¡Bienvenid@s al análisis del último capítulo de Patria! Esta miniserie de HBO nos ha acompañado durante varias semanas y en esta web hemos analizado todos los capítulos cuyos enlaces dejo a continuación:
Análisis de Patria, Temporada 1, Capítulos 1 y 2
Análisis de Patria, Temporada 1, Capítulo 3
Análisis de Patria, Temporada 1, Capítulo 4
Análisis de Patria, Temporada 1, Capítulo 5
Análisis de Patria, Temporada 1, Capítulo 6
Análisis de Patria, Temporada 1, Capítulo 7
Siempre que afronto el final de una serie, aparecen mis temores a encontrar un desenlace que no cumple con las expectativas. En el caso de Patria, el nivel de todos los capítulos ha resultado ser bastante alto y esto hace que el listón estuviera muy arriba, lo que solo acrecentaba esos miedos ya mencionados. ¿Consigue el último episodio cerrar la serie de forma satisfactoria? Seguid leyendo para descubrir qué ocurre con las familias de Bittori y Miren.
Si tuviéramos que definir esta última entrega, términos como redención, perdón o esperanza podrían resultar muy acertados. Pero también veremos de nuevo el lado más oscuro del ser humano. Esto no hace más que reforzar esa gran dualidad que representa Patria y que hace que esta serie sea tan grande a tantos niveles. Sin embargo, es cierto que la tónica general de este octavo capítulo parece querer proyectar ese rayo de esperanza.
Para empezar, Bittori consigue finalmente su propósito y recibe una carta de Joxe Mari en la que el etarra le pide perdón, le explica que él no apretó el gatillo y muestra todo el arrepentimiento que tanto complace a la que fue amiga de su madre. Por fin veremos algo de felicidad en el rostro de Bittori en una escena situada temporalmente después del asesinato de su marido. Es algo que el espectador llevaba esperando demasiado tiempo y a veces daba la sensación de que nunca llegaría.
Otro pilar fundamental del episodio es el asesinato del Txato. Esta vez se nos muestra la planificación del asesinato, la reticencia de Joxe Mari a matarle, las dudas del etarra e incluso su falta de acción en momentos clave que le valen una buena dosis de desconfianza por parte del resto de miembros del comando Oria. Esto unido al hecho de que finalmente cede a las presiones de su hermana Arantxa y escribe a Bittori, pidiendo perdón y mostrando arrepentimiento, hace que veamos a un Joxe Mari completamente distinto al del inicio de Patria.
Arantxa vuelve a representar un rayo de esperanza. Aparte de su eterna lucha por las secuelas de su ictus y su lenta pero incansable recuperación, veremos cómo se enfrenta de nuevo a Miren. Le cuenta que Joxe Mari ha pedido perdón a Bittori, pero no se queda ahí y le hace saber que tanto ella como Joxian han hecho lo mismo. La reacción de Miren es sorprendente ya que en lugar de explotar como nos tiene acostumbrados, muestra una resignación impropia de su personaje. Parece que finalmente comienza a bajar los brazos al ver que tanto su marido como sus dos hijos (Gorka está inexplicablemente desaparecido en este final) toman decisiones totalmente opuestas a ella.
Esto no significa que Miren acepte sin más lo que le está pasando. Pese a escuchar lo que tiene que decirle Arantxa, eso no quita que ella intente buscar a un culpable, aunque su discurso es claramente derrotista a todas luces. Definitivamente Miren se ha quedado sola y es plenamente consciente de ello. Todo el sufrimiento por sus hijos parece que no ha servido para nada pero todavía nos guarda una sorpresa antes de despedirse de nosotros. Al final del análisis hablaremos sobre esto.
Nerea es otro personaje que da un paso adelante hacia su particular redención. La relación entre Bittori y su hija siempre ha estado marcada por una tensión latente. En cada escena parecía que cualquier comentario podía provocar una nueva fractura. Sin embargo, Patria nos muestra la última vez que la familia estuvo reunida, antes del asesinato del Txato, cuando Nerea ya estudiaba fuera del País Vasco por expreso deseo de su padre. Veremos a la familia al completo como nunca antes, celebrando la vida juntos. También nos enseñará una última conversación en la que por fin madre e hija parecen mirarse a los ojos y saber que el vínculo que las une es mucho más resistente que lo que las separa.
Llegados a este punto, es necesario retomar al personaje de Miren y la última escena de Patria. Miren se ha caracterizado por representar la mayor parte del tiempo a un personaje muy extremo, radicalizada hasta el absurdo, sobre todo desde que Joxe Mari entrara a formar parte de ETA. Bittori y Miren pasaron de ser amigas íntimas a no dirigirse la palabra. Sin embargo, tras ver los últimos acontecimientos, Miren finalmente se traga parte de su orgullo y nos brinda un abrazo entre las dos amigas al encontrarse ambas sin esperarlo en una plaza del pueblo.
De esta forma, Patria acaba lanzándonos un mensaje de esperanza. Nos grita que siempre hay tiempo para pedir perdón y ser perdonados. Somos capaces de lo mejor y lo peor y así nos lo hace ver esta magnífica serie. Es un viaje que nos mantiene las emociones a flor de piel, nos enseña ambos lados de un conflicto que golpeó nuestro país durante demasiado tiempo. Y lo hace sin concesiones, haciéndonos sentir incómodos y violentos, desnudándonos por completo. Pero siempre habrá esperanza, siempre quedará un hueco para el perdón y el reencuentro.
Espero que os haya gustado. Estaré encantado de responder vuestros comentarios, ya sea en este artículo o en los anteriores. Sin más, me despido hasta la próxima. ¡Un saludo y sed felices!