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Volviendo a Phoenix Point (PC, PS4, Xbox One): los extraterrestres siguen queriendo violarnos (pero con condón)

Bienvenidos, auténticos creyentes, a La Tapa del Obseso, la sección de Raúl Sánchez.

En este sacrosanto sitio ya estuvimos hablando de Phoenix Point cuando poco más o menos salió. Desde el exitoso lanzamiento del remake de XCOM (del que también hablamos con gran gloria aquí) hemos tenido muchos juegos intentando beber de sus bases, entre ellos una superior y fantástica segunda parte (aquí). Pero hemos tenido intentos de llevar la fórmula jugable a una mezcla de western y alienígenas (Hard West), a un ambiente de conspiraciones y espionajes o incluso una reivindicación más purista del original de los años 90 con Xenonauts.

Cómo pasó lo de Phoenix Point

Phoenix Point prometía mucho por tener detrás al mismísimo creador del juego original, Julian Gollop, homenajeado en el remake de XCOM. Se financió con una campaña de mecenazgo y tras lograr los objetivos económicos se embarcaron en una polémica con las plataformas en las que saldría de inicio el videojuego. Esa polémica llevó a las habituales críticas en cadena, gente poniendo notas negativas al juego por dicha polémica y demás.

Desde este páginas ya hablamos de las cosas positivas y las que no tanto de Phoenix Point. Por vete a saber qué me encontré no hace tanto retomando el juego desde el principio. Había leído que desde que lo jugué habían metido DLCs gratuitos a quienes fuimos mecenas, que lo habían balanceado y que era casi otro juego. Ya dijimos desde aquí que la curva de dificultad en el plano táctico (los combates) podía ser como el original noventero pero que la parte estratégica podía ser incluso superior en dificultad entre otras cosas por la dificultad para reclutar nuevos agentes para luchar contra las invasiones extraterrestres.

Cómo está ahora Phoenix Point

La versión que se puede jugar de Phoenix Point en agosto de 2021 ha depurado el principal problema estratégico. Es decir, se pueden reclutar nuevos soldados desde tus bases, ya que cada poco tiempo tenemos nuevos candidatos a ser reclutados por simplemente algo de comida. Son baratos, pero vienen sin experiencia y sin nada de equipamiento, cuidado, por lo que habrá que comprarles las armas, las armaduras y lo que queramos meterles. Comparando con los que uno puede reclutar en los refugios puede que sea más caro tener a alguien equipado y con experiencia así. Eso sí: si se nos va muriendo gente podemos ponerle todo lo del muerto al que tenemos en pelotas en alguna de nuestras bases.

Se ha introducido una mayor variedad de misiones, armas e incluso combate aéreo. Hay una mecánica de sitios de donde sacar materiales exóticos para hacer armas que no necesitan munición, lo cual cualquiera que haya jugado Phoenix Point sabrá lo valiosísimo que es en términos económicos. El problema es que conseguirlo es costosísimo en recursos, con lo que metemos otra vía de hacernos fuertes si nos arriesgamos. Se han reducido costes y en general es más fácil en niveles normales no verse demasiado sobrepasado a nivel estratégico.

Como siempre tendremos mucha microgestión en Phoenix Point, lo cual ya va en gustos. Los remakes de XCOM reducen en mucho la microgestión, tanto en número de gente que llevaremos como en posibilidades de elección de equipo. Aquí cada nueva armadura o arma que descubramos necesitará que la fabriquemos una por una, por lo que deberemos tener los recursos necesarios. La microgestión de equipamiento y desarrollo de los personajes va unida a la macrogestión de pensar en términos económicos si determinadas misiones o rescates nos compensan. En ese sentido Phoenix Point es superior en profundidad, complejidad y libertad que los remakes de XCOM. El equilibrio actual es enormemente satisfactorio de jugar por no llevarte guiado y poder avanzar por varias estrategias posibles.

La dificultad del nuevo Phoenix Point

Phoenix Point no se ha vuelto más fácil, pero la curva de dificultad sí se ha ajustado mejor. Los enemigos (en este caso llamados pandorianos) avanzan en sus mutaciones de manera más escalonada y no siempre en términos de sumar más puntos de estadísticas. De hecho las armas a las que iremos teniendo acceso no siempre implican cambios de un 20% en lo que pegaremos. Se ha huído de la progresión de los remakes de XCOM en cuanto a armas o armaduras. También irá por gustos, pero de nuevo el equilibrio en Phoenix Point en cuanto a los avances está más conseguido. Esto se nota en que con el equipamiento más avanzado no estamos tan sobradísimos como sí lo estamos cuando conseguimos el nivel más alto de armas o equipo en los remakes de XCOM.

Phoenix Point acaba con una misión final como corresponde a un juego difícil. Es decir, con un desafío vergonsosamente injusto si vamos a entrarlo a jugar limpiamente. Con lo que solo queda tirar de todas las trampas, puñaladas traperas y cosas miserables a nuestro alcance. En mi caso me llevé a dos técnicos con como 12 torretas láser, ambos con torso neural implantado para poder llevar más peso. Dos soldados pesados lanzaron dos misilazos, salto enorme hasta detrás de las torretas y a dejar a las torretas funcionar. Sí, aun y con eso puedes palmar, la misión final es despiadada y está bien así. Pero, como decimos, con planificación y estrategia se puede pasar. Es decir, está bien diseñada para que sea desafiante pero abordable.

En definitiva, tras pasar un tiempo e irlo parcheando Phoenix Point es como videojuego superior a los dos remakes de XCOM en cuanto a profundidad, complejidad, libertad y ajuste a curva de dificultad. Incluso el trasfondo del juego es más complejo en cuanto a lo que vamos descubriendo de los orígenes del apocalipsis mundial, explícitamente vinculado a la obra de Lovecraft e incluso al propio Lovecraft. Eso sí, implica mucho más tiempo para aprender a jugar, conocer las mecánicas ganadoras y también acabarlo. Si tenemos en cuenta la accesibilidad y capacidad de modificación del juego finalmente los remakes de XCOM podamos considerarlos justos referentes del género al final.

Sed felices.

Raúl Sánchez
Raúl Sánchez
Arriba es abajo, y negro es blanco. Respiro regularmente. Mi supervivencia de momento parece relativamente segura, por lo que un sentimiento de considerable satisfacción invade mi cuerpo con sobrepeso. Espero que tal regularidad respiratoria se mantenga cuando duerma esta noche. Si esto no pasa tienen vds. mi permiso para vender mis órganos a carnicerías de Ulan Bator.
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