La ilustradora valenciana Laura Pérez se ha convertido en una de las artistas más interesantes de nuestro país gracias a un estilo gráfico muy personal. Su nombre suena no solo en España, donde ya es toda una estrella, sino también en EEUU donde ha publicado en medios como The Washington Post, National Geographic, Wall Street Journal, o Vanity Fair, sin olvidar su trabajo más mediático: la cabecera de la serie Sólo asesinatos en el edificio de Disney+, trabajo que le valió para estar nominada incluso a un Emmy.
En España hemos podido disfrutar de su trabajo como guionista y dibujante en Ocultos, Tótem y Espanto unas obras e las que la autora crea un universo propio que se expande con Nocturnos, su ultimo trabajo recientemente editado por Astiberri.
El resumen de la editorial es el siguiente: Nocturnos muestra diferentes ecosistemas de la noche, un espacio de tiempo que hemos hecho nuestro a lo largo de la historia, pero que no nos llega a pertenecer, un territorio invisible. La soledad y la inteligencia artificial se hacen hueco en la cama de una mujer que duda si llenar o no el vacío con la irrealidad, una cabaña muestra que no todo es lo que parece, un niño parece recordar entre la oscuridad… Sueños que revelan realidades con información inesperada, universal y fugaz. Asomarnos a lo íntimo y lo privado. Escenas de gente que habita espacios y espacios que habitan en la gente cuando se abren las puertas del ocaso.
Nocturnos es un libro en el que la autora busca que el lector se sumerja en sus páginas para que experimente emociones y sentimientos que van más allá de la pura narración gráfica. La noche y la soledad son los temas principales de un cómic en el que apenas hay diálogos y en el que las historias de sus personajes se van sucediendo sin apenas orden ni concierto mientras se mezcla lo real con lo onírico.
Laura Pérez nos cuenta una serie de pequeñas historias sin ninguna conexión entre si y con muy poco trasfondo en las que muestra su maestría a la hora recrear ambientes gracias a un trazo fino y muy limpio en el que se usan las grandes masas de negros para esconder el mundo oculto y a la vez se utilizan vivos colores para mostrar un elegante contraste entre el mundo nocturno y la luz.
La autora nos propone un viaje al mundo de la noche, donde la humanidad siempre se ha sentido insegura, incluso en estos tiempos modernos de tantos avances tecnológicos. En ese momento entre el sueño y la realidad en el que los miedos nocturnos se apoderan de la gente, donde las fantasías más extrañas cobran vida y donde todo puedo ocurrir.
Pero no hay que esperar historias de terror, todo lo contrario. Todas las historias que podemos leer en Nocturnos muestran un tono intimista y costumbrista con el que la autora quiero mostrarnos que la noche no tiene que ser necesariamente nuestra enemiga.
Hay que advertir que estamos ante un cómic exigente para el lector ya que la falta de un hilo narrativo firme y la concatenación de historias sin relación se alejan muy mucho de los que estamos acostumbrados. Es necesario entrar en el juego que nos propone la autora para poder disfrutar al máximo de unos dibujos sencillos pero bellísimos y de unas historias evocadoras que buscan llevar al lector a la reflexión mientras recuerda las viñetas que ha ido viendo.
La edición de Astiberri hace justicia al trabajo de la autora y nos presenta un bonito libro encuadernado en tapa dura de 192 páginas de alto gramaje en las que poder disfrutar perfectamente del dibujo de Laura Pérez. El precio de venta es de 21 euros.
En resumen, Nocturnos es un libro que se aleja de lo habitual en el mundo del cómic para ofrecer una experiencia cautivadora que busca despertar las emociones de los lectores a través de un viaje oscuro e incluso algo deprimente al mundo de la noche, ese mundo en el que los seres humanos se ven arrastrados todos los días y del que no podemos escapar, así que más nos vale aceptarlo. Y para ello nada mejor que disfrutar de las páginas de Nocturnos.