‘Joker: Folie à Deux’ es una de esas películas que no esperábamos que existiese alguna vez. Una secuela que se juró y perjuró que no habría, pero “poderoso caballero es don dinero” y tras el éxito arrollador de su predecesora, ‘Joker’ (2019), pues se puso en marcha su continuación.
La primera entrega fue una apuesta arriesgada por ser una cinta que se alejaba bastante de la temática comiquera para presentarnos a Arthur Fleck (Joker) como una persona con problemas en un mundo que no tiene piedad con los débiles y que acaba cayendo en una vorágine de violencia y locura. Con esta segunda he tenido la sensación de encontrarme con un producto devorado por las propias alabanzas que recibió su director y la necesidad de buscar convertir esta ‘franquicia’ en un ejercicio de ‘gafapastismo’ y de cine experimental que ponga a Todd Phillips en el Olimpo de los grandes cineastas. Finalmente, se le ha disparado en el pie.
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Partamos de la premisa que el cine musical es de nicho y no atrae a millones de espectadores a las salas de cine, con lo que contar con un presupuesto de alrededor de 150 millones de dólares, como ha sido el caso de ‘Joker: Folie à Deux’ es una losa que ya es difícil de levantar.
Este tipo de cine tampoco es fácil de realizar (ningún tipo de cine lo es) y hay que saber hacerlo, un ejemplo del buen hacer es este género es ‘Voy a pasármelo bien’ de David Serrano. Así que el berenjenal en que se metió Phillips tenía todas las papeletas de salir mal. No sé si todo fue un sueño de Joaquín Phoenix o delirios de grandeza, pero lo que si sé es que este experimento le va a costar millones a Warner Bros, ya que su recaudación a duras penas ha llegado a 200 millones de dólares a nivel mundial.
Era evidente que ‘Joker: Folie à Deux’ no iba ser una película convencional. La elección de Todd Phillips de convertir la historia oscura y psicológica de Arthur Fleck en un musical era, sin duda, una propuesta audaz. Utilizar la música para apoyar y ayudar a contar la historia es algo que podía funcionar, gracias a la “excusa” de la terapia musical de Arkham, pero no lo hace en la mayoría de las ocasiones.
Alejarse, en cierta medida, de lo que se espera es algo interesante, ya lo hizo Nolan con su trilogía de ‘El Caballero Oscuro’, pero siempre manteniendo a la vista el material original y a los fans del personaje. Son ellos quienes llenarán las salas de cine y por mucho que fuese aclamada la primera entrega, eso no asegura que pasará igual con la secuela.
El enfoque serio y realista de la psicología del personaje le valió numerosos premios y una recepción crítica positiva, pero transformar eso en un musical me ha parecido (personalmente) en una decisión innecesaria y forzada, que ha restado más que sumado.
Si bien hay momentos en los que los números musicales logran complementar la trama, hay otros en los que parecen interrumpir el ritmo natural de la historia, creando una desconexión que puede sacar a los espectadores de la película.
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No voy a negar que la película tiene sus méritos. El diseño de producción es brutal, las localizaciones y el aspecto de este mundo es apabullante y desgarrador. Desde Arkham a las calles de Gotham. Las actuaciones de Joaquin Phoenix y Lady Gaga son destacables, aportando una intensidad y una química que mantienen el interés del público. Es cierto que el personaje de Harley Quinn no tiene el protagonismo que cabía esperar de lo que se nos presentaba en los tráilers, pero funciona. Phoenix continúa explorando las profundidades del personaje de Joker, aunque noto cierta repetición que le resta la potencia que vimos en la primera entrega.
Sin embargo, estos aspectos positivos no logran compensar las decisiones creativas cuestionables que marcan ‘Joker: Folie à Deux’.
Tener a Lady Gaga sin aprovechar su talento para la composición ha sido de juzgado de guardia. La cantante nos podía haber regalado unos temas musicales únicos y potentes.
Conclusión
‘Joker: Folie à Deux’ es una propuesta arriesgada, una ruleta rusa con cinco balas en el tambor del revolver que, aunque tiene momentos de brillantez, se ve lastrada por su enfoque musical y su elevado presupuesto.
Transformar una historia oscura en un musical puede haber sido un error, alejando a los fans de la primera película (y del personaje) y limitando el alcance de la cinta.
A pesar de las sólidas actuaciones, el diseño de producción excelente y la impresionante dirección artística, la película es una experiencia que no satisfacer a todos los espectadores.
Aquí os dejo el tráiler de ‘Joker: Folie à Deux’:
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- Semana especial del Joker: Las historia en los cómics
- Semana especial del Joker: Su paso por los videojuegos
Un saludo y sed felices.
