Bienvenidos un sábado más a la sección de los amantes del cómic. Bienvenidos a «El cómic de la semana». Hoy toca “La maldición del Caballero Blanco” de Batman.
Según el dicho popular, segundas partes nunca fueron buenas, pero Sean Murphy parece empeñado en demostrar lo contrario en Batman: La maldición del Caballero Blanco, continuación de Batman: Caballero Blanco, obra del mismo autor y a la que sin duda supera en muchos aspectos. Si os apetece pasar un buen rato con una lectura sobresaliente, recordar que ambas están publicadas en España por ECC ediciones.
Reseña de Batman: Caballero Blanco
Al no tener que presentar ya los personajes y poder alejarse de la impactante premisa de la primera parte (el Joker como héroe) el autor coge vuelo y plantea otras historias que, sin tener el punch de la anterior, sí que dotan a la obra de una personalidad propia, haciendo que el universo personal de Sean Murphy crezca de forma muy atractiva.
Recordemos que Batman: Caballero Blanco acaba con el Joker recuperando el control de su cuerpo y eliminando a Jack Napier, su personalidad benigna. El Príncipe Payaso no está muy feliz después de haber estado del bando de los ángeles, así que trama un plan para acabar de una vez por todas tanto con Batman como con la ciudad de Gotham. La clave, un secreto del pasado que vincula a las grandes familias de la ciudad: Arkham, Wayne y Valley y que sólo conoce el Joker.
Este es uno de los mejores elementos de la obra: el uso de flashback para conocer el pasado del linaje de los Wayne y de Gotham, siempre enlazados el uno con el otro desde el mismo nacimiento de la ciudad. Las escenas antiguas tienen una gran fuerza y el atractivo de ver al antepasado de Bruce Wayne como si fuera el Zorro tiene un aire evocador con el origen del personaje que le queda realmente bien.
La situación en la que quedó Batman en la primera parte de Caballero Blanco, expuesto como culpable de gran parte de los males que asolan su ciudad, y adalid involuntario de una élite poderosa que lo usa para enriquecerse, hace que el personaje tenga que volver a plantearse muchas cosas mientras investiga los planes de su enemigo, e intenta conocer lo que ocurrió en el nacimiento de Gotham y como está relacionado con su linaje.
A todo esto, se añade un personaje que sonará mucho a los lectores asiduos de las aventuras del Hombre Murciélago. Jean Paul Valley hace acto de presencia en la trama como una fuerza a tener en cuenta, manipulado por el Joker y por esa élite de Gotham que quiere un “Batman” propio y más manejable. ¿Valley sustituyendo a Batman? ¿Dónde he leído yo esto antes?
Sean Murphy demuestra que conoce muy bien el mito del Caballero Oscuro y no tiene miedo de usar elementos que ya conocemos para contar su propia historia. Y sin duda lo hace de una manera interesante ya que sigue usando esta historia para reflexionar sobre temas más profundos como la corrupción y el poder de los más ricos, que no dudan en usar a la gente normal para sus propios fines.
La importancia de los secundarios en las historias de Batman (Caballero Blanco)
Y si toda la historia gira en torno a ese misterio del pasado que sólo el Joker conoce, y a la irrupción de Jean Paul Valley, el escritor no se olvida de los personajes que él mismo hizo crecer en Batman: Caballero Blanco. De nuevo es muy importante el papel de Harley Quinn, que tiene una baza (bueno, dos) muy importante para intentar que el Joker vuelva a ser su amado Jack Napier.
La relación del triángulo formado por Harley/Joker-Napier/Batman es una de las mejores tramas de la serie. Poco a poco vamos viéndolos crecer hasta llevarlos a un punto en el que no podrían estar en la continuidad normal del Universo DC. Eso es uno de los grandes atractivos de este tipo de obras, sobre todo cuando un escritor como Sean Murphy logra hacer suyos estos personajes y llevarlos más allá sin desvirtuarlos en ningún momento.
Y también hay que reseñar lo bien retratados que están otros secundarios como Barbara Gordon/Batgirl o su padre, el comisario Gordon, personajes que evolucionan de manera coherente dentro de una trama secundaria que se mezcla de manera orgánica con la principal haciendo que la lectura gane muchísimo. Lástima que Dick Grayson vuelva a quedar un tanto desdibujado, aunque al menos tenemos una interesante aparición de Jason Blood.
En cuanto al apartado artístico, poco se puede añadir a lo que ya comentamos en la reseña de Batman: Caballero Blanco. De nuevo Sean Murphy da el do de pecho como autor completo y hace unos dibujos realmente espectaculares, muy dinámicos, con un gran contraste de negros y una composición de página arriesgada que usa viñetas grandes para dar velocidad a la narración a la vez que luce espectacular. Destacan detalles propios como su plasmación de Batman y Azrael, gigantes de grandes proporciones para remarcar el carácter oscuro e intimidante de los personajes o la reimaginación de lugares míticos como la Batcueva.
Y si os lo estáis preguntando, la respuesta es sí. De nuevo Murphy se da el gusto de dibujar persecuciones y batallas en coches, al igual que en la primera parte. Es lo que tiene ser autor completo, si algo quiero dibujar, tengo la excusa perfecta.
En resumen, el autor nos cuenta en Caballero Blanco una historia de secretos que el protagonista tiene que ir descubriendo poco a poco (recordando que Batman es al fin y al cabo el mejor detective del mundo, tal y como le recuerda Harley cuando nuestro héroe descubre su estado).
Esto hace que el interés se mantenga a lo largo de los ocho números que dura la obra, sobre todo al irse añadiendo giros argumentales que unas veces sorprenden y otras no tanto. Todo ello mientras Murphy aprovecha para reflexionar sobre temas como el poder de las élites y de la opinión pública, la redención y las segundas oportunidades, o las consecuencias del uso de la violencia. Sin duda uno de los mejores cómics de Batman que se pueden leer en la actualidad.
Coincido en todo. Que dejen a Murphy haciendo sus cosas.
Por decir algo más, lo del dibujazo es obvio, pero creo que el color de Matthew Hollingsworth ayuda una barbaridad.
Un saludo.
Que tal Mancuel? ante todo perdona que haya tardado tanto en contestar, estaba de vacaciones. Como siempre me encanta ver que coincidimos, que dejen tranquilo a Murphy con su rincón particular de Batman, que nosotros lo disfrutaremos.
Buah, pues otro que ha flipado con la secuela casi más que el primero. Sin duda alguna dos grandes cómics.
Saludos
Ya somos legión los que formamos parte de la secta de fans del Batman de Murphy. Y bien que se lo merece jajajaja