Llega el final del año y toca echar la vista atrás y repasar lo que han dado de sí estos doce meses. No os voy a engañar: me encantan las listas. Eso sí, en Las cosas que nos hacen felices a veces nos ponemos algo pesimistas, así que no me queda más remedio que ajustar cuentas con aquellas producciones que no me aportaron lo que yo esperaba. Mis particulares decepciones de 2023.
Antes de comenzar, aclaro. Algunas de las películas de esta lista son buenas películas, pero esta no es una lista de las peores películas de 2023 (aunque algunas entrarían de cabeza), sino de aquellas que no llegaron a las expectativas que prometían.
Comenzamos
10. Babylon (2023), de Damien Chazelle.
El tiempo ha suavizado las furiosas críticas que se le dedicó al regreso de Damien Chazelle, hasta ahora tocado con la varita mágica del éxito con Whiplash, El primer hombre y La la land.
La respuesta crítica y de taquilla fue tan dura que Babylon desapareció bruscamente de toda carrera de premios. Y motivos hay para la decepción. La ambición desmedida de su director le llevó a configurar una película que en su segunda mitad se hace demasiado larga y que guarda momentos de auténtica genialidad tanto en su primera parte como en algunas escenas de su tercio final.
Insisto. No es una película perfecta (como si lo era, por cierto, La la land), pero deja poso. Dadle una oportunidad.
Crítica de Babylon, el narcisista canto de amor al cine de Damien Chazelle
9. Napoleón (2023), de Ridley Scott
Probablemente, la película más polémica del año. Como con El reino de los cielos, Robin Hood o Exodus, todos esperábamos la nueva Gladiator de su director. Tal vez por eso las críticas, al igual que con Babylon, han sido sangrantes.
Nuevamente, tal vez Napoleón no es la obra maestra que prometía, pero ni mucho menos es una mala película. La recreación de las batallas, la belleza pictórica de sus escenas de interiores y su ritmo narrativo son notables. Que la película no sea rigurosa (Braveheart o Gladiator tampoco lo son) no debería ser motivo de crucifixión. De hecho, mi mayor pero de esta película es la incongruente dualidad entre su carisma en el campo de batalla y su torpeza en el cara a cara.
Crítica de Napoleón, superproducción histórica que aprueba pero (paradójicamente) no hace historia
8. Operación Fortune: el gran engaño (2023), de Guy Ritchie.
La primera película con la que fui al cine en este 2023 tenía todo para ser una de las tapadas del año. Dirección de Guy Ritchie, últimamente experto en estrenar productos de género sin grandes camapañas de marketing; protagonismo de Jason Statham y secundarios como Aubrey Plaza, Josh Harnett o Hugh Grant.
Sin embargo, la película se queda corta. Tal vez el propio Guy Ritchie se vea incapaz de llegar a los niveles cualitativos de sus primeras películas, pero la escasa ambición con la que rueda esta película refleja un puedo, pero no quiero.
Crítica de Operación Fortune: el gran engaño. Guy Ritchie se queda corto.
7. Almas en pena de Inisherin (2022), de Martin McDonagh
Firme opositora a los Oscar del año pasado, la nueva película de Martin McDonagh, se estrenó avalada por el amor de la crítica y una carrera con películas tan impactantes como Tres anuncios en las afueras.
Qué queréis que os diga. Por mucho que haya quién ha interpretado la críptica historia escrita por McDonagh, Almas en pena en Inisherin no consiguió transmitirme nada. Valoro las interpretaciones de sus protagonistas, pero no es una película que crea que vuelva a ver.
Crítica de Almas en pena de Inisherin, obcecada redundancia
6. Indiana Jones y el dial del destino (2023), de James Mangold.
No esperaba gran cosa de esta quinta entrega del héroe del sombrero y el látigo, con un Harrison Ford en modo Matusalén. Que ya estaba mayor en la cuarta película de 2008. Encima, sin la dirección de Spielberg, ya limitado a las tareas de producción y sin ningún interés por retomar una saga que ya no daba para más.
Pero de ilusión también se vive y, al final, se trata de la quinta entrega de una de las sagas cinematográficas que más ha hecho soñar a los espectadores. ¿Por qué no iba a poder sorprendernos?
Pues no. Nada. Buenos actores, muchos toques de nostalgia y poco más. Por momentos se me hizo aburrida y su inicio con Harrison Ford retocado parece un videojuego de gráficos medianos de la Playstation 5. Que no vuelvan más.
Crítica de Indiana Jones y el dial del destino. La aventura más crepuscular. La última aventura.
5. Ant-Man y la avispa: Quantumania (2023), de Peyton Reed.
Tampoco esperaba mucho de la tercera entrega de Ant Man. La deriva de las últimas producciones Marvel me ha llevado a perder la fe en un Universo que nos ha dado momentos felices. Solo Kang, el que promete ser el nuevo Thanos, atraía mi atención.
Lo que no me podía imaginar es que Ant-Man y La avispa: Quantumania iba a ser tan rematadamente mala. Una historia que es refrito de Star Wars, con decisiones argumentales absurdas y un Kang que se queda muy, pero que muy lejos del carisma de Thanos. Mucho tiene que remontar Disney.
Crítica de Ant-Man y la Avispa: Quantumania, puro Marvel
4. Invasión Secreta (2023)
Como a veces dejo salir a mi yo pequeño, ingenuo y cargado de ilusiones, decidí dar una oportunidad a la serie que prometía el regreso de la Marvel espía que tantas alegrías nos había dado. Encima, con el protagonismo del últimamente desaparecido Nick Furia y un reparto plagado de estrellas.
Otro fiasco. Invasión Secreta, analizada en esta sacrosanta web, es un desastre, una serie realizada sin ningún tipo de pulso narrativo y con una historia que no tiene ni pies ni cabeza. Y encima, aburre. Tanto esta serie como la tercera entrega de Ant-Man ocuparían los primeros puestos de lo peor del año.
Análisis de todos los capítulos de Invasión Secreta
3. El asesino (2023), de David Fincher.
El regreso de David Fincher a Netflix tras Mank era uno de los acontecimientos del año. Suponía su retorno al suspense, con el que tanto nos había inquietado en obras como Seven o Zodiac. Encima, acompañado de un guión escrito por Andrew Kevin Walker, el mismo de la película de los siete pecados capitales. Y con Michael Fassbender regresando de su retiro de cuatro años.
El resultado, sin ser precisamente malo, se queda muy lejos de las expectativas que Fincher genera. Es una película esencialmente sencilla y sin ninguna clase de artificio, pero su punto de partida y esa irritante voz en off lastran una película que se ve superada por otras obras sobre asesinos a sueldo.
Crítica de El asesino, la fallida película de David Fincher
2. Los crímenes de la academia (2023), de Scott Cooper.
Netflix acogió la última película de Scott Cooper, uno de esos directores artesanos que siempre generan películas bien construidas. En este caso, teníamos una intriga gótica en la que aparecía el mismísimo Edgar Allan Poe y protagonizada por Christian Bale, el actor favorito de muchos, entre los que me incluyo.
Desgraciadamente, el interesante punto de partida se diluye en una trama propia de un telefilm con momentos para el aburrimiento y, sobre todo, una alarmante falta de inquietud y atmósfera. Una película para olvidar.
Crítica de Los crímenes de la academia
1. Ghosted (2023), de Dexter Fletcher.
Tenía muchas esperanzas puestas en esta comedía romántica de acción protagonizada por dos de las estrellas más rimbobantes del año: Chris Evans, nuestro Capitán América; y Ana de Armas, que probablemente se convierta en una de las actrices más importantes del futuro. Una nueva Sr y Sra Smith con más calidad.
Y de calidad nada. La película de Brad Pitt y Angelina Jolie parece El padrino comparada con esta blandísima comedia que no genera ni tensión, ni risas, ni emoción. Como mirar una pared blanca. O no, que el gotelé pueda emocionar más que esta Ghosted.
Crítica de Ghosted. Lo siento, Apple, pero no somos máquinas
¿Qué os ha parecido la lista? ¿Estáis de acuerdo con las películas que aparecen?
¡Un saludo y sed felices!
¡Nos leemos en Las cosas que nos hacen felices!