El gran maestro Brian De Palma está hoy cumpliendo ochenta años de vida, buena parte de los cuales dedicó a dejarnos algunos de los títulos más recordados y emblemáticos de la historia del cine. Es una buena ocasión para hacer un repaso de sus diez mejores películas.
Hijo de un cirujano italiano, Brian De Palma nació un 11 de septiembre de 1940 en Newark, New Jersey. Con más de treinta largometrajes en su haber e ignorado absolutamente en las entregas de premios, es un ejemplo de saber imponer personalidad y estilo aun a pesar de los embates de la crítica que, durante bastante tiempo, le fue esquiva. Casi no hay, en su vasta filmografía, filme que no haya sido reivindicado en retrospectiva por el paso del tiempo, pero no al momento de ver la luz: muy pocos y contados con los dedos.
Como es habitual, quienes no entendieron ni remotamente el concepto estético de sus películas, son los que después le levantaron un pedestal y colocaron mirra a sus pies. Hoy está cumpliendo ochenta años y lo homenajeamos con esta lista de sus diez mejores filmes.
# 10 – Misión Imposible (Mission: Impossible), 1996
Es cierto que parece una película pensada para el lucimiento personal de Tom Cruise, quien ofició como productor y tuvo roces con De Palma por la diferente concepción de un filme que, encima, estaba hecho sobre un guión que ya venía trabajando Sydney Pollack antes de abandonar el proyecto.
Apenas comenzada la película, prácticamente todo el equipo de agentes es asesinado y, por supuesto, queda solo Cruise: algo así como hacer un filme de Star Trek y matar a los veinte minutos a toda la tripulación de la Enterprise salvo a Kirk (que sería interpretado también por él).
Con todo, es una atractiva y visualmente lograda recreación de la serie de los sesenta y, aunque la música está compuesta por Danny Elfman, es un gran acierto incluir en la banda sonora el tema original de Lalo Schiffrin sin el cual ninguna misión puede tildarse de imposible.
En casi toda película de Brian De Palma, por otra parte, tiene que haber una mujer hermosa y en este caso es Emanuelle Béart, de quien no les puedo decir qué papel hace porque revelaría algunos spoilers con respecto a la base de la trama que conté más arriba.
# 9 – Femme Fatale, 2002
Para muchos, el feliz retorno de De Palma al thriller de suspenso hitchcockiano, género en el cual se destacó entre finales de los setenta y la primera mitad de los ochenta. Por supuesto que hay una mujer hermosa (Rebecca Romijn), quien seduce a la amante de un director de cine a los efectos de robarle un collar, lo cual hace dejando por el camino a un cómplice. Años después, unas fotos casuales tomadas por un paparazzo (sí, en singular se dice así) interpretado por Antonio Banderas, vuelve a echar luz sobre el asunto.
# 8 – Ojos de Serpiente (Snake Eyes), 1998
Lo que hace grande a esta película es, sin duda, su escena inicial. Esos trece primeros minutos en una única toma con la cámara llevándonos a través de un estadio en el cual se está produciendo un combate de boxeo por el título mundial, constituyen una verdadera hazaña fílmica que, aunque hoy pueda quedar eclipsada tras haber visto 1917, debe ser vista en su contexto de época. Lo que hace De Palma en ese inicio es una lección de cine con mayúsculas y aun cuando después haya una película, solo esos trece minutos alcanzan para darle patente de grande.
En esa escena vemos a un hiperkinético agente de policía de Atlantic City (Nicolas Cage), quien tiene la tarea de ayudar a un amigo suyo (Gary Sinise) a proteger al secretario de defensa, que se encuentra en el estadio. En un episodio confuso y mientras el campeón besa la lona, el funcionario es asesinado de un disparo en la garganta (al parecer por un terrorista palestino) y ello no solo causará gran revuelo nacional e internacional, sino también que el propio agente se involucre en la investigación del caso, intrigado especialmente por una enigmática mujer (Carla Gugino), a quien viera segundos antes discutiendo con la víctima y que, al parecer, se alejó de allí con una herida en su brazo, producto del mismo atentado.
# 7 – Blow Out, 1981
Si algo caracterizó siempre a De Palma es su tendencia a homenajear a los grandes directores que lo formaron e influyeron, en este caso Michelangelo Antonioni, de cuya película Blow Up (1966), toma una idea original para construir un thriller hitchockiano en el cual un técnico en sonido de películas de bajo presupuesto (John Travolta) logra captar, por accidente, audios que guardan relación con un asesinato en el cual se halla involucrado un candidato a la presidencia (en la película de Antonioni, la prueba casual aparecía en una fotografía al ser ampliada).
Elogiada por la crítica en este caso, la película tuvo, sin embargo y lamentablemente, una tibia respuesta de audiencia en las salas cinematográficas.
# 6 – Atrapado por su Pasado (Carlito´s Way), 1993
La vuelta de De Palma al género gangsteril, recurriendo incluso a Al Pacino como en los tiempos de Scarface (como curiosidad, la película fue estrenada en Perú como Caracortada 2, aunque no tiene nada que ver). Está basada en una de las dos novelas de Edwin Torres sobre el personaje Carlito Brigante pero, a pesar del título, no toma como base a la primera de ellas (llamada justamente Carlito´s Way) sino a la segunda (After Hours: no confundir con la película de Scorsese de igual título pero sin relación). La elección de adaptar el segundo libro en lugar del primero tuvo que ver con que allí la edad del personaje encajaba más con la que Pacino tenía en ese momento.
Un traficante de heroína que ha sido condenado a treinta años de prisión logra que su abogado lo saque a los cinco gracias a que su proceso judicial había estado teñido de irregularidades. Ya libre, su idea es alejarse por completo del crimen, pero es prácticamente imposible desprenderse de la huella que ha dejado el pasado en él o de las historias que ha dejado inconclusas. En una de las grandes películas de gangsters de todos los tiempos, un siempre brillante Pacino (especialista en personajes que no son ni buenos ni malos) es secundado por Sean Penn, Penelope Ann Miller y Viggo Mortensen. Como curiosidad, el papel de Saso (propietario de un club nocturno) es interpretado por Jorge Porcel, actor cómico argentino muy asociado a comedias picarescas de bajo presupuesto (según mis amigos españoles, un equivalente de Mariano Ozores).
# 5 – Doble Cuerpo (Body Double), 1984
También conocida en algunos países latinoamericanos como Doble de Cuerpo. Las referencias al cine B a mitad de camino entre la parodia y el homenaje son una constante en Brian De Palma y especialmente en su etapa más creativa en la cual la crítica no tenía la menor idea de lo que estaba haciendo y sus películas muchas veces eran consideradas parte del mismo cine basura que él parodiaba. De alguna forma allanó el camino para que Quentin Tarantino o Robert Rodríguez no la tuvieran luego tan difícil.
En esta película bien icónica de los ochenta, Craig Wasson interpreta justamente a un actor de filmes de terror clase B al cual un compañero de trabajo le ofrece un departamento para quedarse. Lo que no sabe es que el lugar además tiene un telescopio y que a través de la ventana puede disfrutar de un espectáculo único, pues la hermosa vecina del departamento de enfrente (Deborah Shelton) brinda cada noche un sensual baile en soledad mientras se desviste antes de ir a la cama.
Como suele ocurrir con todo voyeur en el cine, terminará viendo algo terriblemente traumático sobre lo cual no quiero contar mucho más. El filme es un claro homenaje a títulos de Hitchcock como La Ventana Indiscreta (Rear Window, 1954) o Vertigo (1958) con la variante de que el personaje aquí no sufre de vértigo sino de claustrofobia. Además fue el primer éxito de Melanie Griffith (no voy a decir qué papel interpreta pero digamos que justifica el título), a la cual, según se dice, De Palma contrató sin tener idea de sus dotes actorales sino solo por enterarse que era hija de Tippi Hedren, la actriz de Los Pájaros (The Birds, 1963).
# 4 – Los Intocables (The Untouchables), 1987
Esta fue una de las pocas películas de De Palma que gozaron del favor tanto de la crítica como del público al momento de su estreno y no con demora. Con una magistral recreación de la Chicago de los años veinte y de los tiempos de la ley seca, nos cuenta la historia del célebre Eliot Ness (Kevin Costner) tras los pasos de Al Capone (Robert De Niro), tarea para la cual recluta a un grupo de especialistas integrado por Jim Malone (Sean Connery), Oscar Wallace (Charles Martin Smith) y George Stone (Andy García).
La escena inicial de la niña y el portafolio es uno de los comienzos más impactantes y desgarradores de la historia del cine, así como inolvidable e icónica la de la escalinata, en la cual una vez más De Palma rinde tributo al cine que lo influyó, ya que la misma constituye un clarísimo homenaje a la clásica película soviética El Acorazado Potemkin (Sergei Eisenstein, 1926). Yo siempre sostengo que De Palma es el director que mejor maneja la cámara lenta y que logra que ese recurso (banal en muchos) termine por ser sublime: en esa escena lo demuestra con creces.
Si todo lo dicho hasta aquí fuera poco, hay que agregar que el guión y la banda sonora están a cargo de dos grandes con todas las letras: David Mamet y Ennio Morricone, respectivamente.
# 3 – Carrie, 1976
Sin duda una de las mejores adaptaciones que se han hecho de Stephen King para la pantalla grande. Carrie (formidable Sissy Spacek) es una auténtica loser, una muchacha que sufre constantemente las burlas de sus compañeros de colegio sumadas al delirio místico de su madre, hasta que, llegado un momento, todo estallará y dejará salir afuera un poder que siempre tuvo pero no ocasión de manifestarlo.
Es increíble la cantidad de escenas icónicas que ha dejado De Palma en sus filmes y aquí hay dos más. Inolvidable, por un lado, la del baile de la promoción con la cruel broma del cubo repleto con sangre de cerdo y el caos que se desata luego al haberse metido con quien no debían. La secuencia completa es otra clase magistral de cine: la cámara lenta del principio y que nos presagia lo peor; la suspensión de la música cuando la fatídica broma está hecha; los rostros girando en un círculo de crueldad mientras ríen a carcajadas; la pantalla dividida en dos (otro toque genial e innovador que el director venía utilizando desde la película Hermanas, de 1973). La otra escena inolvidable, sin lugar a dudas, es la del final en el cementerio: no digo mucho ya que, si nunca han visto el filme, desaparece la sorpresa.
# 2 – El Precio del Poder o Caracortada (Scarface), 1983
Primera gran incursión de De Palma por la puerta grande del cine gangsteril. El filme, de hecho, está basado en la película también llamada Scarface (Howard Hawks, 1932), con la diferencia de que el mafioso italiano Tony Camonte pasa a ser el inmigrante cubano Tony Montana (Al Pacino) y la acción es trasladada de Chicago a Miami.
Mientras se encuentra en el campamento de exiliados en Cayo Hueso a la espera de una solución política para su situación de ilegal, Tony recibe el encargo de asesinar a un jefe comunista que también se halla en el lugar y ello será el inicio de una serie de actividades ilegales que lo irán encumbrando cada vez más en operaciones de ese tipo y sobre todo ligadas al tráfico de cocaína. Ya que tanto hemos hablado de escenas icónicas, cómo olvidar su expresión desencajada mientras no cesa de disparar su ametralladora.
Hoy puede parecer increíble, pero esta joya fue, en su momento, un fracaso de público y, además, destrozada sin piedad por la crítica que, sin entender nada, la denostó por su “violencia sin sentido”.
Por último, hay que decir que el personaje de Tony Montana está muy inspirado en Al Capone (casi un anuncio de Los Intocables) y que esta película significó el primer gran impacto en la carrera de una entonces muy joven Michelle Pfeiffer. Como dato significativo, tanto esta película como Atrapado por su Pasado y Los Intocables han sido incluidas por mi compañero Fernando en un enorme artículo sobre las películas imprescindibles de mafia.
# 1 – Vestida para Matar (Dressed to Kill), 1980
Creo que es el mejor homenaje a Hitchcock que se haya hecho. También podría decirse que es el mejor filme de Hitchcock no hecho por Hitchcock, pero eso sería faltar el respeto a De Palma, quien logra que la película, entre tanta referencia y homenaje, termine siendo, sin embargo, muy personal y marcada por su sello.
La historia comienza girando en torno a un ama de casa frustrada sexualmente e interpretada por el mejor par de piernas de la historia del cine (léase Angie Dickinson), cuya elección para el papel dista de ser casual pues había sido una de las que primero se habían barajado para el papel que luego terminara interpretando Janet Leigh en Psicosis (1960), icónico filme del cual, si les interesa, pueden leer el artículo que publiqué hace poco con motivo de cumplirse sesenta años de su estreno. O sea, Angie se zafó de morir en la ducha, pero De Palma se encargó de que no siguiera escapando…
Hay un asesinato, un psicoanalista (Michael Caine), una enigmática asesina en las sombras, una bizarra y a la vez fina carga de erotismo, mucho de represión sexual, un hijo (Keith Gordon) que busca esclarecer lo ocurrido con su madre y una prostituta (Nancy Allen, por ese entonces esposa del director) que ha sido testigo de un crimen.
Otra vez De Palma se luce con la cámara lenta, particularmente en la secuencia del museo y hasta está la escena de la ducha, aunque con una sorpresa. Obra maestra que, en su momento y una vez más, tampoco fue comprendida por la crítica, que solo vio una película clase B convencional. En relación a ello, el filme se estrenó en Estados Unidos con un par de escenas censuradas (menos vello púbico y menos sangre) y recibió calificación X. El público, no obstante, la convirtió en un éxito.
Y esta ha sido la lista. Solo a los efectos de mencionar algunas que han quedado fuera, podemos nombrar películas muy dignas e injustamente infravaloradas como Hermanas (su primer gran éxito), El Fantasma del Paraíso (interesante musical basado muy vagamente en El Fantasma de la Ópera con toques de Fausto y Dorian Gray), La Furia (un logrado thriller sobrenatural), Corazones de Hierro (sobre la guerra de Vietnam, también conocida como Pecados de Guerra), Redacted (también bélica pero en Irak), o Misión a Marte (injustamente maltratada por la crítica y que, sin embargo, abrió el camino hacia el planeta rojo para otros realizadores).
En lo personal, no hay película de Brian que no me guste. Hasta La Hoguera de las Vanidades, sin ser un gran filme, me parece razonablemente digna y no el desastre que le han endilgado.
Espero que les haya gustado la lista y me hagan saber qué películas ustedes incluirían o si no están de acuerdo con el orden. Por lo pronto, solo queda decir… ¡Feliz cumpleaños, Brian!
Gracias por leer. Hasta la próxima y sean felices…
Buenas, es un director que me gusta bastante, no he visto todas pero si varias, personalmente mi preferida es Los intocables de Elliott Ness. Y por incluir una, incluiría La Dalia Negra, que aunque tiene sus fallos, no es la mejor interpretación de Josh Harnett y eso que venía de El Caso Slevin, es una película bien hecha y disfrutable, sobretodo para los amantes del cine negro, saludos.
Hola Sergio:
Gracias por leer y por comentar! Buen aporte la Dalia Negra… buena película; tal como dije en el artículo, no recuerdo una de De Palma que no me haya gustado para nada. Por eso se me hizo difícil elegir diez. Gracias por el aporte, Sergio! Que estés bien, un saludo.