Bienvenidos a un nuevo análisis de Perry Mason.
Está lo que es legal y está lo que es correcto.
Perry Mason
Bienvenidos al análisis de un nuevo episodio de Perry Mason, la serie que se ha convertido en el mejor estreno del año de HBO. Hemos pasado el ecuador y por fin ha terminado el proceso que lleva a Perry de detective cutre a incipiente y prometedor abogado. Os dejo con los enlaces a análisis anteriores y vamos al lío.
- Análisis de Perry Mason. Temporada 1. Capítulo 1.
- Análisis de Perry Mason. Temporada 1. Capítulo 2.
- Análisis de Perry Mason. Temporada 1. Capítulo 3.
- Análisis de Perry Mason. Temporada 1. Capítulo 4.
R.I.P. E.B.
Efectivamente, E.B. Jonathan ha muerto y Della Street y Perry se encargan de que su suicidio sea una muerte natural para que el seguro pague la póliza. Como comenta Perry, está lo que es legal y está lo que es correcto. Es una pena que el beneficiario de esa póliza sea el hijo de E.B., que no se llevaba bien con su padre. Quizás habrían podido deducir que E.B. sabía perfectamente lo que hacía cuando se suicidaba y que no tenía intención de que su hijo se beneficiara de su muerte, aunque también hay una cuestión de prestigio, de no dejar que el mundo recordase a E.B. como un suicida.
Tras su muerte, Perry visita a su ex-mujer y pasa unas horas con su hijo. El viaje que realiza, en la parte trasera de una camioneta junto a otros desharrapados, nos remite directamente a Las uvas de la ira, ambientada precisamente en la misma época de la serie. La mujer de Perry le recrimina su trabajo, que considera algo indecente. Eso de ser un huelebraguetas no está bien visto y por eso le dijo a su hijo que su padre es granjero. Una conversación que al final del episodio será determinante, y que me recuerda a un sermón que me soltaba mi padre de pequeño, eso de que es importante poder decir que tu profesión es tal cosa, o tal otra y que lo importante es estudiar. Hay que leer, como dice Perry en el episodio.
Paul Drake
Mientras Perry y Della siguen con el caso, Paul Drake sufre en sus carnes el racismo de la época, lo que provoca un pequeño roce con su mujer. Ella defiende que es mejor aceptar las cosas como están pero a Drake eso le come por dentro. Es claramente un hombre con una rabia contenida por las injusticias que se producen contra él y los suyos, a lo que se añade la injusticia del caso Dobson.
Pete Strickland
Strickland sigue la pista que descubrieron al final del capítulo anterior y que apunta al inspector Ennis. Ennis pilla a Strickland con las manos en la masa e intenta desviar sus sospechas pero no cuela. Strickland trabajó como policía en anti-vicio y ya se conoce como va el tema. Hay mucho más en él de lo que aparenta, un poso de decencia y de honestidad que hace que se dé por pagado con poner a Ennis en su sitio. Lo malo es que todo apunta a que Strickland no terminará la serie. Se ha convertido en el personaje que tiene una diana en la espalda, el próximo en caer.
Hermana Alice
A la Hermana Alice el asunto se le está yendo de las manos. Su empeño en resucitar al bebé Charlie ha provocado un cisma en su iglesia (secta) y le está llevando a un enfrentamiento con su madre. Lo bueno es que con lo que han recaudado en donaciones ha pagado la fianza de Emily Dobson y ya de paso ha montado un buen show, con música, luces y un inválido que se levanta de la silla para dar un par de pasos. Es lo que tiene la sugestión, que hace ver cosas que al final no son para tanto. No es que el inválido haya corrido una marathon. A destacar, a nivel de producción, la escena del show que montan para ese milagro, con la música a todo trapo y todos los feligreses en éxtasis.
Hola, Hamilton Burger (Perry Mason)
El tribunal del caso de Emily ha designado un nuevo abogado defensor, un inútil que está conchabado con la fiscalía. Esto llevará a Della y a Perry a tomar una decisión radical: el falsificar un documento en el que E.B. dice que Perry se ha estado formando con él para superar el examen para ser abogado. Está lo que es legal y está lo que es correcto. Para superar el examen, Della recurre a la ayuda de un licenciado en derecho por Yale y con 20 años de experiencia que resulta ser, ni más ni menos, que Hamilton Burger (Justin Kirk) la eterna némesis de Perry Mason tanto en las novelas como en la serie de Raymond Burr. Si Burger llega a saber el monstruo que creará, creo que no habría accedido a formar a Perry. Claro que él ve a Perry como un arma ya que se trata del ayudante del fiscal y su intención es ocupar su puesto cuando caiga.
Perry Mason acepta su destino y se convierte en abogado en una elipsis que nos ha ahorrado el proceso de estudio para el examen, que es lo que tiene estudiar, que siempre suele ser algo monótono y repetitivo. Una decisión inteligente por parte de los responsables que nos encamina directamente a un Perry Mason que ya conocemos. Destacar una vez más la perfecta simbiosis entre Matthew Rhys y el papel que rechazó Robert Downey Jr., al que no veo ni por un segundo en el papel. Con esto terminamos hasta la semana que viene. Un saludo y sed felices.