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“Marvel´s Spider-Man” (PS4): días de gloria para todos

Bienvenidos, auténticos creyentes, a La Tapa del Obseso, la sección de Raúl Sánchez.

En videojuegos de superhéroes hay todo un drama. Hay superhéroes que tienen muchísimos juegos buenos o maravillosos, como Batman y otros como Superman que hay que rastrear hasta la época de las recreativas para encontrar algo decente. Spider-Man tiene cosas divertidas para su época, incluso en 8 bits con el Capitán América, pero que en general han envejecido muy mal. Pero son la excepción, de la que salvamos juegos de lucha como el viejo juego de Los Vengadores, el X-Men: Children of the Atom, el Marvel Super-Heroes y los Marvel vs Capcom. Hay todo un listado de cosas espantosas de Los Cuatro Fantásticos, Thor, el Capitán América, Los Vengadores o Superman. Algunas cosas son como mucho divertidas y olvidables como los X-Men Legends o Marvel Ultimate Alliance. Es por eso que quizás el mejor videojuego que se ha hecho de superhéroes sigue siendo Freedom Force, de Irrational Games (del que hablamos en este blog), cosa que hicieron antes de revolucionar los videojuegos con su Bioshock. La razón es simple: no se limitaron a traer un juego de acción, trajeron también el melodrama, los discursos grandilocuentes, la estética propia del cómic, la lógica de la evolución de los poderes y la relación entre los miembros de un grupo de superseres.

https://www.youtube.com/watch?v=Cua-Oq3o8IU

Aquí debemos ser también comprensivos. Es decir, meter en un videojuego a Superman es complicadísimo. Alguien capaz de volar a supervelocidad, casi invulnerable, con superfuerza…es posible que le pegue más una aventura gráfica o un juego de rol en el que los combates sean por turnos que algo de acción. Quizás pueda hacerse, pero los que se la han pegado en el intento se enfrentaron a algo complicadísimo por la naturaleza de sus poderes en combinación con cómo es el lenguaje de los videojuegos y el medio. Eso vale para gente como Flash, Thor, Wonder Woman y demás personajes que rondan el nivel de poder semidivino o divino. Creo que también es la razón por la que los mejores videojuegos de superhéroes en años son los de Batman, el de Masacre y del que hablaremos hoy, el exclusivo juego de Spider-Man para Playstation 4 realizado por Insomniac Games.

Para quien ya se esté agotando de leer o tenga cosas mejores que hacer lo resumiremos: es un videojuego escandaloso. ¿Te gustan los superhéroes? Te encantará. ¿Te gustan los juegos de mundo abierto y mil cosas por hacer? Te encantará. ¿Te gustan los cómics de Spider-Man desde tiempos inmemoriales? Agradecerás eternamente que los que han hecho el juego se encargaran de hacerlo. El juego representa lo mismo que el primer Batman Arkham Asylum para Batman: el videojuego que es el simulador definitivo del personaje de cómic. El juego es, tal cual, la canción “Glory Days” de Bruce Springsteen. Porque acabarlo te deja con la sensación de que dentro de muchos años vas a dar la tabarra a todo el mundo con lo bueno que era. Quien quiera más, a continuación del vídeo.

El videojuego empieza como deberían empezar desde hace tiempo todos los productos sobre superhéroes. Es decir, no nos cuenta, por enésima vez, el origen de Spider-Man ni nos hacen un pesado relato de los antecedentes psiquiátricos y traumas mentales del protagonista que justifiquen que se disfrace para ir a darse de punchos con delincuentes. Empezamos en la mitad de una ofensiva policial contra el mismísimo Kingpin, con peleas con muchísima gente disparando desde distintas alturas y descubriendo desde el principio que estamos dando chillidos de alegría mientras jugamos. El control del juego es de las cosas más afinadas que se han hecho: Spider-Man es un rayo, esquiva balas, se mueve rápido, salta muchísimo, no para quieto y es lo que siempre soñamos los que llevamos años leyendo sus cómics. Todo lo hacemos con una facilidad de manejo y un control intuitivo a más no poder, hasta el punto que en nada ya hacemos auténticos destrozos a las casi interminables bandas de criminales a los que nos enfrentaremos. Todo sale fluido, todas las combinaciones nos salen casi sin querer, las muchas opciones de golpear son fáciles de hacer y espectaculares. Es una gozada suprema meterse en cualquier fregado, aunque sean unos mindundis robando una tienda.

Y tras eso, la ciudad. Los juegos de mundo abierto tenían, desde el principio, un problema: cómo llenarlos. Es decir, podíamos recurrir al sucio y aburrido truco de ir poniendo cosas por aquí y por allá sin demasiado sentido, como intentando llenar huecos, aunque las cosas no casaran unas con otras. Aunque no tuviera mucho sentido que aparcaramos la lucha contra el dragón que quiere comerse el mundo para irnos a hacer de recadero (que era uno de los errores de Skyrim y en general de los The Elder Scrolls, como comentamos por aquí). The Witcher 3 es de los pocos que arregla este “todo se hunde, pero esperad que me voy a hacer una misión secundaria”: después de todo su protagonista, Geralt de Rivia, es el representante de la clase trabajadora en los juegos de rol. Alguien al que viajar o comprar cosas le cuesta un pico, entre otras cosas por ser un marginado socialmente: tiene que hacer trabajitos esporádicos para sobrevivir y pagarse otras cosas. Ahí la cosa tiene sentido. En Spider-Man también: los atracos, robos de coche o tráficos de droga que nos encontramos balanceandonos por la ciudad tienen todo el sentido del mundo. No es sólo hablar de lo habitual (la ciudad está viva, etc) es que ese tipo de encuentros es el habitual de siempre en los cómics. El tipo de cosa que empieza los cómics o que aparece a la mitad mientras Spidey está pensando en otras cosas o va a algún lado. Los desafíos tienen su sentido argumental y no están disociados de la trama principal. Incluso estos cambian conforme la trama argumental va avanzando, siendo cada vez más. Hay que decir que son las misiones secundarias las que parecen más fuera del resto de la  historia, sin desmerecer en diversión, eso sí.

Hay poco que decir de las misiones principales. Son divertidas, no nos demandan mucho y son muy variadas. Peleas aéreas, persecuciones en túneles de metro, carreras por huecos de ascensor, misiones de sigilo, ciertas partes de aventura gráfica (muy fáciles), puzzles de varios tipos, carreras contrareloj, peleas coordinadas con otros personajes, cambios del personaje jugable. Hay de todo. Hay cosas realmente divertidas como en alguna en la que llevando a Mary Jane tenemos que ir diciendo a Spider-Man a quien debe ir noqueando sin que le vean. Puede que nos maten alguna vez, pero es complicado atascarse: el juego te transmite el papel de Spider-Man en toda su gloria. ¿Y la trama? La trama es una de esas cosas que te reconcilian con el mundo. Quiero decir, que llevamos en los cómics de Spider-Man años desde que se fue Straczynski con muchos altibajos (vamos a llamarlos así) pero de lo mejor que se ha creado en este siglo con el personaje en cualquier medio está en este videojuego.

¿Cómo han logrado que este juego, además de ser divertidísimo, variado, con un control maravilloso tenga algo superior al 90% de cosas publicadas en cómic? Hay muchas razones, pero la principal es haber juntado todas las épocas del personaje en una sola y destilar lo mejor. Lo mejor del Spider-Man de los cómics está aquí. Es otro universo, pero lo han hecho. El juego en su trama podría ser perfectamente parte de los cómics de los años 70-80 del pasado siglo, con sus guerras de bandas, conspiraciones de mafiosos, Marta Plateada, Cabeza de Martillo o Lápida, personajes que no pueden ser más clasicotes del cómic viejuno del personaje. Todo ello mezclado con el nuevo siglo: Miles Morales, Mr. Negativo, la Tia May en la ONG, Peter y MJ siendo amigos sin ser pareja…hay una mezcla prácticamente perfecta entre lo nuevo y lo viejo. Entre los cómics de ayer y de hoy. Entre las películas y los cómic. No expulsa a ningún jugador, venga de donde venga, sino que los acepta con gusto a todos. Es un trabajo de integración de todas las épocas y medios fantástico.

Y luego están los personaje. El juego nos hace querer a Otto Octavius y nos hace no querer que pase lo que ya sabemos que es inevitable. El juego te hace enamorarte de Peter Parker otra vez, porque es la versión estupenda que siempre tuvo que ser en todos los medios posibles. Es decir, el tío estupendo, la buena persona, el neurótico que en los momentos que importan saca lo mejor de sí mismo siempre. No hay rastro del Spider-Man noventero en el personaje. Hace montones de chistes malos en los combates, algunos que te sacan una sonrisa. Es clásicamente heróico. No hay nada de sombrío ni oscuro en él. Es encantador siempre. El juego, además, nos ha traído una de las mejores Mary Jane de siempre. Aquí es una periodista de investigación valiente, fuerte, independiente y también encantadora. No es una supermodelo, no es una chica frívola en sus relaciones a la que luego le encontramos un trauma profundo, no es una relación casi siempre inexplicable para Peter. No. Esta Mary Jane tiene una química con Peter Parker. Sus peleas tienen todo el sentido del mundo: Mary Jane le acusa a Peter de tratarla como una niña indefensa por no tener superpoderes, que ella no es la princesa a rescatar y que puede manejarse perfectamente en su trabajo sin el superhéroe. Y es cierto. La manejaremos directamente a ella y sí, es más que capaz. Aún sin superpoderes. Hay toda una pelea por su parte para que Peter la considere una compañera, una persona de igual a igual y no sólo alguien a quien salvar. Y es creíble. Está hecho con honestidad y sinceridad, hasta el punto de que es complicado no querer a esta Mary Jane como lo hace Peter.

Podría seguir hablando de la trama que va a más, de cómo el juego es uno de los que más gente se lía a cumplir misiones secundarias y es por lo divertidas y amenas que son o lo fantástico y satisfactorio que es balancearse por la ciudad en telaraña o lanzarse contra un grupo de traficantes de droga para lanzarles telarañas, darles patadas, esquivarles con el sentido arácnido o rebotar contra la pared para darles bien en los morros. Podría estar eternamente en ese juego y cada vez que lo encendiera en la Playstation daría las gracias a quienes lo han hecho posible. Y es como voy a acabar esto: gracias, mil gracias, de un aficionado a los cómics de Spider-Man desde hace 30 años y a los videojuegos desde más o menos el mismo tiempo. Nos habéis regalado a todos días y días de gloria.

Sed felices.

Raúl Sánchez
Raúl Sánchez
Arriba es abajo, y negro es blanco. Respiro regularmente. Mi supervivencia de momento parece relativamente segura, por lo que un sentimiento de considerable satisfacción invade mi cuerpo con sobrepeso. Espero que tal regularidad respiratoria se mantenga cuando duerma esta noche. Si esto no pasa tienen vds. mi permiso para vender mis órganos a carnicerías de Ulan Bator.
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