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Crítica de La piel del tambor, otro bodrio inspirado en una novela de Pérez-Reverte (y van …)

La piel del tambor llega a Amazon Prime en exclusiva, una adaptación de la novela de Arturo Pérez-Reverte que no funcionó muy bien en cine. No nos extraña. La verdad es que o bien las novelas del autor no han tenido suerte en su traslado a otros formatos, o bien es que no son historias adaptables por mucho que se empeñen algunos. Menos mal que hemos visto La piel del tambor en streaming porque pagar para ver esto…

Mi nombre es Quart, Lorenzo Quart

Estamos en 1995 (o eso pone la sinópis de la cinta, porque la verdad es que para estar en 1995 hay un despliegue de tecnología informática que ni en Misión Imposible) y un hacker se introduce en el ordenador personal del Papa, dejando un misteriosos mensaje: en Sevilla hay una iglesia que mata para sobrevivir.

Los servicios secretos del Vaticano envían a su mejor hombre, un sacerdote buenorro llamado Lorenzo Quart (Richard Armitage) a investigar las muertes que han acaecido en Nuestra Señora de las Lágrimas. El sacerdote buenorro y también ex-militar, que no deja pasar la ocasión de lucir pectorales en el balcón de su casa, se verá enfrentado a una trama de corrupción, chantaje y especulación inmobiliaria que pondrá en peligro su vida y su fe.

la piel del tambor

Suena interesante y la verdad es que, sobre el papel, la historia resultaba entretenida. La piel del tambor es una novela publicada en 1995 que ya tuvo su adaptación en forma de serie y el resultado no fue nada del otro mundo. Ahora a alguien le ha parecido buena idea repertir la jugada, con un reparto internacional encabezado por Richard Armitage, Amaia Salamanca, Paul Guilfoyle y Rodolfo Sancho. ¿El resultado? Un bodrio como un castillo.

La piel del tambor está dirigida por Sergio Dow, director colombiano que no teníamos el gusto de conocer y al que hubiésemos preferido seguir desconociendo. No se si la película se situa o no en 1995, como dice la sinópsis oficial de Amazon Prime, pero es seguro que parece rodada en esa época o incluso antes.

La realización es plana, sin ritmo, con diálogos impostados que pretenden hacer avanzar la trama, tal cual fuese una novela. Los personajes hablan y hablan y hablan y prácticamente no hacen otra cosa. No llega al extremo de ser teatro filmado porque es verdad que la cámara se mueve un poquito, lo justo y necesario para dar la sensación de movimiento y de que sucede algo.

La piel del tambor

Para colmo de males, la película llega totalmente doblada, sin opciones de poner otro idioma. Choca mucho ver a Amaia Salamanca o Rodolfo Sancho con voces que no son las suyas, en una producción casi enteramente española (la película la produce Enrique Cerezo, que entre esto y la trayectoria del Atlético de Madrid este año, no es que esté precisamente en racha). Así es imposible distinguir si hacen o no un buen trabajo. No ayuda tampoco la músicca de Roque Baños, que no está precisamente inspirado.

Sergio Dow también firma el guión y no nos ha ahorrado los invetibles sermones que Arturo Pérez Reverte mete en todas sus novelas: que si los poderosos están corruptos, que si la Iglesia es malvada, que si los empresarios también, que si en España somos unos incultos, que si este es un país cainita que no reconoce su historia,… en fin, lo de siempre cuando uno lee al escritor más dicharachero / reportero intrépido.

Toma la pasta y corre

Decía Pérez-Reverte en una entrevista que reconocía a los personajes de su novela, que La piel del tambor es una gran película, que es una postal de Sevilla extraordinaria y que un autor debe cobrar la novela y retirarse. No nos cabe duda de esto último, de que Don Arturo ha cobrado su buena pasta y a partir de aquí se la traído al pairo que perpetrasen un churro a costa de su nombre, atrayendo con eso a pobres incautos al cine.

Sigo esperando que me devuelva el dinero que me gasté en la entrada de La tabla de Flandes, otro bodrio a costa de su nombre. En cuanto a que es una gran película, confirmamos la teoría de que cuando uno es un periodista aventurero no tiene tiempo para ir al cine.

No se si extenderme más. Esta es una de esas ocasiones en las que eres consciente de estar cumpliendo con tu vocación de servicio público. La piel del tambor es un tostón mal parido, un aburramiento que no hay por donde cogerlo, una forma de perder dos horas de vuestra vida que nunca recuperaréis. Si con este post lo evitamos, nos damos por satisfechso. Un saludo, sed felices.

Pedro Pérez S.
Pedro Pérez S.
Aficionado también al cine, las series de televisión, la literatura fantástica y de ciencia ficción, a la comida, la cerveza y a todas las pequeñas cosas que nos hacen felices.
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2 COMENTARIOS

  1. Hombre, opiniones sobre la película aparte, si la has visto en Amazon Prime sí que has podido cambiar a la versión original en inglés. Cierto es que verla/oirla doblada es un suplicio.

    • Hola Carlos. Pues si, en la aplicación puedes cambiarlo pero yo la vi en la aplicación de Vodafone en televisión y no hubo manera de cambiar el audio, y mira que lo intenté veces. Aun así, mi opinión de la película no cambia. Gracias por leernos y por dejar un comentario.

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