Estaba cantado (y nunca mejor dicho) que después del éxito de The true lives of the fabulous Killjoys: California Norma Editorial no iba a dejar pasar la oportunidad de publicar su continuación, o bueno, mejor dicho, su precuela porque The true lives of the fabulous Killjoys: National Anthem, el nuevo cómic de los personajes creados por Gerard Way y Shaun Simon es más bien una precuela de la historia original.
National Anthem nos cuenta lo sucedido no solo antes de California, va incluso un poco más atrás en el tiempo, antes de los videoclips Na Na Na y Sing de My Chemichal Romance que suponen el punto de partida para toda la historia que vimos publicada en España en 2021. Tampoco es que sea el principio de la saga en sí. Como vemos en sus primeras páginas, los autores podrían haber ido más atrás en el tiempo y centrase en la creación de los grupos de adolescentes rebeldes que Mama y Papa usan en las Guerras Analógicas para proteger la realidad de las distorsiones que la amenazan.
El resumen de la editorial de la obra que vamos a leer es el siguiente: Los guionistas Gerard Way y Shaun Simon, junto con el ilustrador Leonardo Romero (Ojo de Halcón), la colorista Jordie Bellaire (Redlands) y el rotulista Nate Piekos (The Umbrella Academy) se unen para presentar una nueva historia moderna de los Killjoys, en la que Way y Simon se remontan a la historia original que inspiró el álbum conceptual de My Chemical Romance Danger Days y sus cómics distópicos. Los Fabulosos Killjoys, en el pasado un grupo de exterminadores adolescentes decididos a salvar la realidad, han perdido el camino… y los recuerdos. Después de un período de aislamiento mental, su antiguo líder, Mike Milligram, se desprograma y sale a la carretera con la intención de reunir a la banda para un enfrentamiento final contra una corporación farmacéutica malvada, su monstruoso asesino a sueldo y pandillas rivales salvajes.
National Anthem nos cuenta como después de la Guerra Analógica los grupos de adolescentes rebeldes que lucharon en ella (conocidos como A.K.A.s) desaparecieron misteriosamente. Pero Mike Milligram, el líder de the fabulous Killjoys logra recuperar sus recuerdos perdidos para volver a luchar por la libertad y oponerse a una malvada farmacéutica que ha robado el recuerdo de todo el mundo de lo que suponía ser libres en aras de lograr una mayor seguridad y bienestar. Y para ello nada mejor que volver a reunir su antiguo grupo, aunque eso suponga romper la vida que sus amigos han fraguado en este nuevo mundo y desenterrar traumáticos recuerdos que a lo mejor estaban mejor enterrados.
Lo primero que hay que señalar de National Anthem es que su lectura es muchísimo más sencilla que la de California. Tenemos una historia autoconclusiva, que es más directa que su antecesora y que no necesita de mayores aditamentos para comprenderse perfectamente. Eso es algo que beneficia a la historia ya que no hay que ver ningún videoclip y la trama, aunque esconde muchas sorpresas, en el fondo es más sencilla, sin mayores dobleces y vericuetos que los propios de un cuento de ciencia ficción con moraleja.
Por que en el fondo lo que tenemos es la típica historia en la que un grupo de adolescentes crecen y pasan a forman parte de un sistema que se dan cuenta de que está podrido por dentro y al que vuelven a oponerse tal y como hicieron cuando eran jóvenes. El estado opresor y las grandes corporaciones que le sirven y le dan forma son el gran enemigo al que enfrentarse. Después de todo, la dicotomía que ofrece la hemos leído y visto mil veces. Se trata de sacrificar la libertad individual para lograr una total seguridad colectiva. Si, todos queremos esa seguridad, pero siempre hay que estar alerta del precio a pagar por ella Y más si como en este caso, tampoco han dejado elegir a los individuos, que han sido engañados para que no les quede más opción que vivir en ese mundo seguro que los poderosos han construido para su propio beneficio.
Con todo, Gerard Way y Shaun Simon construyen un relato entretenido que funciona muy bien, en gran medida porque ahora sí, se entiende perfectamente lo que están contando. National Anthem es una historia de ciencia ficción que cuenta con unos protagonistas muy bien construidos y a los que vemos evolucionar de tal manera que es imposible no empatizar con ellos. Además, tiene momentos dramáticos y giros de guion muy bien llevados que hacen que el lector se emocione leyendo. Tampoco se olvida de la acción ofreciendo batallas y persecuciones espectaculares. Y no faltan las ideas locas marca de la casa que logran elevar el tono de la obra en su conjunto. Hablamos de pequeños detalles como esas armas que funcionan gracias a la ira de sus portadores, las pastillas que dan la felicidad, el papel de Padre y Madre, la idea de una realidad que se oculta de otra gracias a disfraces o distorsiones sónicas, los poderes de los protagonistas, uno y mil detalles que sorprenden en cada página y que dejan clara la gran imaginación de los autores.
En el apartado gráfico tenemos a un Leonardo Romero que ofrece un gran trabajo. Su dibujo de línea fina y clara es sencillamente perfecto para la historia que nos está contando. El trabajo en el diseño de personajes, escenarios e incluso vestiduras y armas es genial y logra trasportarnos a un futuro distópico que tal vez no este tan lejos como creemos. Las escenas de acción esta perfectamente coreografiadas y el lector nunca tiene la sensación de no saber lo que está pasando. A todo esto ayuda la labor de Jordie Bellaire al color, logrando una ambientación pop psicodélica que le viene como anillo al dedo a los dibujos de Romero.
La edición de Norma vuelve a ser un lujo como en el volumen anterior. Recopila en un volumen de tapa dura con sobrecubierta los seis números de la edición original en un tomo de 216 páginas. No faltan los típicos extras como portadas originales, diseños de personajes o bocetos. El precio de venta es de 35 euros.
En resumen, The true lives of the fabulous Killjoys: National Anthem es una entretenida historia de ciencia ficción que cuenta con los suficientes extras para destacar en el mercado gracias al original mundo que sus autores construyen alrededor de unos personajes con los que es difícil no empatizar ya que, en mayor o menor medida, todos hemos pasado por ese trance de dejar atrás las ideas de la adolescencia para entrar en un mundo adulto que a veces querríamos destruir.