Netflix quiere que su nueva miniserie true crime, El caso Asunta, triunfe. Y para ello emprendió, hace unos meses, una campaña de marketing exhaustiva sobre esta historia basada en hechos reales que conmocionó a la sociedad española en septiembre del año 2013. Y nada más empezar este artículo, os adelanto, que después de casi 11 años, va a dar mucho de que hablar.
La serie de Netflix sigue literalmente todo lo sucedido en las horas posteriores a la desaparición de la niña gallega, de tal manera que si has visto la serie documental El caso Asunta: operación Nenúfar, verás la similitud que hay en momentos que allí aparecen sacados de la vida real, decorados incluidos, con sus conversaciones y frases.
La obsesión de El caso Asunta por traernos la verdad se nota hasta en la caracterización de los personajes, que ha sido copiada a pie juntillas intentando que sea lo más parecida a la realidad. Nótese el parecido entre personajes y actores, y también cualquier detalle, como por ejemplo el momento en que Alfonso se deja barba. Todo ello para traernos lo que de verdad sucedió en este caso que tuvo demasiada influencia en los medios de comunicación.
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El caso Asunta: Candela Peña, espectacular.
Creo que todos estaremos de acuerdo en que la actuación de Candela Peña, es impresionante. La actriz catalana ha sabido meterse en la piel de Rosario Porto, y nos presenta a una mujer desvalida, con problemas de autoestima, cuya vida está haciendo aguas por todas partes.
Ella es sin duda la pieza clave sobre la que gira el resto de elementos y la que hace que la miniserie El caso Asunta sea aun más interesante de ver. El espectador sentirá emociones opuestas por esta madre y mujer. Incluso se nos erizará la piel cuando la oigamos hablar de su amante en el momento tan poco afortunado en el que lo hace. Dejando a la luz un carácter rozando lo infantil que choca con el esnobismo en el que suele moverse.
Candela Peña tuvo que contar con dos logopedas para ayudarle a simular el acento gallego, algo que contribuye muchísimo a la credibilidad del personaje. La actriz se empeñó a fondo para meterse en el papel de esta madre a la que es difícil de entender, y lo que consigue es mostrarnos un personaje complicado, con muchos matices, y con una peculiar forma de enfrentar la tragedia de la prematura muerte de su hija.
Su papel hará que el espectador dude del veredicto final al que se llegó tras dos años de investigación. Sus continuas confusiones, sus gestos, el tono de sus frases… todo ello contribuye a la creación de un personaje perdido, empeñado en dar pena, que parece deambular y jugar con los hechos. Unas veces parecerá inocente y otras ella misma se mostrará culpable. Todo eso hará que las dudas crezcan y se mezclen con los hechos creando en el espectador cierto malestar por no ser capaz de tener todas las piezas del puzle.
Y no estará sola, junto a ella tenemos a Tristán Ulloa en el papel de Alfonso Basterra; y otros actores y actrices muy conocidos como Javier Gutiérrez, María León, Raúl Arévalo y Alicia Borrachero, por ejemplo.
Netflix nos hace dudar con la miniserie El caso Asunta.
El caso Asunta nos lleva a la noche del 21 de septiembre del 2013 poco después de las diez de la noche, momento en que Rosario Porto y Alfonso Basterra acuden a la comisaria a denunciar la desaparición de su hija Asunta Fong Yang Basterra Porto, una niña de origen asiático que habían adoptado cuando era solamente una bebé de nueve meses de edad.
La pareja se convirtió en ser la primera familia gallega en adoptar un niño de aquel país, motivo por el cual fue objeto de artículos de periódico e incluso entrevistas televisivas. Además, Rosario era un personaje muy conocido en el ámbito social de la época en Santiago de Compostela por venir de una familia con alto poder adquisitivo.
Asunta era una niña modélica. Tenía 12 años de ellas y un coeficiente intelectual por encima de la media, se dedicaba con entusiasmo a sus estudios y a las innumerables clases extraescolares. No era normal que hubiera salido de casa sola a esas horas y sin decírselo a nadie. Pocas horas después se confirmaba el trágico desenlace: Asunta es encontrada sin vida en un camino rural.
En ese momento, empieza una investigación llena de altibajos que concluirá, quizá demasiado rápido, con la detención de Rosario y Alfonso como sospechosos de haber matado a su hija. Y he añadido lo de ‘quizá demasiado rápido‘ porqué el espectador va a sentir, en determinados momentos, muchas dudas sobre la culpabilidad de los progenitores de la pequeña Asunta.
Si eres amante de los true crime, no te puedes perder esta nueva miniserie de Netflix. El caso Asunta vuelve a estar de actualidad para recordarnos lo frágil que es la vida y lo cruel que pueden llegar a ser las personas. Quizá lo peor que nos deja es el no haber sido capaces de encontrar un motivo firme (creo que nunca hay motivos para eso) para que la pequeña Asunta fuera asesinada por sus padres. Todo lo que demuestran son meras conjeturas que cochan muchas veces con los hechos, sobre todo con lo sucedido aquel día en que la niña desapareció.