‘Aquaman y el Reino Perdido’ (2023) | Flojísimo final para el rey atlante y el DCEU

‘Aquaman y el reino perdido’ ha sido un fracaso de taquilla, como casi todos los estrenos superheroicos de este 2023, pese a que pude asistir al cine el mismo día de su estreno, la crítica llega un poco tarde, ya que mis quehaceres como lavaplatos en el castillo de Atlantis me han mantenido ocupado. Aunque es cierto que no quería dejar pasar la oportunidad de hablar del cierre del DCEU que comenzó con ‘El Hombre de Acero’ de 2013.

La secuela de ‘Aquaman’ dirigida de nuevo por James Wan nos devuelve al mundo submarino de Atlantis, donde el héroe interpretado por Jason Momoa debe enfrentarse a la ardua tarea de ser rey. Obviamente esto no será todo, ya que Black Manta ha regresado, más poderoso que nunca, para destruir todo lo que Arthur ha construido. Esto lo va a llevar a aliarse con su hermanastro Orm, al que da vida Patrick Wilson.

La película tiene un tono más humorístico que la primera entrega (pese a que sigue coqueteando con el terror), lo que puede gustar a algunos espectadores y decepcionar a otros. El problema es que el humor no siempre funciona y a veces resulta forzado o infantil. Además, la trama es muy predecible y repetitiva, con una sucesión de escenas de acción que no aportan nada nuevo al género. La película se salva por el carisma de Momoa y Wilson, que tienen una buena química y tiran mucho del cliché de ‘pez fuera del agua’ de Orm… Perdón por el chiste malo.

‘Aquaman y el reino perdido’ es una ‘buddy movie’ que se apoya en todas premisas de ese subgénero sin aportar nada que la haga destacar de otros grandes nombres como ‘Arma letal’, ‘Límite 48 horas’ y un largo etcétera.

Reconozco el esfuerzo visual y el diseño de producción para ampliar el universo submarino lleno de color y fantasía de la primera entrega. Sin embargo, eso no es suficiente para compensar las carencias de un guion que no sabe aprovechar el potencial de sus personajes y se limita a reciclar clichés y referencias de otras películas de aventuras. Básicamente ‘Aquaman y el reino perdido’ es una película entretenida pero olvidable, que cierra la etapa de DC con más pena que gloria.

Es cierto que algunos diseños, como el reino perdido, nos va a recordar a ciertos lugares de ‘El Señor de los Anillos’ como Minas Morgul. Todos recordamos aquella mítica escena en la que Frodo y Sam llegan a ese lugar y ven partir a los ejércitos de Sauron comandados por el rey brujo.

Más allá de eso, se nota que James Wan es un director que ama el terror y se siente cómodo en él; las partes en las que la cinta se torna más oscura son las más destacables. Al igual que en la primera entrega gustó mucho todo lo que envolvió a ‘La Fosa’ , aquí el Reino perdido es muy rescatable.

Los personajes de Mera (Amber Heard) y Atlanna (Nicole Kidman) quedan en muy segundo plano, aunque sí es cierto que la primera tiene bastantes momentos en los que brilla y demuestra que es alguien poderoso al que tener en cuenta.

Black Manta es un villano arquetípico que no va a pasar a la historia, sin evolución ni trama más allá de la venganza.

Conclusión

‘Aquaman y el reino perdido’ es una cinta entretenida, aunque es cierto que hay que apagar ligeramente el cerebro para que su guion excesivamente flojo no nos rechine. Un final muy descafeinado del DCEU sin DCEU, ya que toda referencia a dicho universo cinematográfico ha desaparecido del filme. Aunque sí tenemos guiño a la competencia.

Todo gira en torno a Momoa y Wilson .  Y si bien su química es innegable, lo demás funciona solo por momentos y eso hace que esta cinta sea una muy del montón que quizás hace 5 años hubiera funcionado mejor, pero ahora es otra muesca en la columna de fracasos del cine superheroico.

Con ‘Aquaman y el Reino perdido’ decimos adiós al muy irregular DCEU y nos aprestamos a recibir un 2024 en el que ‘Joker 2’ será la apuesta de Warner Discovery hasta que en 2025 James Gunn inicie su nuevo universo cinematográfico con ‘Superman Legacy’.

Aquí os dejo el tráiler de ‘Aquaman y El Reino Perdido:

Un saludo y sed felices.