Heroes in Crisis es la nueva serie de Tom King para DC que tanta expectación ha levantado por distintos motivos. El principal es la palabra Crisis en el título, una palabra asociada a tantos y tantos buenos comics (y alguno no tan bueno, para que engañarnos) y que tiene una gran importancia dentro de este universo.
Otro punto a tener en cuenta es el trabajo del propio Tom King, estrella ascendente dentro de la editorial, gracias a su trabajo en Batman (amado por unos y criticado por otros). No se puede negar que el historial del guionista tiene algunas obras que han sido alabadas por la crítica (Mister Miracle, Vision o Sheriff of Babylon) así que un nuevo trabajo suyo siempre tiene interés.
Además está el tema que trata, algo a priori original que nunca se había tratado antes en el mundo del comic. Heroes in Crisis nos presenta el Santuario, un lugar al que los héroes del Universo DC van a curar sus traumas y reciben ayuda y tratamiento en caso de necesitar terapia psicológica. Este lugar ya ha sido mencionado en varios comics y aquí es dónde se nos presenta en todo su peculiar esplendor.
Ya de por si este es un concepto interesante, pero si a ello le sumamos el asesinato de casi todos los personajes que había en el lugar a manos de un asesino o asesina misterioso, tenemos un punto de partida muy interesante.
El primer número nos muestra a Booster Gold y Harley Quinn en una cafetería de carretera de la América profunda. Un escenario muy alejado a lo que se nos suele mostrar, pero un lugar muy apropiado en el que situar en su cercanía el Santuario. Estos dos personajes acaban peleando y aunque al principio parece que es Harley la asesina al final esta acusa también a Booster de haber matado a todo el mundo en el refugio de héroes. El misterio está servido y más con la llegada de la Trinidad (Superman, Batman y Wonder Woman) para investigar que ha pasado.
Alternando con la pelea entre Booster y Harley tenemos unas páginas en las que varios personajes se sinceran ante los encargados del Santuario, mostrando sus miedos, sus dudas y sus trauma (incluidos Booster y Harley, recordemos que el viajero en el tiempo quedo bastante tocado después de pasar por las manos de Tom King en la serie de Batman ¿Tendrá planes el guionista para él?). Es sin duda una de las partes más interesantes del relato. Vemos las crisis a las que se enfrentan los héroes (y a lo que parece hacer referencia el título de la serie). Pocas veces hemos visto esto reflejado en un comic pero tiene toda su lógica ya que tienen que tomar complicadas decisiones y ver cosas horribles en su día a día, algo que tiene que tener sus consecuencias.
A este respecto hay que recordar los dos magníficos números que hizo Peter David en Factor-X en los que a través del personaje de Doctor Samson (que es psiquiatra) se dedicó a hacer un análisis psicológico de los miembros del grupo.
En este caso, son unos robots los encargados de regentar el Santuario y ofrecer ayuda a los héroes. Unos robots creados con tecnología kryptoniana que tienen la voluntad de Batman, la compasión de Wonder Woman y el honor de Superman. En mi opinión este es el elemento que más chirria en la trama, ya que tenemos una historia anclada en un realismo relativo (todo el que puede tener una historia de superhéroes) con todo el tema de las crisis, el trauma o la muerte, que queda un poco lastrado por estos robots.
Otra de las cosas más llamativas de este primer número son las muertes de muchos personajes que vemos (bueno, vemos los cadáveres ya que nos sabemos quién o cómo los mató). Contrariamente a lo que podríamos creer, entre las victimas hay una que es un héroe muy querido por los lectores, una baja inesperada que ha hecho que muchos aficionados pongan el grito en el cielo.
Mucha gente está confundida por esta muerte y no tiene claro si esta historia entra dentro de la continuidad oficial del Universo DC. Parece claro que si es así (y no hay nada que parezca indicar lo contrario) estamos ante una trama que va a afectar profundamente a muchos personajes y a este universo de ficción en su núcleo. Algo que es de esperar de una historia con la palabra crisis en su nombre.
Además, el hecho de que haya tantas muertes ha llevado a mucha gente a criticar la serie porqué dicen que sólo se busca el morbo, que no es necesario tratar temas así en un comic comercial.
En mi opinión (y aunque me moleste la muerte de ese personaje en concreto) estamos ante un comic potente, con un inicio demoledor que puede sentar las bases para una historia grandísima. El riesgo está en que después de este impactante inicio la trama pierda fuelle y se enrede en elementos que no nos lleven a ningún sitio o giros de guion que nos defrauden. En este sentido el trabajo previo de Tom King ofrece dudas ya que aunque tiene obras muy buenas y otras en las que el desarrollo de las mismas acaba siendo muy pobre.
Todo lo bueno que he comentado con respecto al guion está además subrayado por un magnifico acabado gráfico. Clay Mann nos ofrece un trabajo soberbio con unos dibujos muy buenos, con un estilo clásico que le viene como un guante a la narración y que sabe ser espectacular cuándo toca y sobrio cuándo tiene que serlo. Mención aparte merecen las páginas en las que vemos a los héroes sincerándose contándonos sus pensamientos y miedos más profundos, todo con gran expresividad y metiendo a los lectores dentro de la historia como si fueran ellos los que estuvieran escuchando a los personajes y no los robots de Santuario.