¡Bienvenid@s a un nuevo análisis de Patria! Esta semana es el turno del capítulo 3 de esta miniserie que podéis encontrar en HBO. Como señalé en el primer artículo en el que analizaba los dos primeros capítulos, cada semana tendréis un nuevo análisis de los sucesivos episodios que vaya estrenando la plataforma. ¡Sin más dilación, comenzamos el análisis!
Si la semana pasada hacía referencia a la tendencia ascendente presente en los dos primeros capítulos de Patria, esta tercera entrega no hace más que consolidar esa idea. Una vez que todos los personajes principales han sido presentados, nos encontramos ante un episodio en el que se explican diversas incógnitas esenciales para la trama.
¿Por qué Bittori y Miren están tan distanciadas si en el pasado eran íntimas amigas? ¿Qué ha pasado con Joxe Mari tras lo visto en los anteriores episodios? ¿Continuará Bittori buscando la verdad? ¿Qué le responde Joxe Mari a su madre Miren durante su visita en la cárcel? Lo cierto es que Patria nos ofrece un abanico bastante amplio de personajes principales, teniendo todos ellos que contarnos todavía muchas cosas que nos sorprenderán.
Este tercer capítulo retoma la historia donde lo dejó el segundo. Miren se encuentra en una cárcel visitando a su hijo Joxe Mari y durante su conversación, ésta le hace una pregunta. La respuesta de su hijo es muy ambigua. Primero por las imágenes que se nos muestran mientras éste se encontraba todavía en libertad y segundo, por la respuesta en sí, que no acaba de despejar la incógnita. Lo que sí le pide él a su madre es que no hable con Bittori del tema de forma bastante despectiva.
A lo largo de este episodio se lleva a cabo una dura descripción del sufrimiento que conlleva a la familia el hecho de que Joxe Mari haya desaparecido para formar parte de ETA. Su padre, Joxian, y sus hermanos Arantxa y Gorka no pueden procesar los acontecimientos, alguien tan cercano con quien han convivido tantos años se ha marchado de casa de forma repentina. A esto hay que sumar el registro policial a altas horas de la madrugada que supone una experiencia muy traumática, sobre todo para Arantxa. La vida de esta familia está completamente patas arriba.
Pero no solo se hace una descripción del sufrimiento de la familia de Joxe Mari. También seremos testigos de cómo Nerea y sus amigas, de camino al homenaje de un etarra fallecido, se encuentran un control de la Guardia Civil en la carretera. Esta parte del capítulo es muy interesante por diversos factores. Primero, Nerea da a entender que acude a tal evento por simple presión de grupo, por el que dirán si no se presenta. Segundo, Arantxa se niega a ir con ellas después de todas las experiencias que está atravesando. Y tercero, la escena en la que Nerea baja del coche a petición de uno de los agentes. La evolución de este personaje es significativa teniendo en cuenta sus comentarios en esta etapa de su vida y su postura años después de la muerte de su padre.
Patria no hace concesiones, nos muestra lo mejor y lo peor del ser humano. Nos enseña cómo la violencia afecta y destroza a todos, cómo personas que no apoyaban a la organización terrorista se veían inmersos en situaciones horribles. Estos eventos marcan profundamente a nuestros protagonistas. Muchas de las decisiones que tomen en el futuro estarán claramente influenciadas por estas experiencias.
En cuanto a la desaparición de Joxe Mari, en el segundo capítulo veíamos cómo abandonaba su casa para irse a vivir con unos amigos según sus propias palabras. Tanto su familia como los propios espectadores seremos conscientes desde el primer momento que no se trata de una simple despedida. Joxe Mari se marcha para no volver en mucho tiempo. En una de las secuencias seremos testigos de cómo tanto él como uno de sus compañeros huyen del piso en el que se instalan tras una operación policial.
En este tercer capítulo, se nos cuenta qué ha pasado con los dos tras este suceso. Seremos testigos de lo que esperaba a aquellos que decidían entrar a formar parte de ETA. El conductor que los recoge para llevarlos a algún lugar de Francia lo describe con una palabra: clandestinidad. Tanto Joxe Mari como su compañero deberán dejarlo todo atrás, solo podrán ponerse en contacto con sus familiares a través de un correo seguro que la propia organización pondría a su disposición.
Así se lo explica el dueño de una herriko taberna a Miren cuando ésta intenta ponerse en contacto con su hijo al enterarse de que Joxe Mari se marchó para entrar en ETA. En este momento seremos conscientes de la evolución tan drástica que ha sufrido Miren. A lo largo de estos tres episodios se nos dan pinceladas de cómo este personaje se va radicalizando y pasa de un extremo a otro.
Sin embargo, este capítulo nos proporciona la clave para entender qué ha pasado entre Bittori y Miren. Las dos siguen siendo amigas incluso después de conocer la situación actual de Joxe Mari, aunque Miren empieza a dar muestras inquietantes de lo que va a ocurrir. No es hasta que Txato empieza a ser señalado por la banda terrorista mediante pintadas en el pueblo cuando Miren rompe la relación de forma unilateral.
Bittori no comprende esta actitud e intenta hablar con ella pero Miren ha tomado una decisión en firme aunque también es cierto que en una de las escenas podremos ver cómo esto le produce mucho sufrimiento. La irracionalidad de la que empieza a hacer gala a partir de este momento representa un punto de inflexión en este personaje.
Estos grafitis no solo cambian la relación entre Bittori y Miren. La amistad que Joxian y Txato tenían también se ve radicalmente alterada. Al contrario que su mujer, Joxian no toma una postura radical, resistiéndose al principio a perder el contacto con su amigo y su familia. Sin embargo, acaba sucumbiendo a la presión social que supone que le vean acompañado de un objetivo de la banda armada. Miren tampoco ayuda a que esto sea de otra forma a lo cual Joxian reacciona con asombro.
Por último, hacer mención al acercamiento de Bittori hacia Arantxa. Esta escena es un claro ejemplo del cariño que existía entre los miembros de las dos familias. Bittori se aproxima a la hija de Miren en una plaza y entabla una breve conversación. Miren llega en ese preciso instante y observa la escena. A continuación, vemos un enfrentamiento entre Arantxa y su madre que no está de acuerdo con la postura de su hija. La matriarca se encuentra muy sola ya que ningún miembro de la familia apoya su postura.
Estamos llegando casi al ecuador de esta producción. A estas alturas me atrevo a recomendar esta serie a todo aquel que quiera conocer este oscuro episodio de nuestra historia. Las interpretaciones, la ambientación, las distintas tramas con sus saltos temporales… Cada detalle está cuidado con mimo. Ya espero con ganas el cuarto episodio de esta gran serie. Nos vemos la semana que viene.
¡Un saludo y sed felices!