Shanghái Inmortal es el extravagante debut literario de la sino-canadiense A.Y. Chao, que nos trae una maravillosa historia que mezcla el romance, la fantasía, el folclore asiático y la acción sobrenatural.
Situada en dos versiones muy distintas de una de las ciudades más icónicas de la época dorada del Jazz, y emocionante desde su principio cargado de acción hasta su tierno fin, este devora-páginas contempla temas como como la pertenencia, la identidad, la familia y, cómo no, el amor. Es el homenaje de la autora a la cultura china, filtrada por su experiencia como inmigrante, y resulta una magnífica carta de presentación para este rico universo que atrapa desde el primer instante.
Shanghái mortal y Shanghái inmortal
En la Shanghái de principios del siglo XX y su reflejo en el inframundo, la Shághái Inmortal, conviven espíritus, fantasmas, deidades y demonios de todo tipo perpetuando el eterno ciclo del Ying y el Yang. Dentro de esta vorágine de yaojing se encuentra nuestra protagonista: Lady Jing, medio vampira, medio espíritu-zorro Hulijing, y 100% una impertinente de aúpa con corazón de oro.
Cuando era pequeña, su madre la vendió a Yan Luo Wang, ‘Big Wang’, el Rey del Infierno. Como su tutelada, Lady Jing es encargada de escoltar en secreto al banquero mortal, Tony Lee, para que este pueda negociar la creación de un Banco Central del Infierno durante el consejo Mahjong, una disputa política que tiene la ciudad patas arriba y en la que participan las peores enemigas de Jing: la corte Hulijing, una organización liderada por su abuela que no solo la odia, sino que está empeñada en robar su derecho de nacimiento, una poderosa perla de dragón de valor incalculable.
Tú me completas
Con esta premisa nos sumergimos en un romance fantástico repleto de mitología y folclore Chino, que mezcla unas buenas dosis de acción y fantasía mitológica con ese ambiente tan especial del Shanghái de comienzos del siglo XX. Los altos edificios con art decó del Blund contrastan con los Rickshaw a pie de calle o los puestos callejeros de Xiaolongbao, mientras las deidades del cielo y los habitantes del infierno festejan durante la noche en el Paramount, el salón de baile de moda.
Dentro de este atractivo escenario se desarrollará la floreciente amistad entre nuestros protagonistas. Lady Jing y el señor Lee no podrían ser más distintos: mientras que ella es salvaje, puro caos y sin consideración por nada ni nadie, él es el perfecto retrato del ‘gentleman’ urbanita del principios del siglo pasado, educado, respetuoso y moralmente impecable. Será este choque de caracteres el que hará que estos dos personajes, profundamente dañados por sus pasados, desarrollen una bonita relación en la que el uno suple las carencias del otro. Como diría Jerry Maguire: “tú me completas”.
Un elenco con luces y sombras
Más allá de nuestros dos protagonistas, nos encontramos con un elenco funcional, destacando la mejor amiga de Jing: Lady Gi, y su prometido Ah Lang, así como Big Wang, Cabeza de Toro, Caballuno, el pescador Lo y demás yaojing que completan el cuadro de un Shangái del infierno que se postula como un escenario tenebroso pero lleno de aventuras fantásticas.
El eslabón más débil de la trama viene, tristemente, de la mano de sus villanos. La corte Hulijing, encarnada por Lady Soo y la abuela de Jing, no solo tienen un papel excesivamente escueto en la historia, sino que choca bastante ver a seres con cientos de años de experiencia comportándose como adolescentes enrabietados, algo que podemos perdonar a Jing por sus circunstancias, pero que roba a los antagonistas de cualquier atisbo de credibilidad, convirtiéndoles en poco más que villanos de opereta. Un pequeño desdoro que ni mucho menos empaña la calidad del relato, pero que esperemos cambie en próximas entregas de la saga.
Conclusiones finales
Shanghái Inmortal es una muy buena primera novela que nos presenta personajes interesantes y un rico universo. Su atractiva combinación de romance, acción, mitología y su ambientación en la época dorada del Jazz hará las delicias de los aficionados a la fantasía urbana, la cultura asiática, y por qué no decirlo, al manganime.
No se trata de una novela perfecta, ni mucho menos, pero suple sus carencias con un núcleo emotivo muy bien trabajado y una deliciosa evolución en sus protagonistas que hará que a más de uno se le haga un nudo en el estómago e incluso quizá derrame hasta alguna lagrimita con esta tierna historia de polos opuestos que se atraen, todo envuelto en una emocionante pátina sobrenatural.
Si lo que habéis leído os resulta interesante, dadle una oportunidad: el libro está dispnible de la mano de los amig@s de Minotauro Laberinto. Y si os gusta y queréis más historias de Lady Jing y el bueno del Señor Lee, no le quitéis ojo a la secuela en camino: Paris Celestial, que tendremos en nuestras manos en 2025.
Un saludo y sed felices.