El pasado 2 de junio llegaba a Prime Video El pacto, de Guy Ritchie, quizás el director más en forma ahora mismo viendo (casi) todo lo que ha estrenado desde la excelsa Operación U.N.C.L.E.
¿Y de qué va El pacto?
La nueva película del realizador de Despierta la furia, es un drama bélico muy potente y con dos partes muy diferenciadas. La película se ambienta en los últimos años de la intervención de tropas americanas en Afganistán y la cantidad de afganos que se buscaron la vida aliándose con Estados Unidos trabajando de intérpretes de los soldados americanos. Uno de ellos es el coprotagonista de El pacto, Ahmed, interpretado por Dar Salim.
El otro protagonista es Jake Gyllenhaal, el sargento John Kinley, que se encarga de buscar redes de talibanes donde se fabriquen explosivos. Una de estas misiones saldrá mal y la unidad liderada por Kinley es eliminada y el sargento herido de gravedad. Ahmed, hasta entonces, una molestia más que otra cosa, sobrevive y decide trasladar al malherido sargento a terreno amigo.
Esta es la primera parte de la película, donde destaca Salim más que el propio Gyllenhaal. Sobre todo en la parte de la huida. Antes la película tiene escenas de tensión y bélicas muy conseguidas. Hay partes en la huida montaña abajo que me recordaban mucho a esa película bélica a reivindicar, El único superviviente, de Peter Berg. Curiosamente en ambas trabaja el secundario Alexander Ludwig.
Honor, lealtad, sacrificio
La segunda parte de la cinta nos transporta a Estados Unidos, al día a día de un veterano. La vuelta a casa. Héroe en Afganistán, don nadie en su tierra. Y lo peor es que tiene una deuda de honor con el hombre que le salvó la vida.
Aquí hay que hacer una puntualización. Y es que a los intérpretes se les prometía un visado americano por la colaboración, pero ya se sabe, del dicho al hecho… Esos visados podían tardar en tramitarse un año y Ahmed no tiene ese tiempo. Y las deudas de honor han de pagarse.
Guy Ritchie se muestra muy sólido en su primer acercamiento al género
Sorprende ver que Ritchie haya dirigido esta cinta, pero ya nos sorprendió (quienes conozcan la filmografía del realizador saben a que me refiero) cuando dirigió Despierta la furia. El realizador británico se muestra con mucha soltura en el género del drama bélico para ser su primera vez. Y aunque brilla en esa dos partes de la cinta a las que aludíamos, se muestra más crítico e incisivo en la segunda parte. Con una crítica velada al mostrar el olvido de los de arriba para quienes ayudaron como intérpretes y que fueron olvidados y dejados a su suerte cuando el ejército americano abandonó territorio enemigo. Y como no, también a Ritchie le da tiempo para mostrarnos las secuelas de los veteranos de guerra.
Consideraciones finales
El acercamiento de Guy Ritchie al género bélico es todo un acierto. Una cinta muy recomendable, donde destaca una muy buena ambientación, buenos actores y una muy buena banda sonora de Christopher Benstead. Por contra hay que lamentar el fiasco que ha supuesto la película en su carrera comercial. Con un presupuesto ajustado de 55 millones de dólares, la película solo ha generado en su recorrido en salas de cine 17 millones. Que Amazon haya ido al rescate para su distribución internacional puede que salve a Ritchie de una buena bronca en los despachos.
Y es que es una lástima que esta película haya pasado desapercibida, El pacto te mantiene dos horas pegados a la pantalla con una tensión desbordante y eso cada vez cuesta más de conseguir. Guy Ritchie nos tiene bien acostumbrados.
En su último período de servicio en Afganistán, el sargento John Kinley incorpora al intérprete local Ahmed para que sea su traductor en la región. Cuando su unidad sufre una emboscada, Kinley y Ahmed son los únicos supervivientes. Con los enemigos persiguiéndoles, Ahmed arriesga su propia vida para intentar llevar a Kinley herido a través de kilómetros de terreno agotador a un lugar seguro.
Un saludo y sed felices.