Por fin llegó el estreno de una de las películas más esperadas del año para un servidor. Tyler Rake se estrenaba en 2020 y pronto conquistó a un público que vio en este personaje a un John Wick militar. El filme fue un éxito y está hoy entre las diez más visonadas de Netflix, en el puesto 7.
Además el final de la primera cambiaba el final de la novela gráfica en la que se basaba por lo que dejaba la puerta abierta para su secuela que finalmente nos ha llegado ayer.
EN CF: TYLER RAKE (2020): UN NUEVO (ANTI)HÉROE DE ACCIÓN PARA NETFLIX
Tyler Rake 2, lo más grande si funciona aquí
Lo que si es cierto es que con este tipo de películas lo único que te queda es hacerlo todo más bestia y es que recordemos que en la primera teníamos un impresionante (falso) plano secuencia de lo mejor de los últimos años. Y en la segunda parte se han propuesto superarlo.
La película comienza donde acababa la primera, con un Rake herido de muerte. Los primeros 20 minutos nos presentan a un personaje hundido no tanto por las heridas físicas sino por las psicológicas que ya estaban en la primera. Y es que en esta segunda parte vamos a conocer más al personaje y parte de su pasado al estar conectada la misión encomendada con su vida antes de la primera película.
En pleno retiro, Rake es visitado por un hombre sin nombre (cameo de Idris Elba) que le encomienda una misión peligrosa: rescatar a una familia que ha sido encarcelada por su propio patriarca, un gánster georgiano que junto con su hermano, lideran una peligrosa organización criminal.
A partir de aquí la película ya no va a parar, regalándonos espectaculares set pieces de acción, y no digo las mejores del año porque viene en camino Tom Cruise con Misión Imposible.
La escena de la cárcel es un inmenso plano secuencia de unos veinte minutos y he de decirlo, supera al de la primera parte en espectacularidad. Es brutal, sobre todo la escena en la que salen al patio.
Pero no va a quedar la cosa aquí y es que Tyler Rake 2 es muy generosa en acción y nos va a dar muchos momentos impresionantes como el asalto al tren, o al edificio tras el chivatazo del niño.
Sam Hargrave, este director promete y mucho
Sam Hargrave vuelve a la secuela. Su curriculum como director se limita a las dos Tyler Rake y he de decir que su carrera promete muchísimo. El realizador sabe colocar la cámara y eso se nota, ya que las coreografías son de lo mejor en el cine de acción de los últimos años superando incluso a la saga de John Wick que también tiene lo suyo en cuanto a esas impresionantes set pieces.
En cuanto a las escenas menos físicas, las de asalto y disparos he de decir que son de las mejores que he visto también en los últimos años, el mimo al detalle y al realismo (dentro de lo que cabe en este tipo de películas) es increíble, ráfagas cortas y cobertura, muy comando.
Tyler Rake ya no trabaja solo
En esta ocasión nuestro protagonista va a ir muy bien acompañado y yo lo celebro. Mendudo equipo. los hermanos Khan interpretados por Golshifteh Farahani y Adam Bessa.
Este comando de élite enriquece mucho la propuesta llevándose la pareja de hermanos varios minutos de pantalla.
La irrupción de Idris Elba, el hombre sin nombre, que trabaja para una organización secreta abre la puerta para más “misiones imposibles”.
Consideraciones finales
Tenía yo las expectativas por las nubes y Netflix en esta ocasión no me ha decepcionado. Y es que hace unos meses me dejó un pco frío con El agente invisible de los Hermanos Russo. Pero en esta ocasión Joe Russo al guion, Sam Hargrave a los mandos en la dirección y un Chris Hemsworth entregado en cuerpo y alma al personaje hacen de esta secuela un paso hacia delante.
Solo es la segunda película pero Tyler Rake puede tener un gran recorrido si mantiene el mismo equipo y mejora un poco el transfondo narrativo. Si mejoran eso y son capaces de superar el plano secuencia de esta segunda parte en una hipotética tercera tendremos Tyler Rake para rato.
Un saludo y sed felices.