Netflix nos trae su propia versión de lo que es un western pero para aquellas personas a las que no les gusta ese género: Erase una vez el Oeste, y aunque acabamos de empezar el 2025, todo apunta a que será una de las mejores de este año, por lo menos las críticas así lo dicen. La miniserie cuenta con tan solo seis episodios de una hora de duración cada uno, con una historia atrapante y diversa, ideal para hacer un maratón de sofá, manta y palomitas.
Supongo que no cabe decir que esta serie está adaptada al espectador medio de la plataforma de la N roja, es decir, se trata de una visión muy poco real de lo que sucedió en aquella época, y además han querido ‘actualizarla’ dándole su marca personal, esa que tiene todo lo que se estrena en la plataforma. Así que, si esperas un western al uso, aquí no lo vas a encontrar.
- La guía definitiva del western (parte 1): en el principio…
- La guía definitiva del western (parte 2). Los años de gloria
- La guía definitiva del western (parte 3): la larga agonía
- La guía definitiva del western (parte 4): las últimas rememoraciones
“Es 1857 en el Viejo Oeste. La nación está sumida en la confusión. El dolor domina cada rincón, mientras la inocencia y la tranquilidad pierden la batalla contra el odio y el miedo. La paz, escasa y en retirada, es un tesoro al alcance de muy pocos, al igual que la gracia y la compasión, virtudes raras en estas tierras inhóspitas en las que la única ley que impera es la de la supervivencia.
‘Érase una vez el Oeste’ es una dramatización que analiza el violento conflicto entre culturas, religiones y pueblos, en el que hombres y mujeres luchan y mueren por conservar o dominar esta tierra.”
Así es cómo Netflix describe a esta historia que pretende mostrarnos otra visión de la conquista del Oeste menos conocida, una historia de miedo y lucha por defender un tierra que está en disputa. Una serie que se está llevándose alabanzas tanto por parte de la crítica como por parte de los espectadores.
Erase una vez el Oeste: violencia y crueldad.
Erase una vez el Oeste sigue el viaje que emprende Sara Rowell (Betty Gilpin) y su hijo pequeño Devin (Preston Mota) en busca de su futuro, y acabarán formando una familia peculiar que intenta sobrevivir al caos y terror que surge en su camino hacia una vida mejor.
La miniserie de Netflix es una dramatización ambientada en esa época, aunque algunos de los personajes y hechos que aparecen son reales. Por ejemplo, la serie perfecciona su historia inspirándose en gran medida en la Masacre de Mountian Meadows, que tuvo lugar en la vida real y que fue liderada por Brigham Young y los hombres mormones que él dirigía. En un intento de tomar y conservar la tierra para sí mismos, ejecutaron una masacre y culparon a los Shoshone.
Una conquista del Oeste sangrienta y cruel, llena de una violencia innecesaria que nos hace cuestionar quien de los dos bandos era el ‘civilizado’. Sin duda, una versión que escocerá a algunas personas y que hace que nos paremos a pensar sobre esas otras versiones que siempre hemos visto que nos cuentan una historia diferente a la que vamos a ver aquí.
Desde ya aviso de que Erase una vez el Oeste no es una serie agradable. Hay mucha sangre y destripamientos, mucha violencia que muestra una crueldad extrema, y no hay ni un ápice de felicidad, ni un descanso en el que sus protagonistas puedan ver el lado más amable de la vida.