablemente sea el mejor episodio por el equilibrio entre abundantes secuencias de acción y la sucesión de acontecimientos lógica en un final de temporada.
Las escenas de acción, sin estar a la altura de la maestría de la saga cinematográfica, cumplen bastante con unos actores que lo dan todo. De hecho, algunos personajes (sobre todo, la mayoría de los asesinos alojados en el Continental) están algo desaprovechados y solo se dejan ver en algunas escenas de combate en el Continental.
En general, la mayoría de los personajes de la serie están desaprovechados. Lo está el equipo de Winston, meros comparsas del protagonista que únicamente cumplen función como soldados. Hasta Jen, la mano ejecutora del equipo de Winston, aparece menos que en el segundo episodio. También lo están los asesinos de Continental. Y lo está Cormac, Mel Gibson, que es, de largo, lo mejor de la serie. Qué lástima que esté vetado en el Hollywood actual.
La sensación final es que The continental, siendo una serie notable en su estética setentera y en el rodaje de las escenas de acción, es una serie innecesaria. Porque no era necesario profundizar en el pasado de Winston. Más todavía cuando el Winston de la serie es bastante menos interesante que el misterioso caballero interpretado con la elegancia de Ian McShane en la saga John Wick.
En definitiva, The continental es una serie que hará las delicias de los fanáticos de la saga John Wick. Tanto en su vertiente más estilística, ya que sus escenas de acción suponen una ampliación casi a la altura de lo visto en las películas originales, como en el sumergirse en los entresijos de la Alta Mesa y el hotel Continental cuarenta años antes de los acontecimientos de las películas. Lástima que la historia no sea lo suficientemente interesante como para justificar la propia producción, estrenada en un formato arriesgado que da a entender que tenían una película entre manos que decidieron alargar…y no entiendo muy bien el porqué.
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