Hoy, debido al próximo estreno de su secuela, revisaremos Gladiator (2000), una película dirigida por el legendario director Ridley Scott que, contando la historia de venganza del gladiador Máximo contra el Emperador Cómodo, dejó legado como una de las películas más épicas de la historia.
Habida cuenta de que SE VIENEN SPOILERS, recomiendo a quienes no hayan visto la película y no quieran por lo tanto enterarse de detalles específicos de la trama pasar directamente al subtítulo Las batallas más épicas.
La trama se sitúa en la época del Imperio Romano y comienza durante una de las muchas batallas de esa época, donde conocemos a Máximo (Russell Crowe), un general de alto rango del ejército romano, que se encuentra en una tierra arrasada por la guerra y con un panorama desolador en la mirada de los soldados debido a las interminables batallas. Sin embargo, con la llegada de Máximo, todos muestran un mejor ánimo y renuevan sus ganas de luchar.
Durante la batalla, se muestra la vasta experiencia de Máximo, que dirige a sus tropas con gran coordinación, sometiendo a las fuerzas enemigas germánicas. También se demuestra su habilidad en combate, enfrentándose a filas de enemigos, aunque no sin dificultades.
Tras la victoria, conocemos a Cómodo (Joaquin Phoenix), el hijo del César de Roma y heredero por derecho del Imperio, que ha sido convocado por su padre. Al llegar al campo de batalla y reunirse con su padre y Máximo, se hace evidente la mala relación entre el César Marco Aurelio y su hijo Cómodo. Más tarde, el César se reúne con Máximo para expresarle sus preocupaciones, ya que siente que su vida está llegando a su fin y teme que Roma pueda caer en desgracia sin él.
Por ello, pide a Máximo que acepte ser el gobernante después de él, ya que lo considera una persona íntegra y honorable, además de contar con el apoyo del ejército. Vemos entonces cómo el César no confía en su propio hijo, descartándolo como sucesor al pensar que no cumplirá bien su rol; e incluso pide a su hija Lucila(Connie Nielsen) que controle a su hermano para evitar que se convierta en una amenaza para Roma.
Máximo, que no tiene especial interés en la política, rechaza la propuesta y pide simplemente poder regresar con su familia y dejar atrás las guerras, a lo cual el César le da tiempo para considerar su decisión. Más tarde, el César convoca a Cómodo para informarle que no será el próximo emperador, ya que esa responsabilidad recaerá en Máximo. Ante esto, Cómodo reacciona con gran tristeza al ver que su padre no puede valorar sus cualidades ni amarlo lo suficiente como para confiar en él. Presa de su resentimiento, asesina a su padre.
Con su padre muerto, Cómodo se proclama como el nuevo César de Roma y exige la lealtad de Máximo, quien se la niega y trata de evitar que los senadores de Roma aprueben al nuevo emperador, pero fracasa en su intento y es capturado. Máximo es condenado a muerte y, a la vez, descubre que soldados han sido enviados a matar a su familia.
Lo llevan al bosque para ser ejecutado, pero logra liberarse, matando a sus captores aunque gravemente herido. A pesar de ello, emprende un viaje para salvar a su familia., pero cuando finalmente llega a las afueras de su hogar, ve la casa en llamas y, al entrar, encuentra a su esposa e hijo brutalmente asesinados. Agotado y devastado, Máximo pierde el conocimiento y es capturado por unos comerciantes.
Estos le llevan, junto a otros prisioneros, a una pequeña ciudad donde es vendido como esclavo a Próximo, un comerciante de gladiadores que los usa en la arena local. Próximo compra a Máximo y lo envía a su primer combate, en el cual derrota a todos sus oponentes. Con cada pelea, se convierte en el gladiador más reconocido de la ciudad.
Mientras tanto, en Roma, Cómodo asume su cargo y gobierna junto a su hermana y Lucio, su sobrino y heredero. Cómodo ignora las propuestas de los senadores, ya que no los considera útiles, ganándose enemigos tanto en el Senado como en su familia. Lucila, su hermana, desconfía de él, pues teme que, al disolver el Senado y acumular poder, Lucio esté en peligro. A pesar de todo, Cómodo sigue adelante y ordena organizar ciento cincuenta días de juegos en el gran Coliseo romano para contentar al pueblo.
Aprovechando la oportunidad, Próximo planea llevar a sus gladiadores a luchar en el Coliseo, con Máximo como principal atracción. Tras convencerle, Próximo le revela que él también fue gladiador y obtuvo su libertad gracias al emperador Marco Aurelio.
En Roma, se organiza el primer juego en el que asiste el emperador. Durante el combate, los gladiadores de Máximo se enfrentan a oponentes mejor armados, que cuentan incluso con carros de guerra. Sin embargo, Máximo ha ganado la lealtad de los otros gladiadores, quienes han aprendido sus estrategias de guerra.
El gladiador se alza con la victoria, demostrando gran habilidad en la estrategia y en el combate cuerpo a cuerpo, además de ganarse el favor del público. Cómodo, impresionado, baja a la arena para conocer al misterioso gladiador y le felicita, pidiéndole su nombre. Máximo se niega a responderle e intenta marcharse, pero el emperador, enfurecido, le ordena quitarse el casco, revelando así que es Máximo, el gran general del ejército romano, que busca vengarse de Cómodo. El emperador intenta matarle, pero el público exige que le perdone la vida, y, para complacerlos, Cómodo se retira de la arena.
Después, Lucila se encuentra con Máximo y le dice que lamenta la muerte de su familia y que ella no tuvo nada que ver. También le habla de cómo su hermano se ha ganado enemigos en el Senado y de su desconfianza hacia él. Al principio, Máximo se niega a involucrarse y le pide a Lucila que se marche.
Después de esto, Cómodo organiza otro combate, esta vez contra un gran luchador conocido como el Tigre, un legendario guerrero que usa tigres en sus peleas. Aunque el combate es uno contra uno, Máximo está en desventaja debido a la presencia de los felinos. A pesar de ello, demuestra su destreza sometiendo a su rival y perdonándole la vida, con lo que se gana aún más al pueblo de Roma, que empieza a verle com un guerrero misericordioso.
Al salir del Coliseo, Máximo se reencuentra con Cicerón, un antiguo criado suyo, que le informa de que sus legiones le son aún leales y que, si se enteran de que sigue vivo, le seguirán en cualquier propósito. Así, Máximo se organiza para reunirse de nuevo con Lucila y un senador, a quienes les dice que les ayudará y que, si colaboran en su fuga, se unirá a sus legiones para tomar Roma y devolver el poder al Senado, lo que ellos aceptan.
Aunque tiene muchos enemigos, Cómodo también cuenta con aliados en el Senado. Por ello, encarcela al senador que planeaba ayudar a Máximo, lo que hace que Lucila se apresure a encontrarse con el gladiador para organizar su escape esa misma noche. Comparten un momento en el que descubrimos que en el pasado fueron pareja y se dan un beso.
De regreso en el templo de su hermano, Lucila se da cuenta de que Cómodo ha descubierto su plan. Esto sucede porque jugando, su hijo Lucio mencionó a su tío cómo su madre admira al gladiador y lo considera una gran figura para Roma, lo que lleva a Cómodo a intuir que hay un complot en su contra y fuerza a Lucila a confesar.
Por la noche, Máximo intenta escapar con la ayuda de Próximo y demás gladiadores, quienes se sacrifican para ayudarle a huir. Justo cuando está a punto de escapar, se encuentra con Cicerón, que intenta advertirle, pero no llega a tiempo y es asesinado, revelando que le tenían una emboscada preparada, lo que resulta en la captura de Máximo.
En el Coliseo, Cómodo confronta a Máximo, diciéndole que no le tiene miedo y que lo matará ante todos en combate en la arena, no sin antes apuñalarle para que llegue debilitado al mismo. La plataforma sube y todos se preparan para el último combate.
A pesar de estar en inferioridad de condiciones, Máximo demuestra ser un guerrero formidable, frenando todos los ataques de Cómodo e hiriéndolo en varias ocasiones. Los soldados niegan a Cómodo sus espadas para el combate, y el emperador, en un último intento desesperado, intenta abalanzarse sobre Máximo con el puñal, pero este lo desarma y acaba con él.
Moribundo por sus heridas, Máximo empieza a imaginarse de regreso en su antigua casa, caminando por los campos que la rodean, y finalmente ve a su familia esperándole. Así, cae al suelo y muere, dejando un legado que perdurará en la memoria de todos los presentes.
Las batallas más épicas
Sin excepción alguna, todas las batallas de la película son asombrosas, y esta intensidad se establece desde el primer momento. La primera es bastante cruda y visceral, dejando claro que la guerra no es un acto honorable, sino un deber a cumplir. También muestra que nadie es invencible, ya que ni siquiera Máximo, a pesar de ser un gran guerrero, sale ileso de la batalla y necesita la ayuda de sus soldados para alcanzar la victoria.
Los demás combates son igualmente gloriosos. Sin recurrir a complejas coreografías con espadas, la película genera una constante sensación de peligro, mostrando cómo ambos bandos sufren bajas y muertes brutales. Además, destaca las razones por las que Máximo es un guerrero y general tan respetado.
Las peleas en el Coliseo de Roma son de las mejores vistas en el cine, mostrando la gran brutalidad de esos momentos y cómo, para los nobles, no es más que entretenimiento. Esto hace que el espectador empatice aún más con los gladiadores y vea a la nobleza como figuras inhumanas y desconsideradas hacia los combatientes.
Un antagonista roto
Cómodo, lejos de ser un antagonista simple cuyo único objetivo es acaparar todo el poder, es un personaje mucho más complejo que resulta así en parte por la influencia de su padre. Aunque Marco Aurelio se presenta como un gran líder, él mismo admite que sus errores han recaído sobre su hijo y que, en cierto modo, es directamente responsable de que Cómodo sea como es.
Cómodo muestra un gran afecto hacia su familia y, en un principio, también hacia Máximo. Sin embargo, al percibir que el amor de su padre se inclina más hacia el general que hacia él, experimenta una profunda tristeza. Esto revela que, aunque Cómodo es cruel y busca tener control sobre los demás, ello se debe en parte al escaso amor y la falta de confianza que su padre le brindó.
Pese a sus acciones cuestionables, Cómodo demuestra cariño por su familia. Busca el consejo de su hermana y tiene un afecto genuino por su sobrino, sin que haya indicios claros de que el pequeño esté en peligro a pesar de las preocupaciones de su hermana.
Es un personaje despiadado y despreciable, pero su complejidad permite que la audiencia lo comprenda, lo que le ha convertido en uno de los mejores antagonistas del cine.
La muerte y la familia
Gladiator es una película que aborda una multitud de temas como el honor, el poder y la corrupción; sin embargo, considero que los dos temas centrales son la familia y la muerte.
La familia tiene un peso fundamental en toda la película, pues cada personaje muestra una relación singular con sus seres queridos. Máximo, por ejemplo, ama profundamente a los suyos y ese amor lo lleva a rechazar el ofrecimiento de gobernar Roma. La pérdida de su familia lo destroza, llevándolo a buscar venganza, pero sin dejar de honrar su memoria ni de ser fiel a sus principios. A lo largo de la historia, vemos cómo reza por ellos, deseando reunirse algún día y no olvidarlos jamás.
La muerte también es un tema crucial, pues en la película se presenta más como una transición que como un final. Para la mayoría de los personajes, significa la oportunidad de reunirse con sus seres queridos en lugar de un fin definitivo. La muerte puede ser un sacrificio épico sin gran carga de tragedia, sino más bien un acto de paz y el alivio de saber que pronto se estará junto a los que se han ido.