Saludos a todo el mundo. En una nueva entrega de esta sección dedicada al western, quiero hablaros de las distintas formas en las que, a través del cine, el western se ha mezclado con otros géneros, o bien ha sido en esencia inspiración para la presentación de otro género de una forma distinta. Me explico. En esta web, sin ir más lejos, os reseñé en su día las series Firefly y Galaxy Rangers, que no solamente tenían estética de western sino que además recogían muchos de los elementos característicos del género, pero lo que hacía ambas series diferentes a otras muchas, eran que estaban… ¡ambientadas en el espacio!
Exacto, en ambos casos, acompañábamos a un grupo de personajes mientras vivían una y otra aventura en diferentes rincones de la galaxia. Y en el caso de Firefly, tras su cancelación, y gracias al apoyo de los fans, tuvo una adaptación al cine que continuaba la historia, llamada “Serenity”. Es por eso que, como decía anteriormente, el western como tal sigue gozando de buena salud y cada año se ruedan películas basadas en el concepto más clásico posible del género, pero no hay que olvidar que un género puede servir de inspiración a otro u otros, y es por eso por lo que hoy quiero hablaros un poco del tema.
Sirvan de ejemplo inicial varias películas del gran John Carpenter, confeso admirador del western. Así pues, en”Asalto a la comisaría del distrito 13″, “Vampiros” y “Fantasmas de Marte”, vemos representados muchos aspectos del western. En la primera de las mencionadas, basada en el clásico del oeste “Río Bravo” de Howard Hawks, vemos un ejemplo de modernización, pues si bien en Río Bravo la historia va sobre un criminal encerrado en una cárcel y al cual intentarán rescatar por todos los medios sus compinches, siendo los agentes de la ley el último obstáculo para ello, en la versión de Carpenter la trama es similar, pero ambientada en la década de los 70, y no en el salvaje oeste. En cuanto a Vampiros, tenemos escenarios polvorientos, personajes enemistados, un poco de camaradería, y un aire a western moderno por los cuatro costados, por más que la película sea de vampiros que quieren caminar a la luz del sol. Por otra parte, en Fantasmas de Marte la tónica era similar, salvo que aquí la época donde transcurre todo es en el futuro, y en lugar de vampiros los malos son personas poseídas por un antiguo mal.
Pero hay más casos de lo comentado. El clásico “Atmósfera cero” es otro ejemplo. Tenemos aquí una historia espacial donde Sean Connery, agente de policía, es enviado a una colonia minera en el espacio para investigar unas muertes, y huelga decir que llegado el momento de más acción de la película, nos encontramos una clara reminiscencia al clásico “Sólo ante el peligro”. Sigamos con el tema. Una mezcla extraña en su día, a pesar de que estuviese basada en un cómic, fue la película “Cowboys & Aliens”, donde veíamos una historia de vaqueros, ambientada en la época del salvaje oeste, pero con un elemento diferente: había alienígenas de por medio. Mezclando western, robots y tecnología tenemos “Almas de metal” (a día de hoy en formato de serie es “Westworld”), que va sobre un parque de atracciones donde los robots ejercen de anfitriones para los huéspedes humanos, siendo una de las áreas recreativas el salvaje oeste.
También podemos englobar como un western futurista la saga de Mad Max, que como sabéis tiene cuatro entregas hasta la fecha y tiene muchos de los elementos característicos del género grabados a fuego en cada una de sus partes y en la forma de ser de Max, el protagonista. En esa línea “El libro de Eli” viene a ser más de lo mismo, futuro apocalíptico, personajes y desarrollo de la historia con gran inspiración en el western clásico. La fallida y cansina “Mensajero del futuro” de Kevin Costner venía a ser también otro western apocalíptico. Y aunque discurre en distintas épocas y dimensiones, la saga de libros de “La Torre Oscura” de Stephen King, que tuvo una mediocre adaptación al cine, trataba sobre la búsqueda de Roland, todo un pistolero del oeste, en su camino hacia La Torre Oscura.
Si hasta “Logan”, por algunas localizaciones, y por el aire crepuscular que tiene la película en todo momento, nos muestra la versión más cercana posible de Lobezno como un vaquero ante su última gran aventura. Por su manera de desarrollarse y el modo de ser del protagonista, “El último hombre” de Walter Hill, con Bruce Willis de protagonista, es otro ejemplo de variación del género, porque estamos ante una historia ambientada en los años 30, en pleno apogeo de los gángsters, y Willis es un pistolero que llega a un pueblo polvoriento donde hay dos bandas rivales que se disputarán sus servicios de pistolero. Con toques de steampunk, vimos en su día la fallida “Wild wild west”, donde Will Smith intentaba sin éxito lograr que su carisma salvara la película. Y así podría seguir y seguir, pero por hoy creo que tenéis bastante jeje. Cualquier película que queráis sugerir al hilo de este análisis, hacedlo en los comentarios y os responderé, toda aportación es valiosa.
Hasta que volvamos a leernos, larga vida al salvaje oeste.
Gracias por el artículo, José. Como fan de la ciencia ficción y del western, más que agradecido. Muy completo el recorrido que haces, pero sólo por aportar algún título, puedo mencionar a Prospect (2019) de Zeek Earl y Chris Caldwell, protagonizada por Pedro Pascal: tiene muchísimo del clima de western y es más que digna. Y no olvidemos, por supuesto, la gloriosa tercera parte de Volver al Futuro , así como tampoco, ya hablando de series, la muy reciente The Mandalorian o Killjoys, ambas con cazarrecompensas como protagonistas. Y, hablando ya de episodios puntuales dentro de series, Star Trek (la original de los sesenta) se ha rozado con el western más de una vez.
Un saludo, José!
Hola Rodolfo, me alegra que te haya gustado el artículo. De todo lo que has mencionado no he visto todavía Prospect ni The Mandalorian, pero lo iré remediando jeje. Regreso al futuro claro que es otro buen ejemplo, en esa línea uno (o fueron dos, no recuerdo) de los episodios de Leyendas del mañana también tenía un viaje a la época del oeste, para que apareciese Jonah Hex. Killjoys es un ejemplo de que con entusiasmo y carisma se puede lograr una serie entretenida del espacio sin tener gran presupuesto. No descarto hacer una segunda entrega de este análisis en el futuro, así que si lo hago verás reflejado en él todo lo que has comentado 🙂 ¡Un saludo vaquero!