De vez en cuando y sin hacer mucho ruido (es curioso como los éxitos sorpresa de esta plataforma no suelen venir precedidos por una gran campaña de marketing, sino que por el contrario, se suelen estrenar semi-ocultos entre la marea de lanzamientos de la semana), Netflix logra estrenar alguna buena película de acción, en este caso un film indonesio llamado Fuera de las Sombras.
La película se abre con una escena brutal, explosiva y repleta de litros de sangre, con una estética visual de anime que en algunos momentos me recordó a la brutalidad de la parte final de Kill Bill (esa oda al karate de Quentin Tarantino). Con una coreografía de lucha estilizada, bien rodada, y teniendo una exagerada violencia indicativa del tono de la película, que es no dar tregua al espectador ni a su impetuosa protagonista.
La trama de Fuera de las Sombras no es que sea novedosa (recurre a los patrones clásicos del cine de acción): un clan de asesinos entrenados desde pequeños y que son conocidos por las Sombras del título, realiza encargos que nadie más puede cumplir. Entre esos asesinos letales está nuestra protagonista, la Nº 13, que mientras espera su siguiente encargo establece una relación con un niño cuya madre es asesinada. A partir de su secuestro, Nº13 se enfrenta a toda una red criminal que desatará el caos por toda la ciudad. Esta situación provocará que también acabe enfrentándose a su propia organización que no ve bien la exposición que está teniendo.
Un primer defecto de Fuera de las Sombras es que la relación entre el niño y la protagonista es demasiado liviana, razón por la que no consigue dar profundidad para que entendamos el posible vínculo emocional entre ambos (en este sentido toma de base una trama de El hombre sin pasado, un filme coreano que sí logra darle ese barniz dramático a la relación del personaje con una niña). Fuera de las Sombras es tan directa (algo que también se agradece) que esos pequeños detalles dramáticos, como los flashback de Nº13, acaban por desentonar en su resultado final, con lo que su parte narrativa dramática cojea en la credibilidad de su exposición.
Como decía, Fuera de las Sombras va directo al grano, a las peleas convertidas en una danza hipnótica de sangre, sudor y furia. Una violencia que siempre está presente en las acciones de sus personajes, que son tan despreciables que abarcan toda la mugre de la personalidad que puede desarrollar el ser humano. Esto permite que entendamos la espiral de violencia de la protagonista como un viaje profundo a las cloacas de la humanidad, ese lugar oscuro donde solo la violencia puede permitirte sobrevivir.
Fuera de las sombras (The Shadow Strays), es una película indonesia dirigida y escrita por Timo Tjahjanto (el autor de otro filme interesante de Netflix, The Night Comes for Us). Su reparto está compuesto por los actores Aurora Ribero, Hana Malasan, Taskya Namya, Agra Piliang, Andri Mashadi y Ali Fikry. La producción corre a cargo de las compañías Frontier Pictures y XYZ Films.
La protagonista Aurora Ribero ofrece una interpretación absorbente gracias a la fisicidad que plasma su personaje, mostrando su ansiosa vulnerabilidad en una mezcla de coraje y locura, gracias a una interesante gama de expresiones faciales. En cuanto a las escenas de lucha, demuestra una habilidad corporal ilimitada para las peleas, siendo capaz de captar la brutalidad física que requiere su personaje. El resto de actores están correctos, demostrando su versatilidad para demostrar la vileza, la maldad o la soterrada malicia que subyace en la psique de quien carece de moralidad alguna.
Fuera de las Sombras es una película que abre en canal el infierno que existe en ciertas partes de la tierra, donde no hay lugar para los sentimientos ni la bondad. Un lugar donde solo tiene cabida la violencia extrema y en donde impera una sola ley, la de la fuerza bruta que constituye la jerarquía de poder. Gracias a ello disfrutamos de una película de acción en la que dejamos el corazón oculto para que sea la adrenalina la que tome el control de nuestro cuerpo, disfrutando de unas peleas brutales, encarnizadas y entretenidas, así como una marea de sangre en la que puedes regocijarte porque todas las muertes que suceden, y son muchas, son bien merecidas.
Otro de los pequeños pecados de la película es su duración, con un metraje excesivo en el cual se quiere abarcar demasiado. Queda, por ejemplo, difuminada toda la historia acerca de los asesinos del clan Sombra, que no termina de enganchar excepto por un epílogo hecho para dar cabida a una segunda parte. La construcción del mundo de los asesinos no es acertada, ya que queda en segundo plano y no fluye con la trama principal, con un guion demasiado llano que no logra dar brillo a los ejecutores de las Sombras, excepto por leves detalles que se sienten impostados en una trama que, a diferencia de John Wick, no consigue que nos atraigan los misterios de ese submundo criminal.
En definitiva, Fuera de las Sombras es un ejercicio de acción pura, cristalina y sangrienta, donde la calidad de sus escenas de lucha ofrece una coqueta distracción. Unas cuidadas coreografías de artes marciales que, brindando una nueva dimensión al salvajismo, superan con creces a la mayoría de los filmes hollywoodenses y, sumado a ello, las explosiones de sangre que salpican con frenesí la cámara. Las escenas de acción están rodadas con una energía visceral que atraviesa la piel y una nitidez en los combates que quebranta los sentidos, ya sea con armas, espadas o cuchillos: cada pelea refleja la brutalidad y calidad de sus movimientos de combate.
Unas peleas crudas, violentas y despiadadas de unos personajes que no merecen redención ni entienden la vida de otra manera que no sea ejerciendo la violencia. Lo que convierte a la fiereza sanguinolenta de sus imágenes en una gran película de acción.
A continuación os dejamos con el tráiler de Fuera de las Sombras.