Con ‘Cuties’ sinceramente me encuentro ante la crítica más difícil desde que entré en la web en junio del año pasado. Soy amante del cine en general, ya sea blockbuster o serie Z, pero reconozco que ‘Cuties’ (Guapis) de Netflix me ha dejado un pésimo sabor de boca y me parece todo un despropósito que no recomiendo, pero no quiero adelantar acontecimientos.
Buena idea, horrendo desarrollo.
‘Cuties’ ha estado salpicada por la polémica desde que Netflix lanzó el primer póster promocional y esa sinopsis poco acertada, aunque una vez vista la cinta puedo decir que es (de las dos) la que describe lo que se va a ver en su escasa hora y media de duración.
El filme nos mete en la piel de Amy, una niña de 11 años proveniente de una familia islámica que comienza a cuestionarse sus tradiciones cuando ve bailar a Angélica en la lavandería del edificio. Poco a poco se siente atraída por estos movimientos y espía al grupo de baile de su vecina a la vez que practica movimientos en su cuarto de baño.
La vida de esta niña se ve sacudida al descubrir que su padre se ha casado por segunda vez y que, tanto él como su nueva esposa, se van a mudar con ellos a su casa. El choque entre culturas con el que se nos presenta a la protagonista, que es chispa con la que arranca ese cuestionamiento, se va desvaneciendo conforme avanzan los minutos. La parte más potente de la trama es un mero adorno que aparece en escasos momentos y casi como relleno entre las diferentes escenas de baile. Esta directora novel no ha sabido aprovechar todo el potencial de la historia que tenía entre manos y nos ha entregado un producto que (personalmente) me parece esperpéntico, reprochable y de muy mal gusto.
Cuando se trata de criticar un concepto hay que tener muy claro cómo se va a llevar a cabo y (si es un tema controvertido) hay que tener mucha delicadeza para no equivocar al público. Según la cineasta Maïmouna Doucouré su cinta arremete contra la hipersexualización de las menores pero lo hace de una manera tan burda que la gran mayoría de la audiencia ha entendido el mensaje contrario. Cuando esto ocurre significa que la idea que se ha tratado de plasmar no se ha hecho de la manera correcta y aquí no cabe culpar a las “mentes sucias” de quien asiste a este espectáculo. Los primeros planos de las partes íntimas de las niñas mientras ejecutan movimientos sexualmente explícitos eran del todo innecesarios y la reiteración en los mismos más todavía. Toda una caterva de gestos y actuaciones que podrían ser considerados lascivos para una joven de 20 aquí se repiten constantemente con niñas de 11 años ¡11 Años! Todo lo que concierne a la parte enfocada al baile y lo mal ejecutada que está opaca una historia de choques culturales que podía habernos entregado una cinta con un poderoso mensaje. ¿Cómo acaba toda la subtrama de la mudanza del padre con su nueva esposa? Eso queda en el aire y haber explorado ese momento hubiese generado una mayor profundidad y un punto de inflexión a los personajes de Amy, su madre y sus hermanos. Era más importante para la directora mostrar cómo Amy intenta seducir a su primo para quedarse el Smartphone o verla hacerse una foto de su entrepierna. No se deja nada a la imaginación del público: la misma escena de seducción enfocada en las facciones del primo mostrando únicamente como Amy se baja el primer tirante ya hubiese generado el mismo impacto sin la repulsa que dejó en los espectadores.
Esta cinta es un cúmulo de escenas reprobables que no hacen más que conseguir que apartemos la mirada de la pantalla y que sea carne para depravados. ¿De verdad era normal la vestimenta y las posturas de las protagonistas en el colegio con esos vestidos ceñidos? ¿Qué nos quería decir la directora con eso?
El visionado de ‘Cuties’ ha sido una tortura autoinflingida para comprobar si todo el revuelo formado alrededor de la película era cierto o exageraciones de puritanos. Por desgracia para mí, me he encontrado con una producción que ha conseguido enfadarme por momentos y tratar de imaginarme mi reacción si una de las protagonistas fuese mi hija.
Lo siento, pido perdón, por esta crítica tan visceral pero no he encontrado otra forma de afrontar lo que he visto en Netflix. También quiero dejar claro que no estoy de acuerdo con el hashtag #NetflixCancelled ya que por encima de todo hay que respetar la libertad de expresión, al igual que la cadena de streaming debe respetar que el público (con todo el derecho del mundo) “eche pestes” de ‘Cuties’.
Conclusión
Dudo que alguna vez vuelva a ver esta cinta, tengo tanas ganas de revisionarla como de sacarme una muela del juicio sin anestesia. Todo está mal con ‘Cuties’ aunque haya partido de un planteamiento muy interesante y atractivo. Una nefasta ejecución que ha convertido una idea con potencial en un producto vacío que no ofrece nada más allá de las escenas de baile y la controversia que estas han generado. Esta cinta no va a pasar a la historia por nada más que la bajísima puntuación que tiene en Rotten Tomatoes y por el mal gusto con el que ha sido rodada.
Saludos y sed felices.
Hola Juanma, excelente artículo.
El coche de culturas real, es por ejemplo, el determinar realmente que entendemos por depravado o no, en eso nos creemos los ciudadanos del primer mundo (de cultura Cristiana) con la verdad absoluta.
Y eso es absolutamente hipócrita.
Puede que otras sensibilidades y culturas lo vean de otra manera, menos puritana. Además, menor del siglo XXI no es, (por desgracia o suerte, depende como se mire), el mismo que uno del siglo pasado.
Hace una décadas se era menor en España a los 21, y se redujo a los 18. Quién nos puede decir que de aquí a un siglo no sea diferente? Qué determina a qué edad somos responsables de nuestros actos?
No nos rasgemos las vestiduras, al final a Minnie o a Heidi tampoco las podremos ver con minifalda!
Y ojo!! que Mickey Mouse es negro! a ver como lo tratamos!
Que conste por supuesto que hay que perseguir el abuso y la explotación a menores, también erradicar el racismo, eso es innegable. Pero no nos confundamos al criticar según que producto, esté mal producido o no, o que el Director no haya desarrollado correctamente el guión, que es otro asunto.
Un cordial saludo y sed felices!!
Hola Jordi.
Primero…Gracias por leernos y comentar.
Estoy de acuerdo que todo depende de la cultura y de la época, y quizás en el futuro eso sea normal, pero actualmente (en una gran parte del público occidental) lo que hemos visto en ‘Cuties’ nos ha parecido fuera de lugar. Creo que la dirección de esta película (esto siempre desde mi punto de vista personal) no ha sabido tratar el tema con sensibilidad que se merece. Cuando hablo de algún tema controvertido en el cine pongo como ejemplo La Lista Schindler. Spielberg supo tratar el tema del holocausto nazi con muy buen gusto sin quitarle un ápice de importancia a lo sucedido.
Con Heidi y con Minnie hay trampa (me explico): Heidi, pese a llevar ropa corta, que en muchas ocasiones suele ser un vestido largo, no esta hipersexualizada con movimientos explícitos o ropa justada. Y con Minnie juegan con la ventaja que es un ratón antropomórfico para reducir el impacto de sus acciones y acercar el personaje a los niños… es que Walt Disney era muy listo. XD.
Y por último estoy de acuerdo contigo en perseguir el abuso y cualquier tipo de odio, pero sigo pensando que esta película se podía haber rodado de otra forma para conseguir el mismo objetivo.
Gracias de nuevo y un feliz saludo.
Comparto en gran parte tus opiniones, mis comentarios son una humilde invitación a la reflexión, que es lo que debería hacer mucha gente importante sobre asuntos de interés mundial, y no sólo nosotros, :D.
la Cultura en la humanidad es el reflejo de lo que somos, es nuestro legado, desde una obra de Wagner hasta un Cómic de Richard Corben.
Es lo que nos hace felices…
Juanma otra vez gracias por regalarnos con estos artículos, un abrazo!