Bienvenidos un año más a un artículo inevitable, el de las mejores series de 2024. Termina el año y es hora de hacer una lista, otra más. Advertimos: no están todas las que son pero sí todas las que hemos visto, que no podemos verlo todo. Es un listado subjetivo, como todos, así que estáis invitados a opinar. Vamos al lío.
Pedro Pérez S.
Pocas veces lo he tenido tan claro como este año a la hora de de elegir mis 5 mejores series. Igual no son las más artísticas, porque me ha podido la vena friqui pero, oye, es mi listado y si no les gusta pues que cada uno haga el suyo. Ahí van, por orden, las mejores series que he visto este 2024.
5 – Mi reno de peluche, de Richard Gadd (Netflix)
Mi reno de peluche se queda en quinta posición. ¿Por qué?, dirán muchos. Pues bien podría ir la primera. Es una serie excepcional, adulta, compleja, escabrosa y que toca temas muy delicados pero sucede que, aunque me entusiasmó, no piensa volver a verla en la vida de lo mal que lo pasé en algunas escenas.
“El arte es molestar, incomodar, hacerte pensar”, dirán otros. Pues si pero aquí estamos para hablar de series, un producto de consumo masivo cuya intención es engancharte para que anunciantes y plataformas de suscripción te saquen la pasta. Mi reno de peluche es un joya pero, tras unos meses y algo de reflexión, no hace que me entren ganas de verla otra vez.
4 – El problema de los 3 cuerpos, de David Benioff, Alexander Woo, D. B. Weiss (Netflix)
Todo lo contrario sucede con esta serie y las siguientes. El problema de los 3 cuerpos, lo nuevo de los creadores de Juego de tronos, se esperaba con ansiedad y no defraudó. Ciencia ficción para adultos cuyos primeros episodios fueron adictivos. Su primera temporada se alejó del libro en que se basa todo lo que pudo y más. Y fue un acierto. En audiencia no triunfó todo lo que se esperaba y merecía pero su segunda temporada está confirmada y esperemos que esté a la altura.
3 – El Pingüino, de Lauren LeFranc (Max)
La verdad es que no esperaba mucho de la serie spin-off de The Batman. Al principio parecía un nuevo intento de estirar el chicle de los superhéroes. Y puede que lo sea pero ha pasado con nota la prueba, sobre todo gracias a un enorme Colin Farrell y a Cristin Miloti, todo un descubrimiento como villana. El Pingüino es una serie que destaca por su enorme calidad en un mar de series superheroícas que parecen salir de un fábrica de churros.
2 – Fallout, de Graham Wagner y Geneva Robertson-Dworet (Amazon Prime)
La mejor adaptación de un videojuego de toda la historia. Fallout no sólo consigue capturar la esencia de la saga sino que se erige en un producto con entidad propia gracias a su historia, su ambientación (la producción es colosal) y sus actores, donde destaca Walton Goggins como El Necrófago, uno de esos personajes que por si solos ya justifica toda la serie.
La pena es que en Amazon Prime son muy, muy morosos a la hora de poner en marcha segundas temporadas. Puede que tardemos un par de años en regresar al Yermo pero es una de las series a las que tengo más ganas en cuanto a su continuación. Aquí, en esta web, no le hicimos mucho caso y fue un error. A ver si lo solventamos en la siguiente.
1 – Shogun, de Rachel Kondo y Justin Marks (Disney+)
La mejor serie del año, para mi y para los Emmys, es el drama creado por Rachel Kondo y Justin Marks, basada en la novela de James Clavell. Todo está bien en esta serie: la producción, la dirección, los actores, la historia,… Creo que, sinceramente, no se le puede poner ningún pero como no sea que tendrá una continuación, cosa que no estaba en los planes iniciales y que hace temer por un descenso de calidad. Es lo que tiene tener éxito, que acabas por morir de ello.
Ya desde el primer tráiler se adivinada que estábamos ante un producto ambicioso y no defraudó en absoluto. Quizás no sea tan compleja ni tan arriesgada como Mi reno de peluche pero si puedo decir que volvería a ver Shogun sin dudarlo. Algún día. Cuándo ya no tengamos tanta oferta. Un saludo, sed felices.
Fernando Vílchez
Sin duda, 2024 ha sido un año sorprendente. Algunas de las series más esperadas del año están en esta lista, pero se han quedado fuera grandes decepciones. La mejor noticia ha sido la variedad. Tenemos aventuras, intriga, thriller y lo inclasificable. Antes de seguir, quisiera recomendar la notable Sugar, la gran serie desconocida de Colin Farrell de este año. No todo va a ser El pingüino.
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Disclaimer (Apple TV +)
Si esta serie se hubiera estrenado en Netflix, estaríamos hablando de uno de los bombazos publicitarios del año. Y es que Disclaimer está dirigida en su totalidad por Alfonso Cuarón, director de una de las películas de la saga Harry Potter y ganador de dos Oscar por Gravity y Roma. Tiene a dos de los mejores directores de fotografía de la última década y a un reparto más propio de una superproducción de prestigio, con la ganadora de dos Oscar Cate Blanchett al frente.
Pero Disclaimer es de Apple, esa plataforma fantasma capaz de estrenar carísimas series sin que les importe que nadie las vea.
Como es el caso de esta intriga familiar en la que una madre periodista de éxito verá como su mundo se derrumba al recibir un libro que habla de un hecho escabroso de su pasado.
El mayor mérito de Disclaimer, más allá de los nombres que adornan la serie, es la narración fragmentada que atrapa, engaña y critica a la tan actual como nefasta cultura de la cancelación.
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Mi reno de peluche (Netflix).
Ni la tan polémica subida de preciosa detiene a Netflix como la gran reina del streaming actual. Prueba de ello es la capacidad de estrenar series basadas en el omnipresente algoritmo como en conseguir éxito de producciones que se alejan de él.
Prueba de ello es la sorprendente Mi reno de peluche, serie dirigida, escrita e interpretada por el peculiar cómico Richard Gadd en la que se reinterpreta de forma brillante la historia de acosador y acosado para hablar de lo solos que estamos en un mundo cada vez más conectado. Tanto que somos capaces de hacer cosas innombrables por conseguir, aunque sea, un poquito de amor.
Análisis psicológico de Mi reno de peluche.
Mi reno de peluche se ve en un suspiro, pero eso no significa que sea fácil. Es incómoda tanto por sus partes más duras como por el extraño sentido del humor de Gadd, capaces de sacarnos una sonrisa a lo largo de toda la serie. Una sonrisa bien helada.
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Shogun (Disney +)
Ya era hora de emplear los niveles de producción televisivos de los últimos años en historias de aventuras de toda la vida. Que se lo digan al éxito tanto de público como de crítica que ha recibido Shogun, adaptación de la mítica novela de James Clavell.
Situada en el japón feudal, Shogun es la típica historia del pez fuera del agua que acaba adquiriendo una importancia capital. Dicho pez es un marinero británico que terminará en costas japonesas y acabará sirviendo a un señor feudal inmerso en pleno nombramiento de un nuevo shogun, el jefe de todo el tinglado.
Así, Shogun no inventa nada nuevo. Tenemos samuráis, ninjas, harakiri y otras situaciones que hemos visto en infinidad de películas. Su mayor baza es el lujo de su diseño de producción, con vestuario y escenarios imponentes, carismáticos actores y escenas que nos recordarán a la mejor Juego de tronos.
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Nos vemos en otra vida (Disney +)
La mejor serie española que he visto en mi vida. Vendida erróneamente como la serie definitiva sobre el 11-M, Nos vemos en otra vida es menos ambiciosa de lo que pueda parecer, al hablar del primer condenado por el atentado, un menor de 16 años que trasladaba los explosivos desde Asturias a Madrid.
Nos vemos en otra vida es una radiografía de los barrios más humildes de principios de siglo XXI, un caldo de cultivo para una delincuencia que busca dinero fácil sin pensar en las consecuencias.
Crítica de Nos vemos en otra vida
Para ello, la serie se divide en dos partes. La primera funciona al más puro ritmo Scorsese, como si de un Uno de los nuestros patrio se tratara. Tras el juicio, el ritmo se enlentece y deja que tanto nosotros como su protagonista sopesemos las consecuencias de lo que ha ocurrido. Todo ello con la difícil tarea de conseguir hacernos empatizar con un protagonista tan inimaginable como, desgraciadamente, real.
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Ripley (Netflix)
No era la primera vez que veíamos a Tom Ripley en acción. El estafador que creo la escritora Patricia Highsmith ya había tenido el rostro del mítico Alain Delon, del torturado Dennis Hopper o de un jovencísimo Matt Damon.
A todos ellos, por muy buenos actores que sean, se los come un Andrew Scott llamando a las puertas del estrellato (se lo merece desde su Moriarty en Sherlock). Steven Zaillian, guionista de, entre otras, La lista de Schindler y creador de esa barbaridad televisiva llamada The night of, construye una lenta intriga en fascinante blanco y negro en el que seguimos las calculadas andanzas de uno de los mejores psicópatas de la historia de la televisión.
Ripley es pura hipnosis en sus magníficas imágenes de la costa amalfitana desprovista de color. En las lentas acciones de su protagonista y en la tensión que tan brillantemente sabe infundirnos. Al final, Ripley es escoria que deseamos que se salga con la suya.
¡Un saludo y sed felices!
¡Nos leemos en Las cosas que nos hacen felices!