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Reseña de Occupied segunda temporada, luchando por el poder

Occupied regresa con una segunda temporada que retoma la historia de la primera para enseñarnos como sigue la ocupación rusa de Noruega. Y lo hace con acierto, dejando de lado algunas tramas que podían entorpecer la narración en favor de un certero análisis de la situación política que vive el país nórdico en la serie.

En los ocho episodios que conforman esta vuelta se deja un poco de lado las historias personales para incidir más a fondo en lo que es el verdadero punto fuerte de Occupied que no es otro que las intrigas políticas y las luchas por el poder. Ahora las tramas personales son más instrumentales y sirven para llevar las situaciones a donde quieren los guionistas de cara la situación política.

Han pasado unos ocho meses desde el final de la primera temporada y la situación, lejos de mejorar, sigue enquistándose más y más. Los rusos cada vez se hacen más fuertes en Noruega y no tiene pinta de que se vayan a marchar por las buenas.

Por si esto fuera poco, a lo largo de esta temporada vemos como el gobierno noruego es poco a poco descabezado hasta caer en las manos de Anita Rygh. La que fuera la asistente del antiguo Primer Ministro Jesper Berg se aprovecha de la posición de debilidad de este (en el exilio) para hacerse con el poder.

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Anita Rygh, nueva Primera Ministra de Noruega y un pez nadando entre tiburones

Desde este momento vemos una continua lucha de poderes entre estas dos facciones del gobierno, una la oficial y la otra en el exilio, a la que se puede añadir las acciones de una tercera facción conformada por la resistencia. Todos quieren hacerse con el mando del país y no dudan en hacer cualquier cosa para ello.

Cuando digo cualquier cosa es realmente cualquier cosa, vemos una sucesión de puñaladas traperas, jugadas arriesgadas y actuaciones del todo moralmente reprobables encaminadas sin disimulo a hacerse con el poder y mantenerlo.

Como contrapunto de las acciones de los gobernantes tenemos un personaje nuevo que va a cobrar mucha importancia. Se trata de una joven idealista cuyo novio es detenido por los rusos en los primeros episodios. Esta chica se vale de las herramientas propias de la juventud (importancia de las redes sociales y la apps) para luchar contra lo que ella cree injusto. Pero al final tanto ella como su novio son utilizados sin miramientos por las más altas esferas y pagan un precio por su implicación.

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Los jovenes que buscan lo mejor para su país

Por si fuera poco, los rusos siguen a su aire en Noruega, manipulando a la Primera Ministra (a la que consideran como un eslabón débil del que aprovecharse) para seguir con sus objetivos. Es interesante ver el papel de los oligarcas rusos como agentes de su gobierno interesados en saquear el país nórdico en su propio beneficio. Como en la primera temporada, aunque es una ficción, Occupied es una serie muy pegada a la realidad.

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El oligarca ruso que quiere saquear Noruega

También es muy atractivo el papel de ANita Rygh y su relación con Irina Sidorova, la representante rusa en Noruega. Las dos mujeres no dudan en aliarse aunque en realidad, el frágil equilibrio de poder entre los dos países hace que más que colaborar en una negociación que ponga fin al conflicto, lo que las dos buscan sea hacer prevalecer sus intereses.

Por otro lado, en la primera temporada se echaba en falta una mayor implicación de la Unión Europea y es algo que se soluciona en esta nueva tanda de episodios. Asistimos a una clara internacionalización del conflicto y el papel de los países nórdicos en esta nueva temporada es muy importante, diríamos incluso decisivo a la hora de resolverse la situación. También hay un papel para los países del este de Europa y Francia.

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Jesper Berg intenta que la Unión Europea le ayude

Toda esta intriga política es, como decía, el punto fuerte de la serie. Como en la primera temporada vemos que no todo es blanco ni negro, ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos. Y todo, absolutamente todo, tiene un coste: las acciones, buenas o malas, no quedan sin consecuencias.

Y con una de estas fatídicas consecuencias acaba esta segunda temporada, dejando un Cliffhanger espectacular que hace que desde ya estemos esperando con impaciencia una tercera temporada que promete seguir enganchándonos con este thriller político.

Juanjo Avilés
Juanjo Avilés
Licenciado en periodismo, apasionado de los comics, las (buenas) series de televisión, el cine, los videojuegos y los juegos de mesa... vamos, soy un frikazo total, siempre a vuestro servicio.
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