Sinceramente tenía dudas en que sección la web colocar esta ‘joya’ de Mortal Kombat, sí como Retro-Análisis o como Reseña Basura (con todo el cariño hacia la sección de Sofía Ricarte), ya que en ambas categoría encaja a la perfección. ¿Y por qué la he visto si es tan infecta? Pues porque ya me había quitado toda la pelusilla del ombligo y tras haberos traído el análisis de Mortal Kombat de 1995 y el recientemente estrenado ‘reboot’, me sentía con ganas de afrontar este reto para ponérselo difícil de batir a los señores de Jackass. Lo que viene a significar que lo he hecho por masoquismo.
Esta secuela comienza justamente donde lo dejó su predecesora y entonces descubrimos que la mayor parte del elenco ha cambiado, por suerte para ellos no aparecieron en esta calamidad. Después de reponernos de este guantazo, nos percatamos del problema principal que tienen los secuaces de Shao Khan: No pueden caminar, solo dan volteretas y saltos mientras la cámara los enfoca desde abajo. Muy Power Ranger, la verdad. Esta enfermedad también afecta a los personajes principales, en más de una ocasión.
No sé qué ejecutivo, guionista, director o habitante del Mundo exterior pensó que eso quedaba bien en pantalla. Seguro que era muy fan de la mencionada serie. Menos mal que no les puso trajes y cascos de colores a los protagonistas.
La ropa en esta película es otro punto negativo a tener en cuenta, ya que parece sacada de aquellas míticas tiendas de mi infancia de ‘todo a 100 pesetas’ (actualmente llamadas ‘todo a 1 euro’). Ves las vestimentas de Jade, Sindel y cualquiera de los ninjas que aparecen en la cinta (Ermac, Rain, Scorpion, etc) y parecen ‘cosplays’ trasnochados realizados con retales de la tela más barata que pueda encontrar en un telar. Pero no quiero olvidarme de los otros que son igual de increíbles e inolvidables: Smoke y Cyrax. Los dos ninjas convertidos en robots por la ciber-iniciativa de los Lin Kuei lucen mediocres, por utilizar una palabra que no sea malsonante. La armadura es más parecida a las protecciones de un practicante de motocross que al cuerpo metálico de un cyborg creado para destruir. Ocurre igual con los brazos de Jax, dan risa, pena y casi podemos notar la gomaespuma de las piezas pegadas sobre una tela gris. Muy alejadas de intentar parecerse al metal del que se suponen que están fabricadas.
Pero, no solo falla eso, el diseño se acerca en cierta medida al de los videojuegos de la época, pero de entrada se nota que lo que funcionaba en ellos aquí no lo hace. Para este tipo de cosas se realiza algo llamado ‘prueba de pantalla’, para saber si dicho diseño funciona bien. Obviamente, a simple vista nos percatamos que todo tiene aspecto de baratillo y que se ha trabajado muy poco en darle credibilidad a las icónicas vestimentas de estos personajes más allá del parecido razonable.
Los ‘defectos’ especiales (he usado bien la palabra) producen risa, vergüenza y hasta pueden llegar a enfurecer a los amantes de esta gran saga de Ed Boon y John Tobias. La lucha entre Liu Kan y Shao Khan (ambos convertidos en su ‘Animality’) daña los ojos, además de tener peor calidad que algunas cinemáticas de videojuegos de la época. Un despropósito que no arregla ni Industrial Light and Magic en su mejor día. No hay mucho más que decir al respecto: Muy por debajo de lo que cabría esperar de un título como Mortal Kombat y más cercano a la calidad de una serie…. y de las malas.
Mención aparte para los escenarios que están realizados con la misma cutrez que inunda toda la cinta. Un 3×2 en cartón piedra que hace merecedora a Mortal Kombat del infame premio a la peor película de 1998, con diferencia.
Pero ¿Las peleas tendrán calidad? Pues no, he visto luchas a muerte más espectaculares entre koalas.
Lo mejor de la cinta es el poder limpiador de las aguas de los ríos, ya que Sonya tiene una lucha en el barro con una Mileena de marca blanca y ya podéis ver como luce antes y después de encontrar un rio para limpiarse. Os juro que esto, aunque pueda parecer una exageración, es totalmente cierto.
Conclusión
Ni con un palo os acerquéis a este largometraje a no ser que odiéis Mortal Kombat o la uséis para torturar a alguien pero tened en cuenta que el Tribunal de Estrasburgo considera esta secuela como un grave atentado contra los derechos humanos.
Menos mal que la franquicia vive una gran época como videojuego, por que el cine no es que la esté tratando bien.
No creo que haga falta hablar más de este esperpento, más allá de no servir ni para reírse un rato, creo que ahora debería ver Street Fighter de 1994 para seguir con la buena racha.
Aquí os dejo el tráiler de Mortal Kombat: Aniquilación… no me digáis que no os avisé:
Un saludo, Kombatientes.