Esta semana pasada se estrenó Un pliegue en el tiempo, película con la que Disney se plantea conquistar el primer cuatrimestre del año solapándose con el estreno de Black Panther y dominando la taquilla hasta que llegue Infinity War el mes que viene. ¿Les ha salido bien la jugada? No del todo pues la crítica se ha cebado con la nueva cinta de la casa del ratón y seamos realistas, era obvio que iba a pasar.
Esto, sin embargo, no es una crítica ni siquiera hemos tenido la oportunidad mis compañeros y yo de ir a verla. Os vengo a contar por qué esperaba que fuera otro sonoro y terrible batacazo para Disney.
Artificial y cargado visualmente
El planteamiento inicial es el de una aventura de corte juvenil: un padre desaparecido y tres seres con capacidades divinas reclutan a tres jóvenes para ir a rescatarlo a través de diversos y fantásticos mundos. Más allá de eso ningún problema, pero sí lo encuentro en lo artificiosa que parece la cinta. Disney ha optado por acallar las voces de todos los grupos posibles y a su vez agradarlos. Tenemos personajes de todas las etnias, el encargado de cuidar y educar a una joven chica afroamericana es un padre blanco, los tres seres divinos son mujeres de diferente raza y, según los tráilers, un romance joven entre dos chicos, uno afroamericano y otro caucásico. ¿Todo bien? Por supuesto, no me quejo ni de la inclusión racial, del papel de la mujer fuerte, ni de visibilizar la homosexualidad o cualquier tipo relación, no me entendáis mal. Sin embargo, esa artificiosidad a la hora de crear a sus personajes y su psicología hace que Disney haya dejado de lado la posibilidad de arriesgar y de traer una historia interesante, más allá de que el libro del que se basa la tenga, que al juzgar por sus avances no llama mucho al optimismo. Pero para equilibrar la falta de interés por su premisa tendremos un apartado visual cargado hasta el exceso.
Si al espectador no le llama la historia, Disney les da un despliegue visual apabullante, porque la compañía puede y sabe hacerlo. Aquí me vais a permitir un tirón de orejas a Warner y su Liga de la Justicia. Mientras el binomio DC/Warner nos “regala” esa carrera entre Flash y Superman con un resultado visual feo, Disney nos trae Guardianes de la Galaxia 2 o la más inminente Vengadores Infinity War, dos cintas que te dejan con la boca abierta. Está claro que Disney compite en otra liga. Pero pongamos otro ejemplo, uno de otra galaxia. Desde que Disney comprara Star Wars allá por 2012, la franquicia ha despegado visualmente como no supo hacer con George Lucas en su segunda trilogía. De hecho os hago una prueba: pensad en 5 o 10 momentos visualmente increíbles y que se queden en tu retina de la trilogía original. Hay muchos, ¿verdad? Hagamos lo mismo con la segunda trilogía, cuesta más quedarse con alguno. Esto se debe a que el nivel de calidad descendió hasta límites muy preocupantes: CGI que no funcionó cuando la competencia se llevaba premios por ello, visualmente poco llamativa y una puesta en escena que no hacía sino desprestigiar la historia de Luke, Leia, Han Solo y Darth Vader... Hagamos lo mismo con las tres cintas de Disney. No os podría sacar 5 momentos sino 20. Disney ha hecho más bello aún el universo Star Wars aunque narrativamente un sector del fandom haya desistido. Por Dios si hasta Han Solo, con sus escasos minutos de avance, anticipa ser una cinta con un gran apartado visual.
Entonces, ¿tenemos que aceptar que Disney nos quiera hacer entrar Un pliegue en el tiempo únicamente por los ojos? Para nada. El despliegue visual será, y al parecer por los tráiler es, espectacular, pero se nota que la compañía quiere hacer que el espectador pierda la cabeza con esos fantásticos mundos y cuando salga del cine no sepa lo que haya visto porque su historia no acompaña.
Franquicias y Live action de clásicos vs historias nuevas
Disney no ha tenido mucha suerte en lo que a cintas de acción real. La historia estas películas se remonta casi a los comienzos de la compañía, de hecho con sus subsidiarias encontramos cintas como Armageddon o Acero Puro, desarrolladas por Touchstone Pictures y que poco tienen que ver con la del ratón más allá de los millones que se agencian. Las cintas propias no han triunfado ni al nivel de crítica, taquilla o público. Uno de los grandes batacazos ocurrió en 2012 con John Carter. La cinta de Disney costó cerca de 310 millones y obtuvo en taquilla algo más de 280 millones de dólares. La compañía perdió únicamente en taquilla 30 millones, sin contar con el gasto en publicidad. El gran fracaso de Disney era la cara opuesta de su otro gran éxito del mismo año, los Vengadores, cinta que llegó a sumar en taquilla más de mil millones en recaudación. John Carter se unió a la lista de ideas “originales” de Disney que han patinado en taquilla, compartiendo lugar con El llanero solitario, Piratas del Caribe 4 y 5 o Tomorrowland, otra gran decepción de esas que duelen.
Pero, ¿qué pasa con las adaptaciones de sus cintas clásicas? Mejor aunque con excepciones. La idea de Disney es sencilla: destinar mucho más a franquicias conocidas y adaptaciones de clásicos que ideas propias. Pongamos sobre la mesa dos ejemplos: El libro de la selva y La bella y la bestia. Que las adaptaciones hayan aumentado no es casualidad, Disney tiene que llevar el vacío que dejan sus aclamadas superproducciones con lo que optan “hacer más bonito” lo antiguo. Estas cintas que os he mencionado me gustaron, no lo niego. Sin embargo, ambas fueron recibidas de manera muy diferente. El libro de la selva fue aclamada por prensa y público. No solo es que Disney despuntara visualmente, sino que se animaron a dotar de cierto trasfondo a sus personajes para enriquecer lo que ya había conseguido la cinta original. La bella y la bestia fue menos digerible por los fans. Disney se salió poco de lo que ya habíamos visto y las diferencias con respecto a la cinta original no hacían sino alargar la duración. Su espectacular despliegue de efectos no cerró la brecha entre el público.
Un pliegue en el tiempo ha costado más de 100 millones y Disney quiere alcanzar los 33 en su primer fin de semana, pero lo tiene difícil. La prensa internacional la ha vapuleado por sus excesivos efectos visuales, su ritmo irregular, sus personajes obvios y su escasa capacidad para asombrar. Lo siento Disney, pero otra más a la lista.
Lo cierto es que la película ya parte de un libro básicamente mediocre y escrito con prisas. Aunque no hay nada que un buen guionista no pueda arreglar, pero la calidad literaria de libros que últimamente se llevan al cine nos retrata como una sociedad muy poco crítica y que nos comemos lo que sea.
Buenas Ivantxu, la verdad es que no he leído el libro, de hecho desconocía que existía hasta que vi que Disney hacía esta película, pero viendo el tráiler no me quise ni acercar al papel ni a una sala de cine. Tienes razón en que últimamente, todo lo que se pueda llevar medianamente al cine se llevará sin importar que la fuente sea buena o mala. Aunque también te digo que hemos pasado la etapa en la que Hollywood se le metió entre ceja y ceja adaptar todo libro juvenil mediocre en películas mediocres. Sin embargo y como dices, un buen guionista podría hacer milagros aunque la fuente fuera un poco mala.
Hola Alberto. Yo si he tenido la desgracia de verla y la verdad es que no se dónde fueron a parar los 100 millones, como no sea en el peinado de Oprah. Los efectos especiales ni apabullan ni sorprenden sino que se muestran como si fuesen un videojuego de tercera. La película en si es tirando a mala, confusa, falta de ritmo y sobretodo falta de emoción, cosa que intentan suplir a base de música. La realización es plana, con mucho primer plano y una puesta en escena de telefilme.
Lo peor es que a la directora, algún iluminado de Warner / DC le ha encargado llevar a la pantalla Los nuevos dioses / El cuarto mundo de Jack Kirby, lo que solo se explica por las ganas que deben tener de quitarse de encima ese universo cinematográfico que dicen que tienen. Que no nos pase nada.
Buenas Pedro. Si te soy sincero tenía muy pocas ganas de verla, como mucho un día de cine barato solo por salir de dudas, pero es que paso de acercarme a ella. Lo cierto es que esos 100 millones tampoco se dónde han ido porque la campaña de marketing de la película ha sido nula por lo menos en nuestro país, quizá en Estados Unidos Oprah tenga tirón y allí se haya vendido mejor. Lo cierto es que ya se veía película de tercera y al parecer no he estado desencaminado con lo que he dicho en este artículo.
Un saludo.
yo no se que vio la autora de este articulo en star wars, a mi visualmente no me parecio tan buena, y mucho menos en historia, y los recuerdos que me ha dejado se me han quedado en la mente fruto de la enorme decepcion, como me paso con alien covenant cuando ve uno a un personaje tan maravilloso como shaw destripado en una mesa, asi me paso con star wars, una pesadilla, de ver ese maravilloso trantor sacado de la imaginacion de lucas, verlo simplemente tronado por una mala y ridicula copia de la estrella de la muerte, porque no es lo mismo un satelite hecho enteramente por el hombre en el vacio del espacio que una instalacion x hecha sin problemas en un planeta ya hecho ¿que tiene de fantastico eso? Disney para mi es un empresa demasiado infantil , demasiado gringa para fabricar productos que valgan la pena, un monopolio que vende burdas gringadas bien acarameladas, me encabrona que los criticos se encanten con estos peliculetes de tercera , eso lo unico que hace es hundir los cines nacionales