No voy a negar que soy fan de Assassin’s Creed desde que el primer título cayó en mis manos allá por 2007, ya ha llovido desde entonces. Así que cuando supe que Moztros traería el manhua del que trata el artículo que estás leyendo, cual Fry de ‘Futurama’ grité: “¡Shut up and take my money!”
Habiendo leído el primer tomo he de adelantar que ha merecido la pena y que los cinco tomos restantes tendrán un lugar especial en mi biblioteca.
Nada es verdad. Todo está permitido. El credo es eterno. Antigua China. Año 13 de la era Tianbao (754 d. C.). El emperador invoca a sus funcionarios más fieles al Banquete de las Flores sin saber que uno de ellos es un ser corrupto y cruel, y que otro pronto lo traicionará. Todo el imperio está a punto de estallar en una guerra civil, y las vidas de miles de inocentes están en riesgo. Junto con los vientos de cambio, un asesino discreto llega a Chang’an, y su único objetivo… es impartir justicia. Llega el mejor spin-off de una de las franquicias de videojuegos más importantes de todos los tiempos! ASSASSIN’S CREED: DYNASTY, nos transporta a un momento bisagra de la historia de China y nos presenta a un protagonista único, el joven Li E: un asesino recién ingresado al credo con el potencial de cambiarlo todo.
Lo primero que quiero mencionar es que ‘Assassin’s Creed:Dinasty’ no pierde tiempo en explicarnos quienes son la hermandad ni a que dedican su existencia (tampoco lo veo necesario para el comienzo de la historia) y nos lanza a la búsqueda de justicia de nuestro protagonista.
Pero estad tranquilos quienes nos hayáis jugado a ninguno de los videojuegos, ya que no es necesario haberlo hecho para entender lo que ocurre y no os vais encontrar perdidos en ningún momento.
Por otro lado, quienes sean seguidores de las aventuras de los protagonistas de la saga de Ubisoft se sentirán como pez en el agua con la trama que nos van a contar en este primer tomo y cómo van a abundar las referencias a ciertas mecánicas de los videojuegos. Eso sí, ninguna de ellas queda forzada, encajando perfectamente en el devenir de la historia.
Un gran acierto de ‘Assassin’s Creed:Dinasty’ ha sido la ambientación, ya que China ha sido únicamente explorada en uno de los tres títulos que formaban ‘Assassin’s Creed:Chronicles’ y ese país oriental tiene una mitología e historia muy atractivas.
También es un buen acercamiento a oriente ahora que se espera ‘Assassin’s Creed: Shadows’ ambientado en Japón. Porque todos sabemos que todo mejora cuando hay ninjas de por medio y no hay nada más parecido a uno de estos asesinos japonés que un protagonista de esta saga de videojuegos.
Este primer tomo es una mera introducción y pocos son los esbozos de los personajes protagonistas y de la trama que vemos aquí, aunque nos podemos ir haciendo una idea de por dónde van a ir los derroteros y como son cada uno de los involucrados en este argumento que apunta a que estará plagado de confabulaciones y conspiraciones palaciegas para obtener el poder del enorme Imperio Chino mientras nuestro asesino cumple su noble misión.
‘Assassin’s Creed:Dinasty’ cumple con nota en el apartado gráfico y las viñetas saben plasmar la opulencia y hermosura del banquete de las flores. Mención aparte quiero hacer a un combate que hay entre el protagonista y unos secuaces muy bien dibujado e intercalado con la escena de un baile de otro personaje. Puro dinamismo y muy cinematográfico.
Conclusión
‘Assassin’s Creed:Dinasty’ es un buen reclamo para los fans de la franquicia y para quienes no lo sean pero quieran aproximarse a ella sin tener que jugar a una decena de videojuegos. El Credo del asesino nunca ha estado tan vivo y con tan buena salud como lo está en esta historia.
Funciona perfectamente y nos introduce rápida y fácilmente en su folclore sin que eso parezca forzado o sobreexplicativo.
Este manhua es gran recomendación para quienes disfruten de las luchas de poder y repletas de subterfugios y traiciones, creo que se vienen muchas en los siguientes 5 tomos.
Aquí os dejo la portada de ‘Assassin’s Creed: Dinasty’:
Un saludo y recordad: ‘Nada es verdad, todo está permitido’.
