Norma ha publicado en España el primer volumen de Noir Burlesque (de 2), la última obra como autor completo de Enrico Marini, una historia del más puro género negro a la que no falta ninguna de las características de este tipo de historias. Vamos a ver al tipo duro con buen corazón y a la femme fatale, pasando por los sórdidos escenarios más típicos y las palizas y tiroteos de rigor. Pero eso sí, todo pasando por el bellísimo filtro que suponen los dibujos de un Marini que demuestra que sigue en plena forma en el apartado artístico.
La historia sigue las aventuras de Terry Cole, un excombatiente de la Segunda Guerra Mundial y especialista en atracos que cuando vuelve a casa desde el frente se ve envuelto en el sórdido mundo criminal de Nueva York al tenerse que hacer cargo de una deuda que su cuñado tiene con el capo criminal Rex McKinty, un individuo con el que Terry ya tuvo tratos en el pasado debido a su afición por el mundo del robo antes de la guerra. El problema surge cuando nuestro protagonista se pasa por el local de Rex y descubre que la gran estrella de su espectáculo y prometida del mafioso no es otra que la espectacular Caprice, la mujer que el propio Terry abandonó para irse a combatir alemanes y de la que sigue perdidamente enamorado.
Como se puede comprobar, la historia no es que sea el culmen de la originalidad. Marini es un grandioso dibujante, pero un guionista limitado y él lo sabe. Así que para contar esta historia se deja de complicaciones y usa los clichés del género. Todos los personajes que vemos nos suenan muchísimo ya que parecen salidos de las obras Raymond Chandler, desde ese Terry Cole tan duro como buena persona a la Caprice rompecorazones de la que es imposible no enamorarse o al jefe mafioso sin escrúpulos ni corazón que quiere aprovecharse de Terry. Sin olvidar los secundarios que van desde los típicos secuaces malencarados y malvados al policía que no se sabe muy bien si será de ayuda para nuestro protagonista. Sin olvidar unos escenarios y unos diálogos que parecen sacados de las viejas películas en blanco en negro (“no sé si besarte o matarte”) a las que el autor está constantemente rindiendo homenaje.
Lo bueno es que Marini usa todas estas referencias con la suficiente gracia para que la lectura sea muy entretenida ya que la acción no para ni un momento y siempre están pasando cosas. Giros de guion que vemos venir a lo lejos, también es verdad, pero en ese homenaje a las grandes historias de género negro esta la gracia de este Noir Burlesque.
El dibujo de Enrico Marini brilla como nunca en Noir Burlesque
Pero como ya he dicho, cualquier persona que compre un comic de Marini lo va a hacer principalmente por el dibujo. En este apartado nunca defrauda ya que el suizo es uno de los mejores dibujantes del medio en la actualidad. Y además en este trabajo está realmente inspirado, yo diría que se nota que le apetecía dibujar una historia de género negro y se ha dado el gusto.
En esta ocasión Marini abandona el color para ofrecernos unas magníficas páginas en un soberbio blanco y negro, con algunas pinceladas de tonos rojo para destacar elementos concretos. La elección del rojo parece en principio que no es casualidad, ya que de esta manera hace que sobresalga más la sangre, los labios y el pelo rojo de Caprice, una idea muy atractiva que se diluye un poco ya que, aunque se pueda pensar que busca poner el foco en cosas concretas, al final utiliza ese truco para colorear también elementos estéticos sin mayor relevancia como un coche que pasaba por allí. De todas maneras, tampoco vamos a llevarnos las manos a la cabeza ya que este recurso ya ha sido utilizado por otros autores como Matt Wagner o Frank Miller (en Sim City, otra obra de género negro).
El uso del blanco y negro queda de fábula en una historia de estas características y resalta el aire de homenaje a las películas en blanco y negro de mafiosos y tipos. Marini esta especialmente inspirado a la hora de retratar el ambiente y la atmosfera de la Nueva York de finales de los cuarenta y logra traspórtanos con sus dibujos a esa época mágica y peligrosa mientras vamos pasando las páginas una tras otra. Como nota curiosa hay que decir que el autor opta en esta ocasión por no hacer un acabado tan limpio y defino como nos tiene acostumbrados, valiéndose del uso del color para que sus composiciones tengan un aire “granulado” que recuerda (otra vez) a las viejas películas en blanco y negro y que potencia la gran ambientación de la obra.
También hay que señalar que es imposible no caer rendido ante su Caprice (no olvidemos que ese nombre significa capricho) ya que una de las características propias del dibujante es gran su habilidad para dibujar mujeres bellísimas. Incluso de da el gusto de dibujar un par de escenas eróticas para que no falte de nada.
La edición de Norma es bastante buena, ofreciendo un libro de 104 páginas encuadernado en tapa dura y con un gramaje alto y poroso que reproduce a la perfección los tonos empleados por Marini y que de nueve recuerda el aspecto de las películas de género en blanco y negro. Incluye también bocetos e ilustraciones de los personajes que como no podía ser de otra manera lucen magníficos. Todo por el precio de 25 euros.
En resumen, Noir Burlesque 1 es una historia de género negro con los elementos clásicos de este tipo de obras que, pese a no ofrecer nada nuevo, se deja leer con facilidad y que sobre todo ofrece un apartado artístico soberbio que complementa y eleva la historia haciendo que el lector no pueda apartar los ojos de unas páginas que rezuman belleza y amor por las historias de tipos duros, mujeres fatales y mafiosos de todo tipo y condición.