¿Qué hace una serie como tu en una Marvel como esta? Esta es la pregunta que le viene a uno a la cabeza tras acabar de leer el tomo 100% Marvel La Visión: Visiones del futuro publicado por Panini Editorial, una serie que va camino de ser la serie del año (con permiso del Ragnarök de Simonson) y una serie de culto. Con una sola serie, Marvel justifica todo el tinglado montado con las Secret Wars. Ya advierte el propio Tom King que, sin ese “reinicio” de Marvel, esta serie no hubiese sido posible así que demos gracias a Jonathan Hickman y a Marvel por haberlas montado. Ahora podemos decir que sirvieron para algo.
La Visión quiere ser humano y eso, según su lógica, implica querer ser normal. Para ser normal, se ha creado su propia familia: su mujer Virginia y sus hijos gemelos Vin y Viv. Como una familia normal, se mudan a una residencia normal en un suburbio de Washington D.C. La Visión busca un trabajo normal y aspira a un cargo de asesor del presidente Obama, con un sueldo normal; sus hijos van a un instituto normal, con gente normal. Todo en la nueva vida de La Visión tiene un único objetivo: ser humano, ser normal. Pero pronto descubrirá que lo normal no existe y más si eres un sintezoide. Paradójicamente, eso es lo que les hará más humanos. Y también más peligrosos.
Ese es, a grandes rasgos, el argumento de la magnífica serie creada por Tom King y Gabriel Hernández Walta, un argumento del que poco más puedo contar. Es una serie que hay que leer, una serie que te deja impactado desde el primer número y que es, sin duda, la mejor serie que publica Marvel ahora mismo. No se explica que Axel Alonso haya aprobado la publicación de La Visión al mismo tiempo que aprobaba tonterías. Debía estar sobrio o borracho, una de dos.
La Visión habla de muchas cosas: habla de superhéroes pero también de la humanidad, de lo que nos define como seres humanos, de nuestros anhelos y esperanzas, de como buscamos imposibles y de como esa búsqueda nos define en nuestra humanidad. Tom King recurre a un escenario que ya hemos visto otras veces pero creo que nunca en una serie de superhéroes y menos en una serie Marvel, a saber ese suburbio americano, de casas unifamiliares, donde todo parece normal (otra vez esa palabra pero es que está omnipresente en cada viñeta), limpio, reluciente pero que, de puertas adentro, esconde secretos y miserias. Una voz en off, un narrador del que no sabremos su identidad hasta la última página, nos cuenta la historia de La Visión y su familia, al igual que sucedía en la serie de televisión Mujeres desesperadas, a la que sin duda debe mucho el planteamiento de King. A través de ese narrador conoceremos la historia de la familia Visión, veremos como intentan encajar, como se relacionan y como reaccionan a la normalidad. King escribe unos diálogos brillantes y unas escenas que, por ser sus protagonistas quienes son, resultan escabrosas y atrevidas (¿existe el sexo entre sintezoides?) para lo que es un cómic de Marvel / Disney. Los seis números que forman el tomo son magistrales, del primero al último pero destaca sobre todo el quinto, el número que marca el momento decisivo y trascendental de lo que será La Visión a partir de ahora. Lo único imperdonable es que tengamos que esperar para conocer la continuación.
El dibujo de Gabriel Hernández Walta encaja perfectamente con la historia de King. Un dibujo detallista aunque de línea sencilla, que evoca el cuadro American Gothic de Grant Wood y las ilustraciones de Norman Rockwell. El ambiente creado por dibujante y guionista no puede ser más americano, mucho más que los grandes rascacielos donde se columpia Spiderman. A eso ayuda también las impresionantes portadas de Mike del Mundo y la paleta de colores de Jordie Bellaire, colores planos, usando distintas tonalidades según la situación.
La Visión es un cómic fascinante siempre, un cómic que encajaría mejor en la línea Vértigo de DC que en la All New All Different Marvel en la que se enmarca, aunque es verdad que este sí, este es un cómic nuevo y diferente de verdad, una auténtica joya que Marvel debería mimar. La Visión y su familia son, para unos, robots que intentan ser humanos; para ellos mismos, simplemente intentan ser. No puedo ni quiero contar nada más porque no quiero chafar la lectura de este cómic. Así pues, dejad de leer mis tonterías y corred a la librería. Luego ya me lo agradeceréis en los comentarios. Un saludo y sed muy felices con la familia Visión.
¡Necesito comenzar a leer este comic ya! he leido tanto sobre la colección y siempre con buenas referencias por todos lados, que con tu opinión me he terminado de convencer. En tiempos de comics llenos de tonterias, es bueno encontrar -o descubrir- joyas como estas, al menos eso espero. Saludos.
A veces solo necesito ver portadas para enamorarme de un cómic.Un gran problema con los cómics de Marvel es que los argumentos no le hacen justicia a sus portada,es decir,son demasiado ajenas a la trama.No es el caso de esta serie.
Vision es como una versión contemporánea de Pinocho, aunque su narrativa nunca antes se sentía tan profunda. Tom King nos vende un producto leal a su etiqueta, en una época donde el marketing gusta de pasarnos gato por liebre.
Pedro, te lo comenté cuando sacaste aquel artículo sobre la “terrible” nueva Marvel.. que esta serie era, junto a Ultimates (que sale el próximo mes) son de lo mejorcito que hay ahora mismo, también con ganas de que salga aquí Punisher y Moon Knight..
Pues si Hide, tenías razón. Esta serie es de lo mejor pero el resto… predomina mucha mediocridad. También es verdad que llevan años así. Después de esta me leí “Lobezna”. No es un horror. Tampoco una joya. Una cosa del montón.